Macri ahora acepta un Pacto del Bicentenario con el peronismo

Macri ahora acepta un Pacto del Bicentenario con el peronismo

La cúpula del Gobierno definió que intentarán reflotar el acuerdo, luego del cimbronazo por la ley antidespidos.

Mauricio Macri quiere reflotar el “Pacto del Bicentenario” con el peronismo en el Senado, tras dejarlo trunco en febrero, tras varias semanas de un intenso debate interno entre los miembros de la cúpula del Gobierno.

El propio presidente desestimó un acuerdo similar meses atrás, pese a que se lo sugería su propia vicepresidenta, Gabriela Michetti, junto al jefe de bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto. La falta de un pacto de ese estilo impactó fuertemente en el Gobierno con la sanción de la ley antidespidos.

La puesta en común de la estrategia -según confirmaron a Télam altas fuentes del oficialismo- fue definida ayer por la tarde, en una reunión en la que participaron Michetti, el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Interior, Rogelio Frigerio; su viceministro, Sebastián García de Luca; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y el dirigente radical y cofundador de Cambiemos Ernesto Sanz, que está en la mira de la cúpula del Ejecutivo por una serie de filtraciones.

 

La reunión -fuera de agenda y realizada en discreción en una de las salas de reuniones de la Casa Rosada- buscaba zanjar una discusión intensa que ya se había producido el sábado pasado, en uno de los tradicionales encuentros de la denominada "mesa chica" que el Presidente convoca cada dos semanas en la Quinta de Olivos.

 

El sábado pasado se debatió durante un largo tiempo la posibilidad de avanzar hacia un acuerdo global con el peronismo -especialmente el cercano a los gobernadores del PJ no cristinista y con los senadores alineados a Miguel Angel Pichetto-, o buscar sellar una suerte de Pacto del Bicentenario que buscaba el senador rionegrino o persistir en las negociaciones puntuales y constantes.

 

Entre los que más se opusieron a la primera opción están el asesor Jaime Durán Barba y el jefe de Gabinete, mientras que Sanz, Michetti y Pinedo concordaron en la necesidad de un pacto mayor y a largo plazo, con Frigerio y Emilio Monzó en posturas intermedias.

 

Finalmente, ayer hubo un nuevo encuentro en la Rosada en el que se decidió que "ir para adelante con un acuerdo pero sin bombos ni platillos ni alto perfil mediático, sino intentar buscar puntos en común en materia de economía, educación y asuntos institucionales y acotarlo al ámbito parlamentario, sin hablar de gobernabilidad".

 

La estrategia buscará tender puentes más firmes con los gobernadores peronistas -ya la Casa Rosada aceitó las relaciones gracias a los avances en el reparto de la coparticipación- y los legisladores del peronismo no cristinista, especialmente el bloque del Senado.

 

"Pichetto quiere un acuerdo grande desde principio de año", señalaron desde Cambiemos, y se cree que un pacto más firme y explícito evitará el desgaste de la constante negociación legislativa.

 

Así, la cúpula de Cambiemos definió una solución intermedia, impulsada -no por casualidad- por los actores que deben lidiar con las fuerzas opositores, y retaceada enfáticamente por Durán Barba.

 

"Él quería esperar a hacerlo en 2017, cuando Macri sea un líder más consolidado, porque considera que aún no está del todo afirmado por la recesión económica y los pocos meses de Gobierno", señalaron los que oyeron sus argumentos.

 

Mientras tanto, el Presidente dio la orden de que se continúe el diálogo con los dirigentes peronistas a la espera de poder sellar el acuerdo acotado no más tarde del Bicentenario de la Independencia, que se cumplirá el 9 de julio próximo.

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