El Gobierno, bajo estado de shock: evalúan un impacto electoral en las PASO

El Gobierno, bajo estado de shock: evalúan un impacto electoral en las PASO

El Presidente se mantuvo sin actividad oficial en la Casa Rosada cuando se supo del asesinato en Lanús. Creen que el caso afectará el desenlace electoral de las PASO. La estrategia oficial para correr a Alberto de la campaña en las horas finales

 

Martín Dinatale

El Gobierno ingresó ayer en un estado de shock absoluto ante el asesinato de Morena Domínguez en Lanús y los allegados al Presidente Alberto Fernández, que se mantiene totalmente aislado de la campaña, creen que el caso de la nena asesinada impactará negativamente en la candidatura de Sergio Massa.

Anoche, cuando las escenas de violencia frente a la Municipalidad de Lanús empezaban a escalar profundo y los cierres de campaña se habían cancelado por completo, en la Casa Rosada imperaba un silencio total del Gobierno que evaluó con preocupación el desenlace de este caso en términos electorales.

Alberto Fernández hizo una recorrida por la mañana en unas obras de la localidad de Chacabuco junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, luego llamó al periodista Ernesto Tenembaum a la radio por su cumpleaños. Pero cuando se conoció el caso de Morena se recluyó en silencio en la Casa Rosada.

Según pudo saber El Cronista el Presidente se comunicó con el gobernador bonaerense Axel Kicillof para conocer de primera mano el caso y saber detalles de los detenidos.

Impacto en la campaña

Sin embargo, en el Gobierno hubo silencio absoluto. Ningún funcionario se animó a hablar públicamente del tema. Mucho menos después de que todos los candidatos suspendieron los actos de cierre de campaña. "No tenemos información", expresaron en la vocería oficial que lidera Gabriela Cerruti.

 

Allegados a Alberto Fernández comentaron a El Cronista sin vueltas: "no hay dudas de que el caso de Morena va a impactar en la campaña. No sé cuánto", dijeron. El dato arrojó una postal de la conmoción en que se encuentra el Gobierno y el temor a que impacte duramente en la candidatura de Massa y de Kicillof.

 

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández también se mantuvo en silencio y en el entorno presidencial a la vez especulaban en que la oposición "buscará sacar rédito político" del caso de Lanús. La mención está relacionada con la postura de candidatos de derecha como Patricia Bullrich de Juntos por el Cambio o el libertario Javier Milei que desde hace tiempo vienen reclamando una baja en la edad de imputabilidad.

Sin embargo, pese a que en un primer momento circuló la versión de que el responsable del crimen era un menor, la Justicia finalmente deslizó que los dos presuntos autores del crimen son mayores de edad.

Aislamiento presidencial

En paralelo a todo esto hay una paradoja inexplicable en la Casa Rosada. Si bien el caso de Lanús podría afectar la candidatura de Massa y al Gobierno en su conjunto, desde el armado de campaña de Unión por la Patria habían decidido apartar por completo a Alberto Fernández de las recorridas proselitistas.

De hecho, el Presidente tenía previsto concurrir al cierre de campaña de Massa pero finalmente le enviaron señales de no ir y más tarde se suspendió ese acto. Tampoco Alberto Fernández estará el domingo en el búnker de Unión por la Patria en Villa Crespo para seguir desde allí los resultados. El jefe de Estado mirará desde la residencia de Olivos el desenlace de las PASO.

 

Allegados a Massa dijeron ayer a El Cronista que la idea de campaña del ministro-candidato es mostrar la figura de Massa con "autoridad y firmeza". Esto es, sin la marca permanente de Cristina Kirchner o de Alberto Fernández.

 

La estrategia predominante es aislar al Presidente y diferenciarse de la actual gestión del jefe de Estado. Como contrapartida tratarán de exponer a Massa como un candidato con "mucha firmeza, voluntad y determinación", según dicen. 

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