"Gobierno y oposición tenemos que bajar un cambio"

El gobernador de Jujuy pide que el Gobierno vuelva al camino del año pasado "cuando había acuerdos" y agrega "tienen que liderar los Alberto, Guzmán, Kulfas, Wado".

Gerardo Morales es de esos radicales que saben manejar el poder. Que existen, sobre todo en el interior del país. Le arrebató Jujuy al peronismo y no lo sacaron más. Tiene abierto el conflicto radioactivo de Milagro Sala, pero se las apaña para mantener una buena relación con "Alberto", como dice con familiaridad. Recibió a LPO en la Casa de Jujuy a metros de la Plaza San Martín, donde Buenos Aires parece París.

 

¿Cómo ve la situación del país que enfrenta la pandemia y una inflación que por momentos parece encaminada a duplicarse?

 

Todos los días se ven aumentos de combustibles, del pan, de la carne. Hay un desafío central del gobierno nacional en tratar de controlar la inflación.

 

Lo que veo es que se rompió la referencia de precios. Por ejemplo, los dos kilos de milanesas de pollo están en Buenos Aires a 600 pesos mientras que en Jujuy cuestan el doble. Hay otros insumos que de un mes al otro suben un 100 por ciento.

 

Hay que controlar precios y después atender la macroeconomía.

 

¿Cómo pega en Jujuy?

 

No obstante el panorama general, en Jujuy tenemos buenos datos del Indec. El último trimestre del año Jujuy presentó un 4 por ciento de desempleo (el índice nacional es del 11 por ciento). La pobreza están en el 37,7. No es nada para aplaudir, pero por lo menos bajamos el 0,3 por ciento respecto del 2020, el peor año que vivimos después del 2001. Eso se logró en base a decisiones políticas.

 

Uno de los desafíos que tiene el Gobierno nacional es arrancar con la obra pública. No arrancó. Por diversos problemas: la economía, la situación del año pasado, algunos organismos multilaterales pararon. Pero hay un desafío que tiene que ver con la recuperación.

 

Hablo con las fábricas de cemento y me dicen que hay una recuperación de la obra privada, que pegó un repunte muy bueno en octubre, con una meseta en noviembre y diciembre, y luego comenzó a bajar. Lo que acá está faltando es el impacto de la obra pública que va a repercutir en la economía.

 

¿Jujuy está discriminada en la obra pública?

 

No todavía.

 

¿Porqué dice todavía?

 

Porque no arrancó.

 

O sea que en las promesas no está discriminada... (Risas)

Sí, esa es la situación.

 

¿Qué piensa de la pelea del Gobierno con Larreta por las clases presenciales?

 

Comparto la filosofía de Horacio, con las diferencias respecto a lo que es ciudad de Buenos Aires y lo que es Jujuy. Comparto que hay que tener abierta la economía y apostar al trabajo. Incluso voy a levantar todos los feriados que pueda en Jujuy. Porque la gente cuentapropista, el trabajador formal e informal necesita llevar pan a la mesa. Algo que también tiene que ver con la salud.

 

Sobre las escuelas abiertas, comparto totalmente el tema de la presencialidad. El contagio en las escuelas es solo del 0,18 por ciento en Jujuy. Esto se lo dije a Alberto y él se mostró preocupado por la circulación. Eso es verdad, pero los gobernadores le recordamos al presidente que es distinta la circulación en el AMBA que en el interior.

 

En Jujuy en las escuelas hay una presencialidad escalonada. Dos grupos o burbujas, el A y el B, que se van alternando para ir a clases. Así es como mantenemos las clases. Están felices los docentes, los chicos, los padres y la comunidad educativa. Por eso, veo el divorcio de alguna dirigencia gremial, sobre todo nacional, con lo que piensa el docente.

Volviendo al tema de la Ciudad, me parece bien que Horacio defienda la autonomía y esté haciendo todas las presentaciones que deba hacer. También creo que la Corte Suprema debe evaluar cuál es el punto en que la autonomía choca con el interés general del país. Dónde cede ante las situaciones límites.

