Con la mira ya puesta en las elecciones del año próximo y decidido a descentralizar el reparto de la obra pública, el Gobierno reunirá este viernes a más de 1000 intendentes de todo el país en Tecnópolis.

En paralelo, los intendentes bonaerenses que pretenden liderar la "renovación" del PJ planean una suerte de "contra cumbre" con jefes comunales de su partido para ese mismo día.

La cita oficial tendrá forma de foro, durará todo el día e incluirá paneles con exposiciones de ministros y funcionarios. Mauricio Macri hablará en la apertura y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quedará a cargo del cierre.

Además de Macri y Frigerio, expondrán el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Modernización, Andrés Ibarra. También están invitados el intendente de la ciudad española de Santander y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Íñigo de la Serna, y el secretario de Medio Ambiente de Barcelona, Josep Enric Llebot. Hasta anoche habían confirmado su asistencia 1300 de los 2237 intendentes que hay en todo el país.

Como muchos otros movimientos del Gobierno, la reunión de pasado mañana está pensada como una demostración de contraste con el kirchnerismo. En este caso, como una puesta en escena de la voluntad "federal" de Cambiemos y de la "importancia" que para la Casa Rosada tienen los intendentes en ese esquema.

A más de un gobernador, sin embargo, la convocatoria le trajo a la memoria -no sin amargura- la estrategia de saltear a los jefes provinciales y negociar directamente con intendentes que Néstor y Cristina Kirchner consolidaron como una de las marcas de agua de su forma de hacer política.

En el Gobierno niegan que el encuentro tenga ese espíritu. En la Casa Rosada aseguraron a LA NACION que los gobernadores están "todos invitados", aunque admitieron que la idea central de la cita es integrar a los intendentes al proceso de descentralización que pretende impulsar Macri, para el reparto tanto de obra pública como de vivienda.

La otra reunión

La movida paralela que están armando los intendentes no es un gesto de rebeldía. No del todo, al menos. Los peronistas del conurbano piensan participar del foro organizado por la Casa Rosada pero, al mismo tiempo, aprovechar la presencia de sus pares en Buenos Aires para generar una foto política con sello propio. Tal vez, durante la tarde del mismo viernes.

"Es una primera jugada simbólica. Más allá de la cantidad de intendentes que juntemos, la idea es mostrar que también ellos forman parte de ese movimiento de renovación que queremos para el peronismo", se atajó ante LA NACION uno de los organizadores de la reunión.

El encuentro peronista no está confirmado aún. Sería pasado mañana, aunque todavía no se definió el lugar. Si termina de tomar forma, muy probablemente tenga como escenario algún espacio cercano a Tecnópolis, para facilitar la llegada de los intendentes que estarán allí desde temprano.

Los promotores de la cita integran el Grupo Esmeralda, una facción de intendentes que rompió con Cristina Kirchner y acelera la reorganización del PJ: Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín) y Juan Zabaleta (Hurlingham), entre otros.

Los organizadores están por estas horas concentrados en la convocatoria, que hacen por teléfono caso por caso. La prioridad es atraer a los intendentes de las provincias que gobierna Cambiemos, como Mendoza, Jujuy y Corrientes, además de aliados, como el socialismo en Santa Fe.