El “inmolado” pasó por Tribunales, gestos a varias bandas y una barra sin militantes

El “inmolado” pasó por Tribunales, gestos a varias bandas y una barra sin militantes

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.

El ex secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, se convirtió en el primer funcionario de la mesa chica del ex intendente Carlos Arroyo en pasar por los Tribunales para prestar declaración testimonial en el marco de la causa “Cochera de Playa Grande”, donde se investiga al ex Jefe Comunal por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Sus correligionarios de UCR que suelen felicitarlo por haber resistido en el puesto durante los cuatro años de gestión de Arroyo son los mismos que lo bautizaron como el “inmolado”. Está claro el significado: defender a uno de los peores intendentes democráticos que tuvo la ciudad significó el fin de su carrera política. “Soportó y defendió hasta lo indefendible vaya a saberse porqué. Sólo en la retirada evitó ponerle la firma a decretos impresentables como el de Playa Grande”, analiza uno de los correligionarios que aún no pude enteder cómo no presentó la renuncia cuando Hernán Mourelle y “su banda” lo destrataban a sus espaldas.

Lo cierto es que “el inmolado” este martes se sentó frente al fiscal David Brunna, una asistente de la fiscalía y el abogado del particular damnificado para responder las más de 50 preguntas que le hicieron. Fueron más de dos horas de declaración donde Vicente aseguró, según la reconstrucción que hizo este medio, que no fue parte de la firma del Acta Transaccional, ni tampoco del trabajo previo: tratativas, proyectos de acta, etc. ¿Por qué quedó excluido del polémico decreto? Según dijo, Arroyo le encomendó la tarea de forma personal a Ricardo Gutiérrez, integrante de la Secretaría Privada.

 

En un tramo de la declaración, el ex secretario de Gobierno reconoció que elevó en 2017 al Concejo Deliberante la respuesta a un pedido de informes sobre la situación de la cochera de Playa Grande. Vicente dijo que en ese momento, Arroyo ya le había dicho que no iba a permitir de ninguna manera el cambio de uso del estacionamiento para que se pudieran instalar boliche. Por ello elaboró un informe con la presidenta del Emtur, Gabriela Magnoler, en el que explicaron: “los usos complementarios que pretendieran proponerse no pueden alterar ni sustituir la actividad principal que le haya sido asignada y que no podrían ser considerados antes de que el concesionario cumplimente las obligaciones que tiene a su cargo, como es la obra comprometida en su oferta”.

 

Vicente también recalcó que varias veces Arroyo le había manifestado que no modificaría la finalidad de la concesión del estacionamiento y al ser consultado sobre como se entiende el cambio de actitud dijo desconocer el motivo. Y aportó otro dato: Reconoció que Arroyo, en ciertas ocasiones, delegaba a otros funcionarios de manera personal cuestiones sobre las que tenía particular interés. Este fue uno de los casos. ¿El motivo por el cual el intendente tenía tanto interés que hasta relegó a su secretario de gobierno? La respuesta, quizás, pueda brindarla la justicia.

Vicente también dejó un dato inquietante: dio a entender que no tiene conocimiento de que la Municipalidad, en ninguno de los gobiernos para los que prestó funciones, haya suscripto Acuerdos Transaccionales similares al firmado con Playa Azul. Explicó que normalmente tienen un fundamento, y se realizan para modificar una cuestión tangencial de la concesión. Eso sí: dijo que no puede decir que fue ilegal porque él no tuvo intervención.

 

En su declaración, el “inmolado” detalló un hecho insólito: la difusión de una foto de prensa de él junto a Arroyo frente al balneario 5 de La Perla, que debía ser demolido por Playa Azul en el marco del Acta Transaccional firmanda.  Según pudo reconstruir este medio, el ex secretario de Gobierno dijo que ese día de octubre se dirigían con el intendente a un corte de calle coordinado con vialidad en Constitución y la costa, donde se iba a filmar una escena de una película de Adrián Suar. En el transcurso, Arroyo pidió frenar el auto en el Balneario Nº5 de La Perla porque quiso ver personalmente cómo se desarrollaba su demolición. Si bien Vicente había quedado alejado del manejo del expediente, como se dicen en la jerga, el ex intendente lo “dejó pegado” con esa imagen que llegó a todos los medios.

La novela que puede llegar a terminar con la imputación de Arroyo comenzó cuando el concesionario de Playa Grande Sergio Goransky presentó una denuncia penal luego que el ex intendente firmara a principios de diciembre del año pasado un Acta Transaccional en la que autorizaba a Playa Azul SA -concesionaria del estacionamiento de Playa Grande-, a comenzar la ejecución de obras para instalar un boliche, algo que estaba prohibido en la concesión. La decisión llegó en medio de denuncias contra los responsables de las cocheras por sucesivos incumplimientos del contrato que, según los denunciantes, implicaba la rescisión.

