Kicillof ignora la presión de Cristina y le contesta con una demostración de fuerza rodeado de intendentes

Kicillof ignora la presión de Cristina y le contesta con una demostración de fuerza rodeado de intendentes

La expresidenta insistió en que es un error desdoblar, pero en La Plata ya clausuraron el debate por la fecha electoral. El axelismo avanza y pone en duda la unidad en la Provincia.

Lucía Aisicoff

Axel Kicillof decidió ignorar la jugada de Cristina Fernández de Kirchner, que en los últimos días reactivó una discusión que parecía saldada: volvió a poner sobre la mesa que es un “error político” desdoblar la elección en la provincia de Buenos Aires. Desde el entorno del gobernador ratificaron que no moverán la fecha y respondieron con la confirmación del plenario del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) previsto para este sábado, al que asistirán los intendentes, organizaciones sociales y sindicales que promueven su liderazgo y emancipación política. 

La discusión del calendario electoral fue reactivada por Cristina el último martes en la cumbre de “urgencia” a la que convocó al Partido Justicialista (PJ). En ese encuentro, tanto la expresidenta como algunos dirigentes de su confianza –como Teresa García, Agustín Rossi y Anabel Fernández Sagasti– coincidieron en la lectura de que desdoblar las elecciones provinciales representa un “error político” que “le quita fuerza al peronismo”. No fueron solamente análisis cerrados de lo ocurrido en las últimas elecciones: Cristina pidió discutir la estrategia nacional y, pese a que no nombró a Kicillof, deslizó su malestar por una decisión que considera perjudicial para el PJ. 

En La Plata, la única respuesta fue que la decisión ya está tomada y que Kicillof ni siquiera considera la posibilidad de revisarla. “No existe ninguna posibilidad de que las elecciones sean concurrentes”, dijeron en su entorno, e incluso, con algo de sorna, agregaron: “No recibimos ninguna presión”. Para reforzar esa idea, se aferraron a los dichos de Teresa García, quien en una nota en C5N relativizó la presión ejercida sobre el gobernador: “No, no se ha planteado (que derogue el decreto). Se ha hecho un análisis de todos los distritos y de las próximas fechas del cronograma electoral en el país, viendo los resultados. Obviamente, se habló del desdoblamiento. Algunos compañeros y dirigentes de las provincias hablaron de la experiencia del desdoblamiento en sus provincias, de las consecuencias que habían tenido”.

Pese a los explicaciones e intentos de ablandar el tema, el mensaje en contra del desdoblamiento estuvo dirigido principalmente a Kicillof. “No tenemos ni idea. Ayer al final Teresa salió a decir que era todo un invento de los periodistas”, deslizaron desde La Plata a elDiarioAR, e ironizaron: “Convengamos que hace 20 años el peronismo pierde las intermedias y fueron siempre concurrentes. Así que la argumentación carece de racionalidad”.

La duda que sobrevuela en el ecosistema peronista es si Cristina decidió volver a presionar porque cree que Kicillof está a tiempo de revertir su decisión, o si simplemente está en construcción de su propio archivo de justificaciones para la eventual derrota del día después. Es que la expresidenta, en público y en privado, repitió hasta el hartazgo que el desdoblamiento podía ser una decisión que los llevara a perder. En su último discurso público, durante el encuentro de Cultura Popular del último domingo, la expresidenta sostuvo que los votos que se le van a Milei tampoco quieren “volver” al peronismo. Una frase que revela la profundidad de su diagnóstico. 

La discusión interna adquirió otro espesor tras el acuerdo sellado entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO en la provincia de Buenos Aires. Ni siquiera el desplante de Javier Milei a Jorge Macri en el Tedéum fue suficiente para evitar, o al menos poner en duda, el salto de dirigentes como Cristian Ritondo y Diego Santilli a las filas libertarias. Si bien lo justificaron como una “alianza”, lo cierto es que Sebastián Pareja, operador clave de Karina Milei, vaticinó que el nombre de su fuerza debería ser “La Libertad Avanza”. Un armado en el que el amarillo quedaría subsumido dentro del violeta.

Ante ese escenario, en el peronismo bonaerense se extiende el temor por una doble derrota: en las provinciales de septiembre y en las nacionales de octubre. La falta de una conducción y una estrategia unificada profundizan la crisis. Kicillof sigue en un lugar incómodo, a mitad de camino entre la centralidad de su gestión y el rol preponderante que quiere tomar Cristina para la campaña. 

Mientras tanto, el gobernador prepara su propia demostración de fuerza: este sábado encabezará en La Plata el plenario del Movimiento Derecho al Futuro. Cristina, como desde hace tiempo, no estará para oírlo: viajará a Corrientes a compartir un acto con Martín “Tincho” Ascúa, el intendente de Paso de los Libres al que apoya en la pelea por la gobernación. En la cuenta regresiva para la elección de septiembre, será un nuevo fin de semana de peronismo desdoblado. Y si bien ambos sectores aún pregonan la conveniencia de llegar a un acuerdo, en el axelismo se empieza a escuchar la necesidad de “unidad sí, pero que no duela” y el pedido de que respeten el lugar que debería tener Kicillof en la mesa de negociación. 

Comentá la nota