Mientras se ultiman detalles en reuniones con gobernadores en busca de sellar el apoyo opositor, y en medio de la tensión con los gremios por el rechazo de algunos puntos polémicos que habrían sido dejados de lado, el presidente Javier Milei firmó este jueves el proyecto de ley de reforma laboral para enviarlo "inmediatamente" al Congreso y que comience su tratamiento en el Senado.

Tras su arribo del viaje relámpago a Noruega, donde participó de la entrega del Premio Nobel de la Paz pero no pudo coincidir con la líder opositora venezolana María Corina Machado, quien llegó tarde al país europeo en medio de un operativo secreto, el mandatario inició así el recorrido legislativo de la iniciativa que prevé la "modernización" del mercado de trabajo.

"El Presidente de la Nación firmó hace unos instantes el proyecto de modernización laboral que se enviará inmediatamente al Congreso de la Nación. El mismo representa la transformación más grande de la historia argentina en materia laboral", precisó el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, desde su cuenta de X.

Milei le encomendó a la exministra de Seguridad el liderazgo del debate en el Senado (Foto: archivo Presidencia).

El oficialismo tiene en mente que sea la flamante senadora Patricia Bullrich, quien además lidera la banca de La Libertad Avanza en la Cámara alta, quien se ponga al hombro las conversaciones con los bloques opositores para llevar a puerto una de las normativas centrales que el Gobierno espera aprobar en su segunda etapa de gestión.

El programa que modifica algunos aspectos claves del sistema de empleo se terminó de redactar recién cuando Milei ya estaba en el exterior, debido a que hasta último momento había partes del texto que generaban controversias, entre ellas la que refiere a la eliminación de la cuota solidaria sindical, que afecta directamente el humor de las centrales obreras. Dicho retiro es resistido por los gremios, ya que afecta la forma en que se financian, por lo que habría quedado afuera del texto libertario.

Adorni presentó esta semana los resultados finales de ocho de los diez puntos acordados con el Consejo de Mayo: quedaron afuera coparticipación y reforma previsional (Foto: archivo Presidencia).

Ante la importancia que tiene la reforma laboral dentro del paquete de medidas que la Casa Rosada preparó de cara al año próximo, en Balcarce 50 creen que es central el aval del Senado que le permita pasar a la Cámara baja. Por eso, eligió a tres funcionarios que actuarán como paladines de la propuesta oficial de modernización a la que aspiran.

Se trata del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; el secretario Maximiliano Fariña, también de su cartera; y el titular del área de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Julio Cordero.

Ellos podrían ser convocados para participar de charlas en la comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, la encargada de llevar a puerto el dictamen antes de que pase a debate y votación en el recinto. Otra de las aspiraciones del oficialismo es que Bullrich presida dicho grupo.

Por su parte, fuera de las paredes del Congreso, el ministro del Interior, Diego Santilli, avanza con sus encuentros con gobernadores para asegurar el respaldo de aquellos legisladores fieles a sus mandatos provinciales. Este último miércoles recibió a Raúl Jalil (Catamarca) y Marcelo Orrego (San Juan). Asismismo, junto al jefe de Gabinete, Manuel Adorni, este jueves visitará la Casa Rosada el tucumano Osvaldo Jaldo.