Escenario político: grieta vs antigrieta, la discusión que divide a Juntos

Escenario político: grieta vs antigrieta, la discusión que divide a Juntos

Larreta lanzó su campaña con un discurso moderado que disparó duras críticas entre los halcones Pro. ¿Cuánto se sostendrá la estrategia local de la neutralidad?

En Argentina existen dos grietas. Una de ellas, la que más viene creciendo, es la que se generó entre un sector muy amplio de la población y la dirigencia política tradicional, a la cual repudia. Se trata de un fenómeno internacional, que dio lugar al ascenso de dirigentes con discursos extremos como Donald Trump o Jair Bolsonaro, y que en nuestro país permite el desarrollo de una figura como Javier Milei, el referente anti-casta por definición.

La otra grieta, la más famosa, se da entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. O, dicho más directamente, entre kirchnerismo y antikirchnerismo. Es una división que en estos años generó enfrentamientos muy duros no solo dentro de la clase política sino entre familiares, amigos, compañeros de trabajo, etcétera.

En su reciente lanzamiento a la carrera presidencial, Horacio Rodríguez Larreta expuso cuál será uno de sus principales ejes de campaña. "Los únicos que se benefician con la grieta son quienes la abrieron", dijo. Y disparó: "Los que la usen son unos estafadores".

Con su mensaje, Larreta abrió una nueva división: los antigrieta versus los pro-grieta. Desde Patricia Bullrich, su probable adversaria en las PASO, hasta el diputado Fernando Iglesias, los halcones Pro salieron a cruzarlo.

"NO HAY LUGAR PARA DIALOGAR CON QUIENES SON PARTE DEL PROBLEMA Y PROFUNDIZAN LA DECADENCIA DE NUESTRO PAÍS. No hay lugar para respuestas tibias ante la triste realidad que sufren los argentinos", posteó Bullrich y rechazó sentarse a una mesa con Cristina, Massa, Moyano, Baradel, Grabois, Zaffaroni o Aníbal Fernández. Nadie puede interpretar que el uso del concepto "tibio" no fue una alusión personal al jefe de Gobierno porteño.

 

Múltiples dirigentes de la coalición opositora se plantaron de un lado u otro de este debate, que promete ser uno de los temas sobre los cuales girará la campaña 2023. ¿Pero qué pasa en Bahía? ¿De qué modo puede influir esta discusión?

Hay una serie de curiosidades en el Pro local. Por un lado, el Municipio está liderado por un hombre como Héctor Gay, de temperamento dialoguista, afín al de Rodríguez Larreta. Por el otro, la designada para competir por la sucesión, Nidia Moirano, se asemeja más a Bullrich.

A su vez, esa moderación de Gay muchas veces se rompe cuando llegan las campañas electorales. Ahí los amarillos bahienses, del primero al último, suelen explotar al máximo la grieta denostando al kirchnerismo.

“La mayoría de la gente en Bahía no vota mentirosos y corruptos”, disparó Gay en alusión a los K, en la previa de las primarias 2019, por citar solo un ejemplo del tono al que suelen apelar.

Hoy el intendente encabezará la apertura de sesiones del Concejo Deliberante y es probable que parte de la atención se la lleven las alusiones a la grieta, o bien, a la necesidad de no-grieta. Sus palabras, elegidas con cuidado por el secretario general Pablo Romera, quedarán resonando durante varios días en los despachos donde se respira microclima. Y no solo en Bahía, también en los niveles superiores, donde vienen siguiendo con lupa de qué lado se va ubicando cada quién.

Esta profundización de la brecha entre el bullrichismo y el larretismo puede dificultar la estrategia actual del Pro local, que pretende esperar hasta lo último para definirse en la interna nacional. Hoy cultivan la neutralidad. Es más, la cúpula amarilla de nuestra ciudad forma parte del grupo que reclama que en los distritos donde Juntos es gobierno no haya PASO municipal. En esa idea, Moirano sería la única candidata a intendente de la coalición, acompañando tanto la boleta presidencial de Bullrich como la de Larreta. Salvo por un poco de malabarismo verbal para no chocar con las posturas de uno u otro, es obvio que así podrían trabajar la campaña con mucha menos presión.

La gran pregunta es hasta dónde el tándem Gay-Moirano podrá estirar la imparcialidad. Los equipos del alcalde porteño y de la exministra empezarán a apretar cada vez más a la dirigencia Pro, de todos los niveles, para que se expida hacia un lado o hacia el otro.