 

Lo que sí me preocupa es la pelea política. En definitiva terminan perdiendo los chicos y los papás. Hay que bajar un cambio, tanto desde el gobierno como la oposición.

 

-¿Es posible con las posiciones que asumen dirigentes como Patricia Bullrich o algunos igual de confrontativos del oficialismo?

 

El gobierno tiene sectores antagónicos que también son una máquina de impedir. Patricia es... yo la conozco y cuando es opositora, tira con todo. Le tengo un gran respeto pero no me gustó que aparezca en la Quinta de Olivos. Primero porque no está bien que incentivemos un escrache en la Casa del Presidente. Eso esta mal. Y además porque terminás deslegitimando una expresión ciudadana y la participación de la política la deslegitima porque termina siendo "cacerolazos promovidos por la política".

 

Patricia fue la mejor ministra de Mauricio por lejos. La reivindico... ahora quiere ser candidata a presidenta... yo también quiero ser candidato a presidente, pero ella una buena dirigente en gestión. Por eso digo que a veces es mejor bajar un cambio. El mismo presidente dijo que vino a cerrar la grieta y resulta que lo tironean sectores y la seguimos profundizando. Y nosotros hacemos lo mismo. En pandemia, y como está la economía, no gana nadie con todo esto. Por eso tenemos que reflexionar y buscar el diálogo.

 

Celebro por eso el acuerdo de postergar las Paso, más allá de que no estaba de acuerdo con la postergación. Yo pienso que hay que eliminarlas. Junto por el Cambio dijo que no y nos allanamos. Pero aunque no esté de acuerdo, celebro el acuerdo.

 

-¿Le gustaría ser candidato a presidente en el 2023?

 

-Sí...

 

-¿La fórmula sería primero una interna en el radicalismo y luego pelear la candidatura en Juntos por el Cambio?

 

-Sí y me gustaría que se sumen varios correligionarios, como Cornejo que está con ganas y espero que no se le vayan las ganas (risas). También está Mario Negri...somos amigos, del mismo palo.

 

-¿Pero no hay que ser gobernador primero?

 

-Bueno, Mario ha sido vicegobernador y yo fuí siempre senador y ahora voy por el segundo mandato como gobernador. Pero me parece que el radicalismo ya no puede replicar lo del 2015.

 

-Con un candidato frágil, digamos...

 

-Lo que iba a pasar con Ernesto (por Sanz) ya lo sabíamos, pero cumplió con una palabra de caballero. Cuando se presentó, Macri ya había vaciado el voto del partido. Ahora, estamos a tiempo de llegar con un candidato fuerte del radicalismo.

 

-Es curioso esa idea concide con lo que planea el sector de Yacobbitti, pero en la interna radical se pelean...

 

Yacobitti, Coti (Nosiglia) y Lousteau tienen una estrategia de fortalecerse como sector nacional del partido, que está bien es legítimo, pero hemos tenido algunos cruces. Me parece bien que se sumen caras nuevas, pero hablan de renovación y tampoco nos van a correr a quienes bancamos el partido en los peores momentos.

 

Pero hablemos de gestión. No es lo mismo gobernar la Capital que Jujuy o una provincia del interior. Gobernar la Ciudad es como gobernar Bruselas, acá sobra la plata, en el norte los problemas. Es distinto y hay que poner en debate estas cuestiones. Pero me gustan (las internas) porque eso pone en movimiento al partido.

 

Entonces no está enojado con Lousteau

 

Martín es un emergente y hay que cuidarlo. Puede ser para la ciudad o candidato nacional. Me gustaría que nos pongamos de acuerdo entre todos los candidatos del radicalismo. Ir a una interna y movilizar el partido. Lo que no me gusta es que nos allanemos y quedemos como furgón de cola, o con un rol pasivo hacia dentro de Juntos por el Cambio. Tampoco me gustan algunas cuestiones que terminamos aceptando en función de los problemas de Caba.

 

¿Cómo sería?

