En Casa Rosada hacen un “poroteo” de gobernadores para volver al ruedo con la ley ómnibus y una reforma previsional

En Casa Rosada hacen un “poroteo” de gobernadores para volver al ruedo con la ley ómnibus y una reforma previsional

El Gobierno pretende el apoyo de una docena de mandatarios para volver al Congreso con el contenido de la ley bases y otras reformas, entre ellas una laboral; Francos se reunió con gobernadores del Norte

 

Maia Jastreblansky

El Gobierno está haciendo un nuevo “poroteo” de los gobernadores que podrían apoyar a la Casa Rosada con las reformas que quiere impulsar Javier Milei. Mientras el Presidente, la vicepresidenta Victoria Villarruel y el ministro del Interior, Guillermo Francos, comenzaron esta semana a coleccionar fotos con algunos mandatarios en el interior del país, en la Casa Rosada están analizando caso a caso para buscar -después del primer fracaso con la ley ómnibus- nuevos apoyos para volver al ruedo con la batalla legislativa.

Pese al primer traspié legislativo, la pretensión de Milei y su mesa chica es redoblar la apuesta en el Congreso. Siempre según altas fuentes oficiales, no sólo buscarían reflotar la ley ómnibus (no queda en claro si entera o en partes) sino que sumarían otro paquete de proyectos de alto calibre en las sesiones ordinarias que serán inauguradas el primero de marzo.

Entre otros proyectos figura una reforma previsional que no solamente plantee un nuevo cálculo de movilidad, sino que también plantee alguna distinción entre quienes hicieron aportes al sistema de aquellos que no lo hicieron. También está en conversación la opción de mandar como proyecto de ley a la reforma laboral que figuraba en el DNU y fue suspendida por la Justicia.

En las últimas horas, en la Casa Rosada se vieron movimientos de articulación entre la “mesa técnica” (que trabaja las reformas y desregulaciones) y el “ala política”, en particular con el Ministerio del Interior. El objetivo es determinar qué gobernadores serían los más proclives a apoyar las iniciativas nacionales.

Lo que todavía no definieron cerca de Milei es la estrategia política para hacer avanzar el nuevo mamotreto de normativas. Hasta la semana pasada, en la Casa Rosada hablaban de imponer parte de ley Bases vía decreto y reflotar otra parte con un paquete de leyes “tema por tema”. Pero el lunes el ministro de Economía, Luis Caputo, habló de resucitar el proyecto inicial en formato ómnibus, ya que todavía tiene estado parlamentario. “No descarto que se vuelva a tratar la ley de Bases en el Congreso. Después veremos el paquete fiscal”, dijo.

Un importante colaborador de Milei dijo luego a LA NACION: “Queremos todo. Queremos la ley que mandamos el primer día y también un montón de otros proyectos”. Y arremetió: “Desde una reforma previsional hasta un proyecto para reducir la cantidad de asesores que tienen los legisladores”.

Es en ese contexto que se reanudaron los acercamientos a algunos gobernadores, que a los ojos de la Casa Rosada podrían apoyar las reformas, ya sea por necesidad de caja o porque están alineados al déficit cero. Los libertarios hablan de cerrar filas con 12 caciques provinciales.

En ese “poroteo”, se contempla a la decena de mandatarios de Juntos por el Cambio, aunque todavía hay dudas sobre algunos de ellos, como Maximiliano Pullaro (Santa Fe) e Ignacio Torres (Chubut). “Hay algunos que nos pueden correr la silla”, advierten en Balcarce 50.

Pullaro, que hoy estuvo en Buenos Aires para firmar un convenio con la embajada de Francia, se hizo tiempo para reunirse con Mauricio Macri, que volvió de la Patagonia y está muy activo. Ambos se encontraron en las oficinas del exmandatario en Vicente López para conocerse mejor y hablar de Santa Fe.

Si bien nunca perdió el contacto con Francos, Pullaro tiene su relación con Milei lastimada desde que arremetió contra la suba de retenciones que figuraba en la ley ómnibus. En Casa Rosada lo apuntaron por los votos negativos de los diputados santafecinos socialistas, si bien esos legisladores en rigor no responden políticamente al gobernador. De todas formas, Pullaro tiene más chances de reanudar el diálogo con Nación que su par de Córdoba, Martín Llaryora, que ya hizo de su enfrentamiento con Milei una construcción política propia.

Los gobernadores del Norte

Por fuera del arco cambiemita, en la Casa Rosada también ensayaron un acercamiento con algunos gobernadores del Norte. Francos viajó hoy a participar de la conmemoración del aniversario de la Batalla de Salta y mantuvo una reunión en esa provincia con los gobernadores de Misiones, Hugo Passalacqua; de Tucumán, Osvaldo Jaldo, de Catamarca, Raúl Jalil, y el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir; además del gobernador anfitrión, Gustavo Sáenz, que fue el principal promotor del encuentro del grupo de mandatarios con el enviado del Poder Ejecutivo.

El cónclave se extendió durante dos horas, con asado y empanadas salteñas. “Hablaron de la realidad de las provincias y de la Nación”, según se limitaron a decir en la Casa Rosada y aseguraron que no hubo ningún acuerdo concreto. Un colaborador de Milei dijo a este medio: “Francos les fue a llevar el mismo mensaje que el primer día. Que podemos sentarnos a hablar de la cuestión fiscal si ellos apoyan nuestras reformas”.

Antes que Francos, a Salta había viajado la vicepresidenta Victoria Villarruel. También ella tuvo una reunión con los gobernadores y una foto. La dupla presidencial hace un doble juego con los gobernadores, porque mientras Milei reparte descalificativos, la titular del Senado muestra especial interés en viajar al interior del país.

Cerca de Villarruel señalaron que el Presidente “estaba al tanto de la visita de la vicepresidenta y de todo lo que iba a hacer” en Salta. Ella, que vio que el Senado quedó en una parálisis con la embestida presidencial contra los gobernadores, pretende avanzar con los diálogos políticos previo aviso a la Casa Rosada. Mientras no reciba un freno desde Balcarce 50, avanzará.

A la colección de fotos salteñas se sumó el saludo que el lunes Milei había tenido con el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés. El encuentro del mandatario de la UCR con el Presidente fue fugaz, pero el gesto alcanzó para que hoy el correntino emitiera señales positivas hacia la Casa Rosada. Mucho más interesante para Milei fue la cuña que abrió con el presidente de la UCR, Martín Losuteau.

El día después de su encuentro con el líder libertario, Valdés lanzó: “Cuando viene un presidente, yo lo voy a atender... me importa tres carajos lo que piense Lousteau”.

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