Sin dudas, con el correr de los días, se ahondarán las diferencias entre ambos estilos. Es un juego que entraña sus riesgos. Si los contendientes no mantienen la cordura, sobre todo en los días más cercanos a las primarias, pueden precipitar una masacre política que deje muy mal pisado al ganador de cara a las generales.

Lorenzo se reunió con Ritondo y Alvarez Porte

¿Y el resto de los potenciales aspirantes a ocupar el principal despacho de Alsina 65? ¿Cómo les puede impactar esta batalla? Lorenzo Natali no tiene perfil de halcón, para nada. No obstante, hoy su adhesión es a la línea de Bullrich. De hecho, la semana pasada hubo reuniones de altísimo nivel en Buenos Aires para seguir convenciéndolo de que dispute la intendencia, alineándose con la titular del Pro.

El exconductor de LU2 mantiene su postura de postergar las definiciones. Pero, si se sube al tren proselitista, tal vez se vea forzado a endurecer posiciones y eso no resulte muy natural con su perfil. De todos modos, Lorenzo construyó su carrera trabajando con las palabras. Se supone que algo se le va a ocurrir.

Un aspecto a remarcar de Natali es que, tanto en público como en privado, insiste en que todavía no sabe si competirá por la jefatura comunal. Es creíble la duda, teniendo en cuenta que recién está aprendiendo a caminar por estos laberintos. Sin embargo, una interpretación muy básica diría que, si no está seguro que la respuesta es "no", es porque le gusta pensar que "sí".

Otro que pelea por un lugar en la grilla de competidores, el senador Andrés de Leo (Coalición Cívica), también podría verse envuelto en esta polémica de grieta vs no-grieta. En su caso tiene a favor que puede escapar por la tangente. De Leo forma parte de los equipos de Lilita Carrió, hoy por hoy precandidata a presidenta, con lo cual puede correrse con facilidad de la interna amarilla.

"Yo soy candidato a intendente", suele responder cuando le preguntan por las rencillas dentro de Juntos. Léase: no importa el fuego cruzado nacional, no piensa correrse de la competencia.

El caso de Emiliano Alvarez Porte es el más sencillo de ubicar. Está enrolado con Cristian Ritondo, quien declaró el viernes en Bahía que entre Larreta y Bullrich no tiene dudas: se juega por la exministra. Un pleno.

Finalmente, quedan los radicales orgánicos. Como se detalló la semana pasada en esta columna, el objetivo por estas horas es avanzar en un juego propio, convocando a internas abiertas para elegir un candidato o candidata que los represente en las primarias de agosto. En principio, también pueden esquivar por un tiempo este debate y concentrarse en sus propios armados.

Una duda final: ¿tendrá alguna clase de impacto esta puja entre los antigrieta y los pro grieta en el Frente de Todos?

Por perfil, aun cuando manifiesten amplias diferencias con todo lo que huela a Cambiemos, ni Federico Susbielles ni Marcelo Feliú, por citar a dos referentes, son grandes promotores de tsunamis verbales.

Es más: fuera de la campaña, en Bahía Blanca es bastante habitual ver a las primeras planas del oficialismo y la oposición compartiendo actos y tribunas. La convivencia real es bastante mejor que la que se observa muchas veces a nivel nacional.

Lo que sí ocurrió en las últimas horas es que dentro del peronismo se abrió otra grieta, tan insólita como inesperada. El Municipio está organizando para el próximo domingo 12 la primera Fiesta del Cubanito en el Parque de Mayo. Susbielles salió a bancarla, afirmando que desde su espacio apoyan "todas las fiestas populares y de la cultura" que generan "disfrute y movimiento económico". Incluso se postuló para integrar el jurado que elegirá a los cubanitos más ricos.

Ayer el exconcejal y alfil K Carlos Quiroga se mostró en contra del evento, al hacerse eco de un reclamo de la Red de Espacios Culturales Independientes de Bahía Blanca. "Casi 9 millones para el escenario de la Fiesta del Cubanito. Apenas 1.700.000 para los Espacios Culturales Independientes para todo 2023. Pero además, en 2019 el municipio gastó varios millones en un escenario móvil que nunca se usó ni se sabe dónde está", escribió en sus redes.

Más tarde se sumó la concejala Analía López: "Por los números que estuve observando, me parece que el 12/3 más que la Fiesta del Cubanito, va a ser la Fiesta de la Torta de dinero que va a costar... Ampliaremos!".

O hubo corrimientos internos en el FdT en los últimos días o nadie les avisó que su principal referente político está ansioso por participar del encuentro. ¿Cuestionarán a partir de ahora los gastos por cada uno de los festivales en el Puerto? Difícil.

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