“En La Matanza naturalizaron la pobreza porque les ayuda a ganar elecciones”

“En La Matanza naturalizaron la pobreza porque les ayuda a ganar elecciones”

El ministro de Educación y candidato a intendente le pega al peronismo, que gobierna desde siempre. Dice que los matanceros sufren “Síndrome de Estocolmo”. Se describe como un “dulce de leche”. 

Por: Sabrina Carrasco.

Alejandro Finocchiaro asegura estar preparado para cambiar La Matanza, la joya electoral del conurbano bonaerense. Como único candidato de Cambiemos y con la visibilidad que le concede su rol de ministro de Educación de la Nación, el funcionario de Mauricio Macri se prepara para “dar el cien por ciento” en la pelea electoral y desbancar al peronismo, que gobierna el distrito desde siempre. Apodado “Fino” por el Presidente, relaciona la pobreza estructural que padece La Matanza con el desarrollo político del peronismo. “La naturalizaron porque les ayuda a ganar elecciones”, afirma. Y remarca que en algunas regiones del distrito observa una especie de “Síndrome de Estocolmo” de los matanceros que viven de la asistencia del gobierno local.

“La Matanza tiene todo para ser un gigante industrial”, define el ministro. La charla con Letra P se desarrolla en el amplio despacho del Palacio Sarmiento, más conocido como Pizzurno. Rodeado de cuadros de Benito Quinquela Martín, fotos personales y una imagen seleccionada del Presidente, el funcionario aborda con detalle su futura contienda electoral.

BIO. Abogado egresado de la Universidad de San Andrés, es profesor de Teoría del Estado en la UBA y de Derecho Político en la Universidad de La Matanza. Tiene 51 años, dice ser "un dulce de leche" y es fanático de Boca: su ídolo es Blas Armando Giunta. Acompaña a Macri desde 2003, cuando “perdimos la Ciudad contra Aníbal Ibarra”, afirma. Desde 1983, trabaja políticamente en su ciudad natal, La Matanza. Fue titular de Educación bonaerense y en julio de 2017 asumió como ministro de Educación de la Nación.

-¿Siempre soñó con ser intendente?

-Hace muchos años que trabajo políticamente en La Matanza, porque es el lugar donde viví casi toda mi vida. Donde fui niño, donde me hice hombre, donde tuve mi primer decepción, mi primer fracaso, mi primera alegría, tengo amigos inconmensurables, amigos que ya no están. Ahí está enterrada mi mamá, tengo a mis hermanos. Tengo una cuestión afectiva muy fuerte con La Matanza y hace años que trabajo políticamente ahí. Este distrito es uno de los lugares que tiene mayor potencial en Argentina y me indigna verla tan pobre. Ahora este tema cobra notoriedad porque es un año electoral y hay un consenso para que sea yo quien represente la voz de los que quieren cambiar esta situación.

-El distrito siempre fue gobernado por el peronismo...

-No quiero ser injusto con todo el peronismo ni con todos los intendentes que gobernaron La Matanza, pero creo que hace muchos años que se ha naturalizado la pobreza porque la pobreza les ayuda a ganar elecciones a los que están. Entonces, yo te entrego un bolsón de comida, un subsidio y parece que te ayudo, pero se termina generando una especie de Síndrome de Estocolmo en muchos lugares que dependen de las prebendas de quienes gobiernan, una relación clientelar.

-¿La intendenta Verónica Magario sostiene esa lógica?

-Nunca personalizo en la gente, además conozco poco a Magario. Pero creo que la administración actual sigue esa lógica.

-¿En doble comando con el diputado nacional y ex intendente Fernando Espinoza?

-Sí, políticamente son socios. Al menos hasta ahora es así.

-¿Cómo se prepara para la campaña?

-Pienso ir por la positiva, explicándole a cada una de las personas que viven en La Matanza cómo podemos hacer un mejor municipio, vivir mejor, desarrollarnos desde el punto de vista productivo, social, moral. Esa va a ser mi lógica de campaña.

-¿Aun cuando la intendenta Magario es una de las más críticas a la gestión de Cambiemos?

