El directorio del Fondo Monetario Internacional tratará este viernes la segunda revisión y las metas para fines de septiembre de acumulación de reservas. La previsión completa se llevará adelante este mes, que la próxima semana tendrá de vuelta a Sergio Massa en Washington DC para participar de la Asamblea Anual del FMI y Banco Mundial. 

Con la segunda revisión del Fondo se pondrá en marcha un giro por u$s 3900 millones, mientras que al dar el visto bueno para las metas del tercer trimestre, garantiza también el desembolso siguiente, por otros u$s 5000 millones más antes de fin de año. 

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El detalle de las fechas de los giros se ajustará en el staff report, el informe de los técnicos del FMI que se conocerá tras la aprobación del directorio. Allí también se verán los lineamientos acordados para el 2023 por el equipo económico y los dirigidos por Kristalina Georgieva, según detalló Massa.

La revisión por el tercer trimestre por parte del board se enfocará donde la información completa este disponible, pero no se trata de una segunda y tercera revisión combinadas. Con la liquidación del dólar soja, el Central pudo cumplir la meta en septiembre con la acumulación de u$s 5000 millones.

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El viernes también está previsto que el directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apruebe, ya sin Mauricio Claver-Carone en la presidencia, el desembolso de los u$s 1200 millones acordados hasta fin de año. 

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Massa buscará después cerrar el acuerdo con el Club de París, que puede destrabar fondos para grandes obras de infraestructura. Es el único sector que se ilusiona con el financiamiento externo, ya que para el resto pesa mucho más la mala nota soberana. 

En la asamblea anual del FMI y Banco Mundial, en el marco de la que se desarrollará además la reunión del G20, Massa también podría encontrar financiamiento extra: el Fondo puso en marcha el Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad que le aportaría u$s 1300 millones más a la Argentina, con 20 años de plazo y 10 de gracia. Pero el costo es político: implica tomar nueva deuda con el FMI.

DÉFICIT FISCAL Y FINANCIAMIENTO

En cuanto a la meta fiscal, el déficit primario cerraría 2022 en torno al 2,8% del PBI, lo que implica un rojo de 1,2% del PBI en el cuarto trimestre. "Si el Tesoro utilizara sus excedentes de caja ($ 385.000 millones) y DEGs remanentes para refuerzo presupuestario (unos $ 200.000 millones), el financiamiento neto necesario para cerrar el programa financiero 2022 sería de sólo $ 400.000 millones, un rollover en torno a 122%", detalló un reciente informe de la consultora Equilibra.

En ese marco, los analistas a cargo de Martín Rappetti y Diego Bossio consideran que "el gobierno intentará evitar vender los DEGs esta año, para contabilizarlos como fuente de financiamiento 2023". Sin esa asistencia, debería obtener $ 600.000 millones netos en el mercado de deuda, lo que ven como "algo más exigente pero factible: el rollover promedio trimestral debería llegar al 134%".

En ese marco, Economía no está lejos de garantizar el financiamiento por lo que queda del año. "Poder mover los vencimientos a fechas posteriores a las elecciones será el próximo gran desafío", enfatizaron los economistas.