Alberto evita cambios de Gabinete, pero no descarta nuevos recortes de poder a ministros "flojos"

Alberto evita cambios de Gabinete, pero no descarta nuevos recortes de poder a ministros

Podrían repetirse castigos como el que sufrió Bielsa. El fastidio con Pesce.

 

Alberto Fernández considera que por ahora no hay margen político para cambios de Gabinete antes de las elecciones legislativas, pero no descarta recortes de funciones en áreas que no funcionan como quisiera.

 

Lo deslizó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ante legisladores o dirigentes que lo visitaron en las últimas semanas y supieron por anticipado que la ministra María Eugenia Bielsa perdería el registro de viviendas populares, trasferido a Daniel Arroyo, a cargo de la cartera de Desarrollo Social. 

Toma de tierras: Alberto le saca a Bielsa la urbanización de los barrios populares

La inacción de Bielsa para la gestión del día a día, anticipada por LPO, no tomó por sorpresa a nadie: ni bien la convocó para ser ministra de Vivienda sobre el final del año pasado, Alberto intentó ubicar debajo suyon a alguien con experiencia de gestión que pudiera sostenerla, pero no consiguió interesados. Su última oferta fue a Cristina Álvarez Rodríguez, que prefirió quedarse en la Cámara de Diputados. 

Claro que la mayor tensión en el gobierno sigue siendo la que atraviesan el ministro de Economía, Martín Gumzán y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, por las medidas tomadas de urgencia para contener la escalada del dólar. 

El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, enfrenta severos cuestionamientos.

El kirchnerismo tiene a Pesce en la mira desde abril, cuando retrasaba medidas de contención de la pérdida de reservas, según interpretaban, por un excesivo diálogo con los actores financieros. Presentaron proyectos de ley para acelerarlas y cajonearon su pliego en el Senado, para dejar su salida a tiro de un simple decreto. En las últimas semanas en la City porteña, como reveló LPO, corrió el rumor de su reemplazo por el diputado Carlos Heller, de buena sintonía con Máximo Kirchner.

La continuidad de Pesce sólo se explica en la necesidad de no exhibir una víctima de las corridas cambiarias. Su vinculación de los compradores de dólar paralelo con actividades delictivas encendió al Gabinete económico, sin excepciones

Lo cierto es que la continuidad de Pesce sólo se explica en la necesidad de no exhibir una víctima política de las corridas cambiarias. Su vinculación de los compradores de dólar paralelo con actividades delictivas encendió reproches en el Gabinete económico, sin excepciones. Cuándo y cómo se define su partida será una discusión cotidiana en la Casa Rosada.

Previo a la corrida cambiaria, Guzmán había quedado en el top del Gabinete por su exitosa negociación de la deuda con los bonistas privados. "Antes llevaba a propuestas a Alberto y tenía que esperar; ahora lo que decide avanza rápido", evaluó ante LPO un legislador que trabajó junto a él en el diseño del presupuesto, en el que el ministro exigió mayor prudencia fiscal, un difícil desafío en estas tierras, pero necesario para cerrar un acuerdo con el FMI. La nueva crisis del dólar le abrió otro frente de batalla. 

Cafiero es otro de los que ya discuten pocos, dentro y fuera del Gabinete, donde están obligados a respetarlo porque a diferencia de sus antecesores se involucra más en el presupuesto junto a su segunda, la economista Cecilia Todesca. Diseñó y comunicó el recorte a Bielsa y advirtió intramuros que no será el único. 

La ministra de Justicia, Marcela Losardo. 

A los ministros, Alberto y Cafiero le exigen resultados pero también defender las iniciativas del Gobierno, porque si bien pareciera que unos pocos están autorizados a hablar en los medios, lo cierto es que según comentaron a LPO fuentes de la Casa Rosada, todos pueden hacerlo pero la mayoría prefiere la paz del silencio.

Bronca en el kirchnerismo con Losardo porque no defiende la reforma judicial

Un caso es el de Marcela Losardo, ministra de Justicia, socia del presidente en estudios jurídicos, con años de caminar en Tribunales en búsqueda de sentencias favorables para sus clientes. Desde que es funcionaria, evita chocar con los magistrados que conoce desde joven.