-Sí, porque cuando alguien hace campaña debe trabajar junto a la gente para que se propague la idea de que se puede cambiar. Cambiemos no es la causa del cambio sino la consecuencia de la elección de un montón de argentinos que quisieron cambiar. Eso hay que reproducirlo también en La Matanza.

"El Presidente y la gobernadora van a estar en todos los lugares donde se los requiera y por supuesto que La Matanza es uno de esos lugares."

-También el concejal Miguel Saredi se mostró muy crítico con usted y su candidatura.

-Entiendo que Saredi no está más en Cambiemos, que salió de nuestro espacio. De hecho hace tiempo que rompió el bloque y sus concejales no votan con nosotros y han apoyado más al municipio que al gobierno provincial y nacional. No me extrañan sus críticas porque es una persona que está fuera de nuestro espacio político.

-La Matanza es el territorio más valioso a nivel electoral y por eso, el más difícil para conquistar. ¿Desde la Provincia y la Nación planean hacer foco ahí? Me refiero a un trabajo fino…

-Así me dice el Presidente (ríe)…

-¿Fino?

-Sí.

-¿Cómo es su relación con él?

-Es muy buena. Lo acompaño desde hace mucho tiempo y siento un profundo respeto y reconocimiento a alguien que considero un luchador. Mauricio siempre ha sido un luchador y ha peleado por sus convicciones y a muchos de nosotros nos ha enseñado algo que es fundamental: trabajar en equipo.

-¿Va a desembarcar mucho en La Matanza? ¿María Eugenia Vidal también?

-El Presidente y la gobernadora van a estar en todos los lugares donde se los requiera y, por supuesto, La Matanza es uno de esos lugares.

-Usted fue titular de la cartera educativa de la provincia y ahora lo es de la Nación, una situación particular y casi privilegiada en Cambiemos.

-En Educación somos un equipo que trabaja junto desde hace muchos años. Cuando Cambiemos gana la Nación, la Ciudad y la Provincia se tuvieron que armar tres equipos y, por supuesto, incorporar más gente. Pero la lógica de trabajo es la misma. Fíjese que yo, Soledad Acuña y Mercedes Miguel fuimos subsecretarios de Esteban Bullrich. Y así pasa también en la provincia. Somos un gran equipo que ha crecido porque se ha crecido políticamente.

-Cuando comandó el área de Educación en la Provincia tuvo un rol duro, fue inclusive uno de los primeros que cuestionó abiertamente al titular de Suteba, Roberto Baradel.

-Cuando asumí en la Provincia cerramos, junto a los ministros Hernán Lacunza(Economía) y Marcelo Villegas (Trabajo), una paritaria y comenzaron las clases sin problemas. Después la CTERA comenzó con esta lógica de partido político en vez de gremio y eso trajo tensiones, pero yo soy un negociador, una persona que entre un conflicto y una negociación siempre va a preferir el diálogo. No me considero una persona de perfil duro. En el fondo soy un dulce de leche (sonríe).

-¿La educación será parte de su plataforma?

-Va a ser clave. Por ejemplo, en el municipio el cien por ciento del fondo educativo va a ir para las escuelas, para repararlas, mantenerlas. No vamos a gastar en ninguna otra cosa que no sea infraestructura escolar.

-El año pasado murieron dos personas por un escape de gas en una escuela y esa tragedia destapó otras fallas graves en la infraestructura de los establecimientos.

-Sobre el caso de las personas fallecidas prefiero esperar a que se expida la Justicia para ver cuáles son las responsabilidades. Respecto a la situación edilicia, lo que dejó en evidencia fue que durante más de 30 años en la provincia de Buenos Aires no se cambió ni una bombita de luz. Cuando nosotros asumimos no teníamos un registro de la cantidad de escuelas que había en la provincia, ni de sus edificios, cuáles eran propios y cuáles alquilados. Tuvimos que hacer un censo. De hecho, los primeros meses pagábamos el alquiler contra las cartas documento que nos iban a iniciar una demanda. También censamos el estado de ese edificio. Eso permitió hacer más de 6 mil obras.

-Imagina que el tema de la educación y el conflicto gremial se va a meter en la campaña.

