Mauricio Macri comenzó a acostumbrarse a gobernar con decretos de necesidad y urgencia invalidados por el Congreso y a tiro de eliminarse en los recintos.

Lo tiene tan naturalizado, que esta tarde, ni siquiera llevó sus legisladores a la bicameral de trámite legislativo, encargada de tratar los decretos de necesidad y urgencia.

Pero estos recién pierden validez si las dos cámaras se reúnen y lo rechazan. Como nunca sucedió, el presidente no cree tener riesgos para aplicar los decretos sin aval parlamentario, algunos con rechazo en comisión por todas las fuerzas opositoras.

En la sesión de hoy, faltaron los diputados Nicolás Massot (PRO) y la senadora Silvia Giaccopo (UCR) y por el oficialismo sólo fueron los diputados Pablo Tonelli (PRO), Luis Petri (UCR) y Martín Hernández (UCR).

Asistió el diputado Raúl Pérez (Frente Renovador), sus pares Juliana Di Tullio y Diana Conti y la senadora Anabel Fernández Sagasti, todas identificadas con Cristina Kirchner.

Hubo faltazo casi masivo de senadores: no fueron Juan Abal Medina, Juan Irrazabal, Mario País (FpV-PJ); Dante Lovera (Partido Justicialista de La Pampa) y Adolfo Rodríguez Saá.

Cambiemos no consiguió dictamen para el decreto 139/17, que extendió el blanqueo hasta el 31 de marzo.

"No se había alcanzado a suscribir la totalidad de los bonos y hubo un pedido al Poder Ejecutivo para extender el plazo", explicó Tonelli.

"Lo tratan como un hecho consumado, pero desde el 10 de diciembre de 2015 el Poder Ejecutivo se está arrogando facultades del Congreso", respondió Fernández Sagasti.

Este caso es curioso, pero frecuente: el decreto ya se aplicó (ya pasó el 31 de marzo), pero el Congreso puede perfectamente anularlo y generar un vacío legal con quienes se sumaron al blanqueo sobre la hora.

Se supone que no debería ocurrir, porque Raúl Pérez firmó el dictamen y se entiende que pasaría el filtro de Diputados con respaldo del Frente Renovador.

El massista también subscribió el dictamen del decreto 146/17, que reformó el esquema del Programa Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familia (PROCREAR).

El kirchnerismo no está de acuerdo, porque elimina la prohibición de indexar los créditos. "Deja librados a los Bancos privados a seguir presionando sobre el bolsillo de los trabajadores y el derecho a la vivienda digna", dijo Fernández Sagasti.

"¡Los nuevos créditos de Procrear tienen cuotas iniciales más bajas que los de tasa fija o variable!", se jactó Tonelli. "No compare con los Bancos, compara con el Procrear que había", retrucó Fernández Sagasti.

Aunque con dos dictámenes, hubo acuerdo para aprobar el decreto que permite inscribir a los recién nacidos y los que tienen hasta 12 años de edad. Ese pasará tranquilo el recinto.