Recuperar la economía y la imagen, entre los desafíos de Alberto F. para 2022

Recuperar la economía y la imagen, entre los desafíos de Alberto F. para 2022

El Presidente se muestra fortalecido mientras CFK enfoca sus críticas en la oposición y la Justicia. La necesidad de acordar con el FMI y las peleas electorales que se adelantan.

Es solo una cuestión de actitud. Y Alberto Fernández inicia 2022 sintiéndose fortalecido y convencido de que en la segunda etapa de su gobierno superará la tercera ola de coronavirus y llegará

Esta vez, la pandemia no puede frenar una economía que arranca el año con el desafío de crecer mientras el dólar paralelo marca una cifra récord y la inflación no cede. El Gobierno no puede dilatar mucho más un acuerdo con el FMI y el ministro de Economía, Martín Guzmán, parece dispuesto a mostrar los “avances” que viene anticipando desde hace dos años. A falta de Plan Plurianual, quizás esta reunión sirva como hoja de ruta. Será ante los gobernadores, a los que la Casa Rosada planea involucrar y pedir su apoyo. Planteará los beneficios y lo que implica para cada territorio la firma ante el organismo internacional. Fernández vuelve a hablar de una “oposición responsable” y otra que “pone palos en la rueda”.

Sin dudas, en un año sin pelea electoral, para la Casa Rosada los jefes provinciales pueden ser los únicos aliados circunstanciales mientras que en el Congreso el ala dura de Juntos por el Cambio dominará las discusiones.

la recuperación económica a los sectores más bajos para los que asegura gobernar. Esto será de la mano de un acuerdo con el FMI al que sabe que ya no le queda mucho más tiempo.

El objetivo inmediato es que la nueva ola deje una menor cantidad de internaciones y fallecidos que las primeras. La efectividad de la vacuna y el plan de inmunización serán las claves para que el Gobierno pueda dejar atrás el vacunatorio vip y la fiesta de Olivos que opacaron la gestión de la pandemia y derrumbaron la imagen presidencial. El inicio de la vacunación en Argentina cuando aún las dosis eran escasas para el mundo, el alto porcentaje de inmunizados y su temprana aplicación en jóvenes deberían ser parte del relato del “éxito” si el país finalmente puede comenzar a dejar atrás el coronavirus

El Frente de Todos logró cerrar el debate parlamentario reanimado. Se recuperó del golpe del Presupuesto que sirvió para señalar una oposición imprudente y tuvo revancha en las dos Cámaras. Logró cambiar y aprobar el proyecto de Bienes Personales, pero también demostró fortaleza a la hora de juntar voluntades. Lo hizo incluso en un Senado en el que la oposición aseguraba que habían terminado con el quórum de Cristina Kirchner.

Sin embargo, el oficialismo no tiene interlocutores claros al momento de negociar y tampoco bancas de sobra a donde ir a buscar acuerdos parlamentarios. Aunque los votos no estén, seguirán con su agenda en la que los fracasos oficialistas serán justificados por una oposición que se niega a acompañar esa recuperación económica con la que insisten

Mientras tanto, después de las elecciones generales, las internas dentro del Frente de Todos se adormecieron. Alberto Fernández dio muestras de una toma de decisiones sin necesitar el aval K y Cristina Kirchner concentró sus críticas en la oposición y la Justicia. El Presidente planea continuar así a la vez que pretende que estos dos años de gestión también le permitan recuperar su imagen que pasó de picos de más de 70 % de positiva a una caída de hasta 40 puntos.

Meses atrás era impensado hablar de un Alberto 2023 y hoy se muestra en carrera. Sobre todo, porque no hay otros liderazgos que asomen y la lapicera de Cristina Kirchner ya parece ser insuficiente. ¿Será el momento para Sergio Massa? El presidente de la Cámara de Diputados aprendió a esperar, pero cuando lo crea necesario, reclamará su lugar. “Si hacemos las cosas bien, hay tiempo para todos”, repite.

En La Cámpora sueñan con un candidato entre los nombres más importantes de las boletas de la próxima elección, pero aún tampoco tienen nombres fuertes. Quizás por eso, avanzaron con la necesidad de mostrar un ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, terrenal, simpático y ocupado en los intereses de la sociedad. Sobre todo, después de quedar herido al encabezar la ola de renuncias. El Presidente ya convocó a dar esta pelea en las PASO del próximo año, pero serán disputas que aparecerán mucho antes de lo pensado.

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