La polémica por el abucheo al Vicepresidente Amado Boudou, durante un acto en Santa Fe, y el escrache que sufrió en un barco junto a su familia el secretario de Política Económica, Axel Kicillof, derivaron en enfrentamientos entre el kirchnerismo y la oposición.
De inmediato, Bonfatti replicó que era un “desacierto más” del diputado K. Sobre el acto, dijo que “manejar 50 mil personas” no es algo “tan fácil” y argumentó que “La Cámpora ocupó unas gradas (durante el acto) y eso puede haber motivado el disgusto de la gente, porque fue el único sector con banderas”. Y el intendente Raimundo tildó de “pavadas” a las acusaciones de Rossi.
Al dirigente del FAP, Humberto Tumini, le parecieron “excelentes los silbidos a Boudou” y evaluó que “son un repudio a la política K” contra Santa Fe.
En tanto, el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, enfrentado con la Casa Rosada, opinó sobre ambos agravios: “Si en vez de aceptar cuando hay una crítica, el Gobierno responde con mayor virulencia, se está fomentando un clima que cada vez es más intolerante”. Por su parte, el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, opositor al Gobierno, manifestó que los escraches “nacen de una sociedad cansada de mentiras” y añadió que “llegó el hartazgo del modelo”.
También se refirió a este tema el gobernador bonaerense Daniel Scioli, quien pidió que “todos contribuyamos a la armonía”.
El ex diputado de Coalición Cívica, Fernando Iglesias, minimizó el escrache de un grupo de pasajeros argentinos en Buquebús a Kicillof y profirió que sólo se ve en el video “a un grupo de personas que gritan caradura y cosas de ese tipo”. Por su parte, desde el PRO, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, sólo cuestionó el “escrache” a Kicillof porque “no es una práctica positiva para construir un país mejor, menos involucrando a la familia”.
El legislador y referente de La Cámpora, Juan Cabandié, consideró que la agresión al secretario de Política Económica es “incentivada permanentemente por los medios de comunicación que denostan a La Cámpora y al Gobierno”. Sobre el caso, el ultrakirchnerista Luis D‘Elía opinó que “que lo insulten en Buquebús habla bien de Axel Kicillof, ‘lo malo’ sería que lo puteen los trabajadores”. El bloque de Nuevo Encuentro consideró que eran actos protagonizados por “minorías” que “eligen el patoteris-mo, el insulto y la violencia”.
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