La Cámpora gana espacio en el armado del futuro gobierno

La Cámpora gana espacio en el armado del futuro gobierno

Amedida que se acerca el momento en el que Alberto Fernández revelará su gabinete, se confirman nombres que ratifican que La Cámpora se quedará con puestos claves en áreas sensibles del futuro gobierno con manejo de presupuestos importantes.

 

Además de los nombres de las figuras más conocidas de la agrupación, el equipo de Fernández tendrá a varios camporistas de perfil bajo que ya tuvieron cargos durante el gobierno kirchnerista o que demostraron su lealtad a Cristina Kirchner durante la gestión de Mauricio Macri.

Virginia García, la excuñada de Máximo Kirchner y exjefa de la AFIP de Río Gallegos, quedaría a cargo de la Dirección General Impositiva (DGI). Licenciada en Periodismo, abogada y cercana a Cristina Kirchner, García fue una de las camporistas en el Senado desde 2015 y fue elegida por la expresidenta como representante de la Cámara alta ante el Consejo de la Magistratura.

En el entorno de Fernández ya dan por confirmada su designación ante el organismo, un espacio clave porque permite tener acceso a todos los historiales impositivos.

Rodrigo "Rodra" Rodríguez manejará la Secretaría Administrativa de la Cámara de Diputados, desde donde se distribuyen los fondos para pasajes, designaciones, pensiones y subsidios. Su lugar fue acordado con Sergio Massa, que pondría a un hombre propio para manejar la Secretaría General de la Cámara, que administra los gastos del cuerpo.

La AFIP, por su parte, estaría liderada por Mercedes Marcó del Pont, pero la extitular del Banco Central estaría acompañada por Patricia Vaca Narvaja. Se quedaría con un puesto clave.

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La Aduana, otra área clave, podría quedar en manos del cristinista Carlos Castagneto, aunque todavía no tiene allanado el camino. Impulsado por La Cámpora, el hombre había sonado en 2015 para ocupar el Ministerio de Desarrollo Social si Daniel Scioli se convertía en presidente.

También se espera que La Cámpora tenga un espacio importante en Desarrollo Social a partir del 10 de diciembre.

Alejandro Vanoli, otro exjefe del Banco Central durante el kirchnerismo, conducirá la Anses y tendría como segundo al economista de La Cámpora Santiago Fraschina. La entidad maneja una de las mayores cajas del Estado y está a cargo del pago de asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo (AUH).

El PAMI, en tanto, quedará a cargo de la diputada Luana Volnovich, una dirigente camporista que en los últimos tiempos ganó peso en la agrupación. Especializada en temas previsionales, el nombre de la legisladora -que este año fue reelegida por la provincia de Buenos Aires- también había sonado para la jefatura de la Anses.

Néstor Toribio se quedaría con la pauta del Banco Provincia. El camporista tuvo un rol activo durante el gobierno de Cristina Kirchner, en el que ocupó la dirección general de Coordinación Institucional de la Comunicación Pública, dependiente de la subsecretaría de Comunicación Pública, que maneja la pauta oficial.

La pauta de YPF, en tanto, quedaría dentro de la órbita de Desiré Cano, una camporista que trabajó con varios referentes del espacio y que cobró notoriedad en 2017 por su presunta responsabilidad en una ola de despidos en el canal CN23.

Las posibles designaciones de los camporistas en puestos claves se suman a la llegada de la agrupación a otros puestos de poder importantes en el esquema nacional.

Por caso, el jefe de la agrupación, Máximo Kirchner, será el jefe del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, un puesto que lo obligará a levantar el perfil, que siempre mantuvo bajo.

En tanto, Eduardo "Wado" de Pedro, uno de los hombres de mayor confianza de Cristina Kirchner y uno de los fundadores de La Cámpora, sería anunciado hoy por Fernández como su ministro del Interior.

El vínculo con Fernández

La relación entre Fernández y el kirchnerismo más acérrimo, que promueve La Cámpora, es todavía una incógnita, pero el presidente electo manifestó recientemente que la organización que en sus inicios estaba compuesta por la juventud kirchnerista se había convertido en una "suerte de demonio", pero que sus miembros "maduraron".

Durante la campaña electoral, en uno de los viajes que hizo a Córdoba, Fernández dijo que "algunos" camporistas "son muy buenos dirigentes" y pidió "dar vuelta la página" a la etapa en la que se consideraba a La Cámpora un semillero de confrontación permanente.

 

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