 

Al gobierno le viene bien polarizar con Larreta porque eso les permite plantear la discusión como una pelea entre derecha e izquierda. Yo le dije a varios ministros: "Ustedes juegan a perjudicar al radicalismo". La foto del Patio de las Palmeras (con los macristas Cristian Ritondo y Jorge Macri), fue eso. Ahí se acordó postergar las PASO, aunque dijeron que no, fue lo que terminó pasando. No me gusta eso.

 

¿La charla de esta semana de los gobernadores con el Presidente le parece un camino para ir hacia una relación gobierno-oposición más razonable?

 

-El año pasado lo hicimos, había buena relación. El tema es que al gobierno lo tironean mucho. El tema de las escuelas lo marcó Baradel, que atrasa. Y además está totalmente desconectado con lo que quieren los docentes, que es estar con los chicos y enseñar. Eso lo veo en mi provincia y debe pasar en todos lados. Son tironeos al presidente. Espero que retomemos el camino del año pasado donde había acuerdos.

 

Pero es cierto que el gobierno nunca dejó de ayudarnos. Siempre tuvimos diálogo, tanto con Ginés como con Vizotti. Hay que retomar ese camino.

 

Cómo es este boom del litio, que Jujuy anuncia inversiones privadas increíbles para este momento de la Argentina.

 

Nosotros tenemos la visión de creer en el Estado pero también en la inversión privada. Las dos empresas que invierten en nuestra provincia van a generar cerca de 100 mil toneladas, de las 400 mil que se comercializan en el mundo.

 

También tenemos el proyecto de Toyota, que se alió con Galaxy y se convirtieron en la tercera empresa del mundo de litio. Y nosotros estamos evaluando la posibilidad de fabricar baterías de litio en Jujuy. Ya tenemos un contrato con una empresa de Italia y la semana que viene firmaremos con otra china.

 

Esto una vez que esté implementado el plan de movilidad eléctrica. Es hacia ahí a donde tenemos que ir. Ir obligando a las automotrices a ir vendiendo por lo menos una versión de autos eléctricos. Y en 20 años todo el parque de micros tiene que ser eléctrico. Porque hoy el segundo factor de los gases invernaderos es por causa del combustible.

 

-Me imagino que los petroleros no van a estar muy de acuerdo...

 

Las petroleras se están convirtiendo en empresas de energía. Están invirtiendo en el litio. Es lo que hablé con YPF en 2016, pero no la veían. Firmamos recién un convenio en 2019. Para que se metan en el litio. Ahora van a hacer YPF Litio, lo hablé con Pablo González (presidente de YPF), lo conozco de cuando ambos estábamos en el Congreso, es excelente persona y tiene un muy buen equipo.

 

-¿YPF va a invertir en explotación de litio en Jujuy?

 

Van a invertir en todos los proyectos. Yo le expliqué a Pablo que el tema del litio es otro negocio. Se puede hacer una pequeña inversión de 20 millones de dólares y, si encontrás los recursos, vas al mercado y podés encotrar 500 o mil millones de dólares de inversión.

 

Las empresas petroleras se tienen que convertir en empresas de Argentina. Se lo dije a Miguel Gutiérrez (presidente de YPF en el macrismo) en el 2016 y la ficha le cayó recién en 2019, terminamos firmando el convenio tarde. Pablo en cambio la tiene clara. Hoy YPF podría ser socio de uno de los proyectos más importantes de Jujuy, que tiene una probabilidad de reserva de 19 millones de tonelada de litio. Imaginate, con una producción anual de 50 mil toneladas tenés para décadas de producción.

 

-Las inversiones se dan aún en este contexto macroeconómico...

 

-Lo que pasa tiene que ver con hacia dónde va el mundo, que es la movilidad eléctrica...

 

-No les importa la inflación, que acá baje y suba el dólar, o el cepo...

 

-No les importa. El tema es hacia dónde va el mundo. Y ahí está Jujuy en la agenda global de la lucha contra el cambio climático.

 

-Desde afuera se ve que usted parece tener una intención de generar empleo privado, como en el tema del Cannabis: ¿es una industria posible?

