La puja por la fiscalización exhibe el malestar del PRO con LLA en el sprint final de la campaña

La puja por la fiscalización exhibe el malestar del PRO con LLA en el sprint final de la campaña

La tropa amarilla exige mayor participación en el operativo del 26-O. El mileísmo resiste y no quiere darle más juego al tándem Ritondo-Santilli.

 

Por Juan Rubinacci

 

En los últimos días de campaña, la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza abrió un punto de conflicto inesperado: los amarillos le piden al Gobierno hacerse cargo de parte de la fiscalización, pero encuentran resistencia por parte de quienes asumieron esa responsabilidad en los comicios de septiembre, con pésimos resultados para el frente electoral que integran ambas fuerzas.

El malestar de la conducción bonaerense del PRO radica en una situación similar a la de las elecciones provinciales, en las que -explican- los libertarios no cumplirían con los acuerdos establecidos. No obstante, en este caso la dirigencia amarilla pidió expresamente en algunas secciones electorales cumplir con funciones territoriales y de fiscalización que no pudo realizar el mes pasado. Según indicaron fuentes que trabajan en la campaña, hay negociaciones abiertas para que eso suceda, aunque haya resistencia particularmente en algunos distritos.

Todo se da tras el ascenso de Diego Santilli como primer candidato de la alianza, lo que derivó en un movimiento de buena parte del aparato del PRO que puso a disposición toda su estructura para la elección. El punto más alto del caso se dio la semana pasada, cuando hubo fuertes quejas de sectores que responden a Patricia Bullrich y Cristian Ritondo que encuentran resistencia de los libertarios para poder fiscalizar en La Matanza.

Cristian Ritondo, Diego Santilli y Sebastián Pareja.

La fiscalización es la cuestión

La candidatura de Santilli cambió la correlación de fuerzas entre el LLA y el PRO. El partido que conduce Ritondo en Buenos Aires se envalentonó y quiere más juego. El Colorado salió a caminar el conurbano bonaerense y a defender las ideas de Javier Milei en los medios, y quiere aportar su territorialidad para la fiscalización del próximo domingo. No quieren que se repita lo de septiembre, cuando el PRO recién pudo involucrarse a pocas horas de la elección y en la logística.

De todas formas, Letra P pudo saber que existen conversaciones entre las partes y que el PRO es optimista en tener otro tipo de participación en los comicios nacionales. Por lo menos ese era el objetivo de la ampliación de la mesa política bonaerense que encabezaban Karina Milei y Sebastián Pareja, a la que se sumaron -tras la derrota de septiembre- Santiago Caputo, Ritondo, Santilli, Bullrich, Guillermo Montenegro, Diego Valenzuela, Ramón Lanús y Maximiliano Bondarenko. Ya no participa José Luis Espert.

Diego Santilli

Por fuera de esa mesa, el santilliritondismo inició conversaciones con las bases territoriales de Pareja. En La Matanza no funcionó y hubo comunicados cruzados entre quienes buscan participar del operativo del domingo y la coordinación del municipio a cargo de Luis Ontiveros, que sostiene que todo funcionó bien en septiembre: “En todas las elecciones aparecen los cuervos y oportunistas que buscan tirar operaciones. Después del 26 de octubre desaparecen”, afirmaron en ese armado. Sin embargo, explican que en otros municipios habrá avances. En eso trabajan legisladores e intendentes en todas las secciones electorales.

Diego Santilli, ¿salvador o culpable?

También circulan versiones subterráneas sobre una campaña en la que, tras la renuncia de Espert, algunos sectores de LLA no hacen todos los esfuerzos para acompañar al ahora primer candidato Santilli. Temen -según esa tesis- que una muy buena elección lo exhiba como el salvador de otra catástrofe y eso se traduzca en un alza de las acciones del Colorado en la alianza con la Casa Rosada.

A su vez, otra derrota lo dejaría como el responsable de no poder remontar el proceso legislativo tras el narco escándalo y no estarían tan cuestionadas las figuras del jefe de campaña, Pareja, ni la del estratega Caputo. Este último suena con fuerza para reconfigurar el gabinete de Milei después del 26-O, lo que también le daría mayores atribuciones en el nuevo armado.

Comentá la nota