Muy lejos del ruido político que generó el anuncio de la licitación para el diseño y construcción de los centros ambientales de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) en Tupungato, San Carlos y Tunuyán, a principios de junio el Ministerio de Ambiente dio por fracasada esa convocatoria y realizó un nuevo llamado.

Existieron millones de razones para dar de baja la licitación inicial. En concreto, fueron más de 320 millones razones (o pesos). Esa es la diferencia reconocida por la Nación entre el presupuesto ($776,5 millones) plasmado en el primer pliego y lo pautado en el segundo ($1.098 millones).

En el gobierno nacional evitaron hacer mención a esa diferencia de 41,5% entre ambos presupuestos y responsabilizaron a las empresas que se presentaron en la licitación. “En el marco del primer llamado se recibieron cuatro ofertas, de las cuales ninguna ha cumplido con los requisitos técnicos y financieros en su conjunto”, señala la resolución 192 del Ministerio de Ambiente, del pasado miércoles.

Las cuatro firmas que se presentaron fueron Bricons SA - Luis Carlos Zonis; Tecnologías y Servicios Ambientales SA - CEOSA; Eva SA - Laugero Construcciones; y Milicic SA. Sólo ésta última cumplió con las condiciones técnicas establecidas en el pliego y dio un paso más en la licitación. Pero su oferta económica superó todas las previsiones de la cartera que encabeza Juan Cabandié: $1.524 millones, es decir, un 96,4% más que el presupuesto oficial de $776,5 millones.

El 1 de junio, el Ministerio de Ambiente dio por fracasada la licitación y el 23 realizó un nuevo llamado. Si bien corrigió y aumentó el monto a $1.098 millones, todavía está lejos del parámetro que marca la oferta de la única empresa que avanzó en la anterior convocatoria.

Otro cambio en el pliego es el porcentaje de participación autorizada para subcontratar obras, que pasó del 40 al 50%.

La nueva resolución de Ambiente aprobó “el documento de licitación correspondiente al Segundo llamado de la Licitación Pública Nacional” para la construcción de las plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos en el Valle de Uco que posibilitarán la erradicación de basurales a cielo abierto en la zona.

Los fondos para esta obra que beneficiará a más de 138 mil personas provienen de un préstamo que la Casa Rosada acordó con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Llegarán a la provincia en forma de subsidio y se destinarán a la construcción de complejos ambientales en los tres departamentos: San Carlos contará con una planta de transferencia, mientras que en Tunuyán y Tupungato habrá centros de separación.

Historia de peleas políticas

La historia del programa GIRSU está plagada de enfrentamientos políticos y chicanas entre el radicalismo y el PJ. Fue impulsado en las gestiones de Alfredo Cornejo y Rodolfo Suarez, pero siempre se encontró con la negativa de la oposición.

El oficialismo requería del apoyo del peronismo para que la Legislatura aprobara un crédito blando del BID por 25 millones de dólares para construir las plantas de tratamiento de residuos urbanos en el Gran Mendoza y Valle de Uco. Sin embargo el PJ no dio aval ya que cuestionaba el alto endeudamiento general durante el gobierno cornejista.

Pero llegaron las elecciones y el desembarco de Alberto Fernández en la Casa Rosada modificó el panorama respecto al GIRSU. Así las cosas, en febrero de este año la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti anunció junto a intendentes y funcionarios locales y provinciales el plan para modernizar el sistema de tratamiento de residuos en el Valle de Uco.

El gobierno provincial acusó al PJ de “puentearlo” y puso en dudas las cifras finales de la obra. Por el contrario, en el kirchnerismo sostienen que con esta gestión se evitó un endeudamiento para la provincia -porque se trata de un subsdio y no de un préstamo en dólares- y destacan que “el trabajo en conjunto de la Nación con los municipios” está teniendo resultados concretos.

Cronología

27 de enero. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgó la “no objeción” al proyecto, dando lugar al inicio del proceso licitatorio.

24 de febrero. Se oficializó el llamado a licitación.

26 de febrero. Se publicó el aviso de llamado a licitación en el Boletín Oficial.

13 de abril. Finalizó el periodo de presentación de ofertas (hubo cuatro empresas interesadas) y se abrieron los sobres con las propuestas técnicas.

14 de mayo. Se realizó la apertura del segundo sobre con la oferta económica de la única empresa que superó el proceso técnico.

1 de junio. Se da por fracasada la licitación.

10 de junio. El BID otorgó la “no objeción” para llevar adelante la segundo convocatoria a fin de poder efectuar el proyecto.

23 de junio. El Ministerio de Ambiente autorizó el segundo llamado a licitación.

 

Por:Federico Brusotti