 

-Lo es. Estamos cambiando la matriz productiva de Jujuy. Tanto en lo que tiene que ver con el litio, como con el cannabis. Nos están llegando las máquinas para producir a gran escala. Ya plantamos 35 hectáreas y el año que viene vamos por las 600 hectáreas. Para ello vamos a convocar a inversores privados y esperamos generar 2.500 puestos de trabajo, durante todo el año.

 

Es fantástica la planta de cannabis, y se puede aprovechar todo. La flor tiene mayor componente de CDB que de THC, y son para producir aceite con CDB curativo. Pero el tallo, el tálamo y el cáñamo se puede utilizar en textil, bioplástico o productos cosméticos. Es una planta increíble que al revés d e la soja, enriquece el suelo.

 

Trabajamos con la Universidad de Jerusalén, que va a capacitar a nuestros médicos, bioquímicos y farmacéuticos. Estamos trabajando con una fundación de Estados Unidos en la investigación sobre el CBD a los efectos neurológicos del covid y a los problemas como el alzheimer.

 

-¿Y para el uso recreativo?

 

-Creo que el país todavía no está preparado. Sí me parece que podría darse una cambio para que el cannabis también se puede exportar a los países que utilicen la planta con fines recreativos.

 

Esperamos en unos años plantar dos mil hectáreas, y con eso generaríamos más que los 6 mil puestos de trabajo de Ledesma en 40 mil hectáreas. La renta que se puede tener es muy grande. Por eso es que mi aspiración a 10 años dejemos de producir tabaco y sólo produzcamos cannabis. Mi aspiración es incluso generar una buena burguesía en torno a esta industria.

 

-¿Cómo sigue la situación con Milagro Sala?

 

-Está en prisión domiciliaria, con dos o tres temas con la Corte. Uno que ya resolvió, confirmando una condena de 2 años y medio. Tiene otra condena por 13 años en veremos. Pero en mi opinión ya debiera estar en cárcel común. Han convertido la casa de Milagro Sala en una delegación de la Casa Rosada y en una Unidad Básica. Mueven plata y generan violencia.

 

Con la renta del parque solad de Cauchari, que va a facturar 1.200 millones de dólares en 20 años, vamos a ganar 400 millones de dólares, y pedí un crédito de 307 millones de dólares para construir 258 escuelas en 4 años. Jujuy tiene 700 escuelas construidas en 150 años de historia. Y cuando las voy a construir me toman los predios, gente de ella. Y aún así tenemos algunos ministros que la van a visitar.

Me parece que hay otro intento de volver a incentivar la violencia. Siguen manejando plata. Me parece que se equivocan quienes desde el gobierno nacional siguen incentivando esto. Le han robado plata al pueblo porque se han pagado 2.000 viviendas y no se construyeron.

No queremos seguir por ese camino de la violencia, porque también sabemos que hay muchas organizaciones que trabajan bien. Y que los beneficiarios de los planes no quieren ir obligados a las marchas.

 

Hay que ir por el camino que plantea un programa de Alberto que es el Plan Potenciar , que va por el camino de la generación de trabajo para los beneficiarios de planes sociales, que además es lo que quieren. No quieren ir a quemar cubiertas. Entonces hay un programa del propio Gobierno que va por ese camino, y hay que seguirlo.

 

-Se mezcla la pandemia con la pelea política, con la inflación y por momentos parece haber una perspectiva bastante negra para la Argentina. ¿Cómo lo ve?

 

-En general no veo las cosas tan mal. Creo que esto va a pasar y que la vacuna en el segundo semestre va a aparecer en todo el mundo y vamos a ver una recuperación en el mundo, que va a pegar fuerte acá.

 

Entonces, el gran desafío que tiene el gobierno nacional es garantizar credibilidad para atraer a los inversores. Ahí está el punto clave para apalancar el crecimiento.

 

Por eso estaría bueno que al Gobierno lo tironeen sectores como Guzmán, Kulfas, Alberto, Wado... y no los sectores más antagónicos.

 

-¿Está despejado entonces el fantasma del chavismo en la Argentina?

 

-Somos un país distinto a Venezuela. El peronismo incluso tiene una lógica distinta al chavismo. Algunos querrán eso, pero no lo veo posible.

 

Por Ignacio Fidanza

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