La batalla que libra Kicillof antes de activar el plan 2027

La batalla que libra Kicillof antes de activar el plan 2027

Primero deben resolverse una serie de batallas internas que marcarán el vínculo con el resto de los actores del peronismo bonaerense. La interna, la discusión por el Presupuesto 2026 y la posibilidad de endeudamiento de la Provincia.

Por: Gabriel Sued.

Apenas se sentó el viernes pasado frente a los cuarenta intendentes que había convocado a la gobernación, Axel Kicillof confirmó que competirá en las próximas elecciones presidenciales. “Hoy arrancamos la campaña para 2027”, dijo, sin vueltas, según contaron dos participantes de ese encuentro. En esa clave hay que leer el comunicado que los jefes comunales del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) lanzaron esta semana para reivindicar el desdoblamiento electoral, en respuesta a las críticas de Cristina Kirchner, y respaldar el liderazgo del gobernador para la “reconstrucción de una esperanza para las mayorías”. No hay vuelta atrás.

El plan Kicillof 2027 deberá esperar, sin embargo, la resolución de una serie de batallas internas que marcarán el vínculo con el resto de los actores del peronismo bonaerense. No solo con Cristina, también con Sergio Massa. Antes de empezar con los armados propios en las distintas provincias y con las recorridas por el país, Kicillof debe garantizarse cierta estabilidad en la gestión. Sin diálogo con la presidenta del PJ, deberá resolver también una estrategia respecto del PJ bonaerense, presidido por Máximo Kirchner hasta el 18 de diciembre.  

La batalla por el partido quedará postergada hasta principios del año que viene. Hay cuestiones técnicas: los mandatos de los congresales y de las autoridades de los PJ municipales vencen en marzo, por lo que todo apunta a prorrogar el mandato de Máximo hasta ese momento para renovar todo a la vez. También hay razones políticas: antes de sumergirse en la discusión partidaria, el peronismo de la provincia tiene que resolver la batalla legislativa por el paquete del presupuesto 2026, que incluye la ley fiscal impositiva y el endeudamiento. De esa negociación surgirá el nuevo escenario interno. Las próximas semanas serán decisivas. 

En la previa a la batalla legislativa, hay tres posiciones para la jefatura del PJ provincial. En La Cámpora dicen por lo bajo que pretenden la continuidad de Máximo, aunque él todavía no confirmó si quiere seguir. En La Plata dejan trascender que no aceptarán un segundo mandato y que el partido debe ser liderado directa o indirectamente por el gobernador, como en el resto de las provincias que gobierna el peronismo. Circulan los nombres de Verónica Magario y de Andrés Larroque. Una tercera opción es que los dos sectores en pugna terminen por acordar un candidato de consenso. En ese escenario aparece Federico Otermín, intendente de Lomas de Zamora, que integra un grupo de jefes comunales no alineados, como Federico Achával (Pilar), Gastón Granados (Ezeiza) y Nicolás Mantegazza (San Nicolás).

En La Plata advierten que las posiciones que adopten los distintos espacios internos frente a la ley de endeudamiento, que requiere dos tercios en las dos cámaras, marcará una suerte de línea divisoria entre oficialismo y oposición. En definitiva, la discusión podría convertirse en una nueva instancia de escenificación de la ruptura entre Cristina y Kicillof. En la gobernación afirman que si no obtienen el acceso al crédito, la gestión enfrentará momentos muy difíciles: tendrá dificultades para pagar los aguinaldos y deberá hacer recortes sensibles en el gasto. “La Cámpora negocia como si fuera oposición. No solo porque no garantizan los votos, sino porque usan los recursos de la Legislatura para obstruir las negociaciones con el resto de los bloques”, se queja un ministro provincial. 

El sector que conduce Máximo Kirchner dejó en claro los términos de las tratativas. Para aportar los votos que necesita Kicillof, exige la creación de un fondo para los municipios. Este punto tiene el respaldo de todos los intendentes, más allá de su alineamiento político. El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, incluyó ese ítem en la presentación del proyecto de Presupuesto 2026. Pero no le asignó un monto específico. Mayra Mendoza no dejó pasar la omisión. “Me vine con un cuadernito para anotar todo porque quería ver números. Hay números de otros ítems pero no del Fondo de Fortalecimiento para municipios”, dijo apenas terminó la presentación en el Salón Dorado de la gobernación. Es una cuestión de estrategia, responden cerca de Kicillof: “Si ponemos un monto, enseguida nos van a pedir el doble”.

Aunque no figure la cifra, los intendentes calculan que es una discusión que ronda los 240 millones de dólares. El número equivale al 8% de los 3000 millones de dólares del endeudamiento que solicitó el gobernador para refinanciar pagos de la deuda que recibió de María Eugenia Vidal. Ese porcentaje, destinado a un fondo para los municipios, figuraba en el pedido de endeudamiento que hizo Kicillof a la Legislatura este año y que, sin el respaldo de La Cámpora y el Frente Renovador, nunca llegó a aprobarse. 

Los intendentes esperan que en este nuevo pedido de endeudamiento ese porcentaje sea tomado como un piso. Pero no se trata sólo del monto, sino de cómo se paga. La ley de endeudamiento autoriza al gobierno provincial a tomar deuda por ese monto, pero eso no garantiza que la provincia logre colocar esa cifra. Los intendentes de La Cámpora y otros no alineados pretenden que les garanticen un monto específico, para poder disponer de los recursos, más allá de cuánta deuda se logre colocar. 

En el Ejecutivo provincial aspiran a que a fin de mes ya esté aprobado todo el paquete de leyes. Es una negociación compleja que también incluirá la presidencia de la Cámara de Diputados, las designaciones de cuatro vacantes de la Corte, buena parte del directorio del Banco Provincia, organismos de control y la Defensoría del Pueblo. El mapa del peronismo se está reconfigurando. 

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