-Hasta ahora mi experiencia con los gremios universitarios no afecta esa situación. Ellos siempre se han comportado de forma profesional y siempre han tenido lógica gremial. Además, de nuestra parte va a ser una campaña propositiva, aún cuando me han sucedido cosas feas caminando por La Matanza, operaciones políticas.

"Yo nunca entré a una cancha para perder. Cada vez que entré a jugar di el cien por ciento. Mi ídolo es Giunta, de Boca: transpiraba la camiseta."

-¿De violencia también?

-No

-¿Qué tan difícil será ganar un distrito históricamente gobernado por el peronismo?

-Yo soy hincha de Boca. Yo nunca entré a una cancha para perder, lo cual no quiere decir que haya ganado, pero sí quiere decir que cada vez que entré a jugar di el cien por ciento de todo lo que podía dar. Mi jugador favorito en 40 años que llevo viendo a Boca es Blas Giunta, que era un mediocampista que dejaba transpirada la camiseta cuando terminaba, dejaba el alma en la cancha.

-¿En algún momento dudó de ser candidato?

-Jamás, nunca (piensa). A ver, nunca dudé que iba a trabajar para que cambie La Matanza. Después, conversando surgió el consenso para que yo representara la voz del cambio. Pero nunca dudé que iba a trabajar por mi distrito.

-¿Usted se lo propuso a Vidal o fue ella quien lo sugirió?

-Surgió de abajo. Surgió de todos los que estamos trabajando. De Hernán Berisso, de Héctor "Toty" Flores, de Eduardo "Lalo" Creus, de la gente del radicalismo.

-¿Cuánto lo ayuda el hecho de ser ministro?

-Yo en eso soy muy poco divo, no soy de los que codean para salir en la foto al lado del Presidente. Porque de la política lo que más me interesa es la gestión y el trabajo. Detesto los cócteles. Después de esto no me van a invitar más a nada (ríe), pero es que detesto las cenas hasta cualquier hora, las galas. Prefiero estar acá en el ministerio hasta las dos de la mañana trabajando.

-¿Puede esquivar esos protocolos?

-A veces sí, a veces no. Como pasa en todos lados. Yo me levanto a las seis de la mañana todos los días, me ducho y leo los diarios, así que cuando tengo algo nocturno aviso que me retiro tipo 22.30 e inevitablemente me voy a riesgo de ser antipático. Porque la gestión es muy dura, nosotros estamos 24 por siete, si me llama un sábado la voy a atender porque para mí es trabajo y para usted también.

-¿Cómo se distiende?

-Me gusta mucho estar en casa, pero estoy poco. Veo series con mi mujer, leo y aprovecho para pasear a mi perro. Es el único momento donde me permito no tener el celular encima, porque duermo con el celular en la mesa de luz. Cuando paseo a mi perrito es un momento maravilloso. Y amo a mi perro, que es un cachorro divino, se alegra tanto cuando me ve, pobrecito...

"A Vidal la veo muy bien, con sus convicciones intactas, y conociéndola debe tener muchas cosas programadas para el período que viene, es muy activa".

 

-¿Cómo se imagina la convivencia con el peronismo si llegara a ganar la intendencia?

-Espero que sea buena, que se colabore en la transición.

-¿Imagina a Magario como candidata a la gobernación?

-No lo sé. No me gusta meterme en las internas de otros partidos.

-¿Cómo ve a Vidal en este fin de primera gestión y en proceso de pre campaña?

-La veo muy bien, con sus convicciones intactas. Conociéndola, debe tener muchas cosas programadas para el período que viene, es muy activa.

-¿Hubo algún planteo, alguna línea política cuando hablaron de su candidatura?

-El trabajo. Nosotros estamos forjados en la cultura del trabajo, no hace falta hablar estas cosas porque están sobreentendidas.

-¿Van a continuar y se van a intensificar los timbreos?

-Sí, porque pocas cosas han revolucionado nuestra forma de pensar como es el funcionario en la calle escuchando a la gente. Porque te saca de tu oficina, de la torre de marfil, y te ubica frente a frente con la gente que es igual a vos y que te dice lo que piensa. Y para eso estamos nosotros, para escucharlos.

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