La otra batalla por la lapicera: tras el acto de Cristina, Máximo Kirchner avanza sobre la lista de los jefes del Conurbano

La otra batalla por la lapicera: tras el acto de Cristina, Máximo Kirchner avanza sobre la lista de los jefes del Conurbano

El líder de La Cámpora aprovechó la reaparición de su madre para presionar a los intendentes del GBA. La pelea por los lugares en las listas de concejales y legisladores provinciales.

 

Mariano Roa

Es un momento de tensión tan frecuente y terrenal como el que suele aparecer en la previa de los festejos familiares de Navidad o Año Nuevo: con quién pasarla y en qué lugar. También el quién y dónde resurge cada vez que llega una elección, en la pelea por la tinta y la lapicera que escribirá los nombres propios de las listas a concejales o legisladores provinciales.

Los poderosos intendentes peronistas del Conurbano no siempre son tan poderosos. O al menos, no tienen ni la única ni la última palabra a la hora de diseñar sus propias listas locales, que ellos encabezarán en la búsqueda de su reelección.

Máximo como jefe del PJ logró alinear a los intendentes del GBA. Ahora arranca la pelea por los lugares en las listas.

Todos los caciques, de alguna u otra manera, tienen que pasar por el filtro de La Cámpora. No quieren negarse, aunque podrían y vaya que lo desearían. Los salieris de Máximo Kirchner parecen haber resucitado gracias al envión que les dio la reaparición de Cristina la semana pasada. A la hora de ganar elecciones, a la agrupación del hijo de la Vicepresidenta le cuesta avanzar del chapoteo. Pero sí han logrado superarse en el arte de afilar la guadaña para condicionar y presionar a los intendentes.

"He logrado algún tipo de convivencia medianamente razonable con esos pibes que, en su mayoría, son más grandes que yo. Obvio que la tensión va a ir creciendo cada día que pasa y que estemos más cerca del 24 de junio (NdR: cierre del plazo para la presentación de listas de precandidatos ante las juntas electorales partidarias)", señala un jefe peronista del Conurbano Norte.

La Cámpora en las elecciones suele hacer agua con el sello propio pero sí han mejorado en el arte de la presión: van a meter gente propia en casi todas las listas del Conurbano.

"Si no los enfrentás, te quieren copar todo. Son voraces y se pelean entre ellos para ver quién consigue más para luego presumirle a Máximo. Yo los tengo controlados, con varios cargos en el Gabinete y en la lista de concejales les doy el segundo lugar. Lo que hago es arrancar desde ahora para garantizarme que ese nombre propio que tengo que darle a La Cámpora no sea un loquito o una loquita", indica en diálogo con Clarín.

La terminal de los intendentes en su negociación con el espacio de Máximo Kichner es Facundo Tignanelli. El jefe de la bancada de diputados bonaerenses es el que termina acordando con los jefes locales. Además, es el apoderado del PJ provincial. 

Los colegas de Martín Insaurralde señalan que el intendente en licencia de Lomas de Zamora es el que mejor negocia con Máximo.

"Es todo un circo que se repite cada dos años. Primero, cada uno de los intendentes armamos una mesa chica para la elección, en este caso 2023. Los que están en ese, ponele, equipo de campaña ya te marca cómo serán las negociaciones de las listas. Ahí tanto nosotros como La Cámpora jugamos con nuestros punteros para que se peleen. Ya con algo más cocinado, o no, hablamos con Tignanelli. Y sí las cosas se están por pudrir, aparece Máximo ", detalla un intendente del Segundo Cordón.

Otro líder comunal se confiesa con Clarín: "La culpa es nuestra por cagones. Lo elegimos a Máximo jefe del PJ y después amagamos a hacernos los guapos con el armado de nuestras propias listas. Acá, y si me mandás al frente te mato, el único que arregla sin pelearse es Martín (por Insaurralde). Fue él quien nos alineó a todos atrás de La Cámpora. Después nos quejamos de que nos quieran llevar puestos".

Mario Ishii y Fernando Espinoza son los que más se le plantan a La Cámpora en sus distritos. En el GBA. la organización de Máximo Kirchner solo tiene una intendenta: Mayra Mendoza.

Dos representantes, de los más fuertes de La Cámpora en el Conurbano, rechazan que quieran "joder" a los intendentes. "Los respetamos porque son los que ganaron las elecciones. El poder territorial es de ellos y casi no nos metemos. Pero nadie es boludo, ellos saben que nos tienen que dar lugares porque los votos son de Cristina. Después que la cuenten como quieran", le dicen a Clarín.

Ahí quizás resida la columna vertebral de la discusión. ¿Cuánto apoyo electoral realmente tiene Cristina en el Gran Buenos Aires? Sobre todo, en los lugares más postergados y alejados, como Tercer Cordón electoral.

"Mirá, la realidad es que cada día que pasa Cristina viene perdiendo votos. Eso es lo que se viene demostrando en cada elección. Eso no significa que no siga teniendo un piso alto, pero con un techo cada vez más bajo. Además, muchos de los que apoyan a Cristina son a los que más cuesta que vayan votar. Son los que mayor esfuerzo nos lleva y más caro nos salen: hay veces que tenemos que contratar a todos los remises del Partido para ir a buscarlos", admite un intendente, pero del Sur del GBA.

Un legislador importante del peronismo indica que Máximo, como jefe del PJ, ha logrado tender puentes con todos los intendentes, tanto del Conurbano como del interior de la provincia. "Hay, en general, buen diálogo con todas las comunas. En cinco comunas, la situación está detonada y va a ver batalla: Esteban Echeverría, La Matanza, Jose C. Paz, Tigre y Hurlingham", adelanta.

En La Matanza, quizás el mayor símbolo argentino del peronismo territorial, Fernando Espinoza siempre se jacta de no entregarle "ni un Consejero Escolar" a La Cámpora. Su pelea es con el propio Facundo Tignanelli, alférez de Máximo que además de manejar el bloque del PJ bonaerense tiene una cuestión que muchos llaman "personal" contra cacique matancero. 

"Hay que ver qué hace ahora el gordo Ishii después de la renuncia de Alberto. Para ganar la provincia lo necesitamos. Es uno de los lugares donde más diferencia sacamos, tan importante como Merlo o Moreno. Pero el gordo es tan pillo como difícil. Quizás el que mejor maneja el aparato de todos nosotros y no creo que se le arrodille a La Cámpora. A Máximo le va a salir caro José C. Paz", describe uno de los intendentes del PJ con mayor peso electoral.

En Tigre, lejos quedaron aquellas promesas de Sergio Massa cuando aseguraba que "con La Cámpora, ni a la esquina" o que iba a "barrera a los ñoquis de La Cámpora". Ahora el Ministro de Economía es íntimo de Maximo Kirchner, comulgan en la misma vereda, y van a ir juntos para enfrentar al jefe peronista e intendente, Julio Zamora.

Hurlingham ya se pelea el día a día. "Estoy arreglando todo lo que rompió La Cámpora", dice Juanchi Zabaleta. Más al Sur, está otro de los que se le plantó a Máximo. Es el jefe de Esteban Echeverría, Fernando Gray.

Vaya curiosidades, Gray es como un hermano mayor de Máximo. "Casi que se criaron juntos. Hay que escucharlo a Fernando porque es el que mejor conoce la mente de Máximo", dice un colega suyo del Oeste del GBA.

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