Por José Maldonado

A menos de una semana del paro general de la CGT en rechazo al decretazo y a la ley ómnibus, el peronismo tuvo este jueves una primera foto de unidad de gobernadores, intendentes, legisladores y referentes junto a la cúpula de la central sindical. El encuentro fue motorizado por el bonaerense Axel Kicillof y el riojano Ricardo Quintela, un eje cada vez con más protagonismo en la discusión del reordenamiento opositor ante la administración libertaria del presidente Javier Milei.

 

En la Casa de la Provincia de Buenos Aires, con Kicillof como anfitrión, la cumbre sumó a los secretarios generales cegetistas Pablo Moyano y Héctor Daer junto al gobernador Gustavo Melella de Tierra del Fuego, los jefes de los bloques de Unión por la Patria en Diputados y del Senado, Germán Martínez y José Mayans, respectivamente; además de intendentes del conurbano y referentes sociales como Juan Grabois. Por videoconferencia participaron otros mandatarios provinciales: Sergio Ziliotto (La Pampa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Raúl Jalil (Catamarca).

Mientras la Casa Rosada apuró negociaciones de último minuto con bancadas dialoguistas en el Congreso para que no naufrague la ley ómnibus, la convocatoria opositora dejó resultados satisfactorios en un peronismo todavía en proceso de reordenamiento, con el debut del tándem Kicillof-Quintela. Fueron el bonaerense y el riojano los encargados de cursar invitaciones y coordinar tanto las presencias como la agenda de la reunión, que giró en torno al paro del 24 y al impacto de la política económica del gobierno de Milei en las provincias y distritos gobernados por Unión por la Patria. Abroquelar la política partidaria para contener a los sectores más golpeados por las medidas de la gestión libertaria fue una de las coincidencias de la tarde.

 Quintela, que asoma la cabeza decidido a ser uno de los que pueda toma el bastón de mariscal en lo que viene, fue uno de los protagonistas de la tarde. La disputa judicial que abrió con el gobierno nacional por los fondos coparticipables de La Rioja y su decisión, avalada por la Legislatura riojana, de emitir una cuasimoneda para hacer frente al pago de salarios públicos, lo pusieron en el centro de todas las miradas.

La comunicación del riojano con Kicillof es permanente. Los dos coinciden en la necesidad de avanzar hacia un reordenamiento del peronismo para la nueva etapa que tenga como eje central una mesa amplia y horizontal con el resto de los gobernadores peronistas, las centrales sindicales, los referentes sociales e intendentes, antes que discutir nuevos liderazgos.

La Cámpora se suma

La ausencia de La Cámpora -que faltó a la reunión en la Casa de la Provincia, pero confirmó que irá a la marcha del próximo miércoles bajo el eslogan "La Patria no se vende, se defiente"- fue una de las notas del día. Con esa excepción, la cumbre mostró juntos y unidos a todos los sectores de Unión por la Patria. Estuvieron referentes del Movimiento Evita (Emilio Pérsico y la intendenta Mariel Fernández); de las dos CTA (Hugo Godoy y Hugo Yasky); Juan Grabois y Natalia Zaracho, de UTEP; la diputada Victoria Tolosa Paz y el diputado Eduardo Valdés; y los ministros bonaerenses Andrés Larroque y Gabriel Katopodis. Hubo también intendentes del conurbano, como Gustavo Menéndez de Merlo.

Todos comprometieron su participación en la marcha del próximo miércoles 24. “Va a ser masiva, multitudinaria”, advirtió Daer al final de la reunión. “¿Cien mil personas? Muchas más. Cien mil van a ser los policías nomás”, agregó, entre risas.

Kicillof apuntaló la idea: “Las consecuencias de las políticas de ajuste se verán el 24”, dijo. El gobernador agregó: “Hoy lo que tenemos que hacer es acompañar a los que más están sufriendo, por eso vamos apoyar la movilización que llevarán adelante las centrales obreras la semana que viene”.

La piedra fundacional del nuevo peronismo promete ser el 24.