La ministra de Justicia, Marcela Losardo, sigue acumulando reproches por el silencio que mantiene en las peleas que da el Gobierno en la Justicia. No defendió la reforma judicial y tampoco opinó cuando la Corte Suprema aceptó el per saltum por el caso de los camaristas.

Nunca habló de la reforma judicial que aprobó el Senado y el presidente anunció desde la campaña electoral. Cristina Kirchner hizo saber su bronca y el último martes vivió la misma película cuando después de unas horas de conocerse el fallo de la Corte a favor de evaluar la continuidad de tres jueces que la juzgan, no aparecía una respuesta oficial.

De inmediato salió a contrarrestar la algarabía opositora Juan Martín Mena, el viceministro de Justicia, y uno de los abogados que más consulta Cristina, junto a la directora de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort, el diputado Rodolfo Tailhade y Carlos Beraldi, a quien sumó en la mesa de asesores presidenciales para un nueva reforma judicial. En la Casa Rosada nadie defiende la excesiva discreción de Losardo, pero no aventuran un castigo. Sus detractores dicen además que su jornada de trabajo termina casi a la misma hora que cierran los Tribunales.  

El ministro de Tudismo y Deportes, Matías Lammens.

Otra área que está en la mira es Turismo, que comparte ministerio con Deportes. "Matías (Lammens) no se muestra y no ordena su Ministerio. Hay una tirantez enorme entre las dos secretarías", confiesan en la Rosada.  

Lo cierto es que a pocos meses de iniciarse una temporada de verano tan peculiar por el coronavirus como clave para recuperar la actividad económica, no hay un plan claro sobre que hacer desde la Nación. El Congreso sancionó una ley ambiciosa, que contemplaba un bono con el 50% de la inversión para volver a gastar en otro viaje, pero aún no fue reglamentada. 

En el Ministerio niegan tensiones. "Hay una mesa interministerial para organizar la temporada. El bono de 50% fue una idea nuestra, sacamos tres planes de rescate para el sector: uno para pymes, otro para pequeños prestadores y otro para las provincias. Y en una semana lanzamos una línea de créditos con un año de gracia del Banco Nación. No es nuestra responsabilidad la demora en la reglamentación", se defienden. 

Reconocen que el ex presidente de San Lorenzo es el referente en todas las áreas. Un ex funcionario de la cartera contó a LPO que su nexo para temas de turismo era Sergio "Keko" Castro, director de Planificación de Desarrollo. 

Lammens enfrenta cuestionamientos por la planificación de turismo, un área clave para la recuperación económica. A meses de una temporada que deberá lidiar con el coronavirus, no hay todavía un plan claro para el verano.

La ley de turismo fue sancionada en aquella traumática sesión de Diputados en la que Cambiemos cuestionó la prórroga de sesiones remotas y la impugnó en la justicia, que todavía no se pronunció. Las provincias que dependen de esta industria reclaman su rápida implementación, pero por ahora sólo tuvieron promesas de Matías Kulfas, el ministro de Desarrollo Productivo, tironeado por el kirchnerismo desde el primer día. Aún no le perdonan su libro crítico del último gobierno de Cristina, cuando una presidencia de Alberto no estaba en los planes de nadie.

Este viernes, los senadores de la presidenta reformularon su ley para promocionar la industria del software, con una fuerte reducción de beneficios a las grandes empresas. El que había aprobado Diputados le permitía colarse a la telefónicas y petroleras. Sin embargo, en el gabinete nadie imagina un castigo a Kulfas, muy de la confianza del Presidente.

Una situación similar se da con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, otro de los protegidos de Alberto que habla poco y nada. Máximo Kirchner lo cuestionó en una de las primeras sesiones remotas del año por su excesiva complacencia con los empresarios y con líderes de la CGT que prefieren a Cristina lejos de Alberto. 

Las elecciones también podrían mudar a varios ministros al Congreso, ya sea porque son competitivos en las urnas o para quitarlos del Gabinete con elegancia. Entre los primeros casos se menciona a la titular de Aysa Malena Galmarini y a la de Anses Fernanda Raverta, como posibles candidatas en la provincia de Buenos Aires. 

Son definiciones lejanas que llegarán en los almuerzos que los martes suelen tener Máximo Kirchner y Sergio Massa con Cafiero y algunos integrantes del Gabinete. Muchos nunca aparecieron. Se muestran poco y nada. 

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