En el Acta Transaccional firmada por Arroyo se estableció que se admitiría el “uso gastronómico y complementarios” de la Unidad Turística Fiscal (UTF) Estacionamiento de Playa Grande si la firma realizaba tres obras: un Centro Municipal de Veterinaria y Zoonosis en Laguna de los Padres, la puesta en valor de un inmueble de propiedad municipal y la demolición de la Unidad Turística Fiscal N° 5 de La Perla”. Finalmente, Arroyo autorizó a través de un polémico decreto a la empresa Playa Azul a comenzar las obras. Lo hizo el 9 de diciembre, un día antes de dejar el poder. Apenas asumió Guillermo Montenegro vetó el decretó y volvió a foja cero todo lo realizado.

 

Sobre la firma de ese decreto de Arroyo, Vicente dijo que se enteró por los medios de comunicación al día siguiente. Aseguró que no le consultaron su opinión sobre el mismo y no sabe quien lo asesoró al ex Jefe Comunal. “Quedó la sensación que en función de su dictamen de mayo 2017 decidieron relegarlo del trámite de la cocheras. Los hechos más salientes (firma acta acuerdo y decreto de autorización) no pasaron por su órbita, ni tuvo conocimiento hasta después de su realización”, analizó una fuente que tuvo acceso a la declaración judicial del ex funcionario. Otra sensación que quedó: el “inmolado”, después de cuatro años, decidió soltarle la mano a su ex jefe político: “Yo no hice nada, yo no sabía nada”. Ingratitudes de la política.

El intendente abrió las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante con un discurso que tuvo gestos a varias bandas. En principio, afloró la actitud antigrieta y dijo que no hay motivos para pelearse con el gobernador o el presidente. También mencionó a su rival Fernanda Raverta, y sostuvo que es bueno para la ciudad que una marplatense esté al frente del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense.

Pero los gestos no fueron solo de palabra. Apenas terminado el discurso, el intendente se dirigió a las bancas opositoras. “Los quería saludar porque no los había visto después del tratamiento del presupuesto”, explicaron en su entorno. Así, el jefe comunal se dio la mano con el titular de la bancada del Frente de Todos, Marcos Gutiérrez; la presidenta de la comisión de Hacienda, Virginia Sívori; el concejal del Frente Renovador, Ariel Ciano, y el jefe del bloque de Acción Marplatense, Horacio Taccone, entre otros.

Hubo otra decisión que quizás pasó más desapercibida. El intendente eligió dar el discurso sin militantes propios en la barra del Concejo. “La intención fue darle a la apertura de sesiones el marco institucional que se merece –subrayaron cerca del jefe comunal–. De la misma manera que se lo dimos al tratamiento del presupuesto, con todos nuestros funcionarios explicando los números”.

 

Antes, en la inauguración del ciclo lectivo 2020, Montenegro buscó afianzar aún más el vínculo con el sistema educativo municipal. Con su discurso corto y su negación a dar notas en la puerta de la escuela municipal 15, procuró restarse protagonismo. “Era el día de los docentes y los alumnos –distinguieron en el Ejecutivo–. Ellos eran los protagonistas”.

 

También se reflejó la decisión de que distintos funcionarios del gabinete participaran de los actos de inicio de clases en diversos establecimientos. Según contaron, con esa decisión, entre la primera plana del gabinete, los subsecretarios y los miembros de la Secretaría de Educación abarcaron 25 escuelas. Incluso la idea era estar en más: a último momento, integrantes de la Secretaría de Seguridad debieron excusarse. ¿El motivo? Tuvieron que acudir con premura al edificio de Luro y Salta, del que cayó una mujer.

 

Se van a extrañar los quinchos, las charlas con polémicas en los balnearios, los asados, en todos los casos, con invitados “foráneos” que en estas horas ya retoman sus actividades en la Capital Federal. La temporada prácticamente ha llegado a su fin en coincidencia con el inicio del ciclo lectivo, pero el balance ha sido más que positivo y al mismo tiempo inesperado. Mar del Plata vivió una gran temporada. “Nadie se hubiese atrevido a decir allá por octubre o noviembre que arrojaría estos números tan positivos, especialmente si los comparamos con los últimos veranos que veníamos cayendo”, admiten entre los representantes del sector turístico.

 

Federico Scremin, titular del Ente Municipal de Turismo, se mostraba eufórico en la tarde del domingo en café de la zona de Roca y Güemes. Sus colaboradores acababan de enviarle el último informe que determinaron que los números de la temporada 2020 son los más altos desde el verano 2015-2016: hubo casi 3,5 millones de turistas y fue el mejor febrero desde 1991. Durante el mes de enero, como se informó debidamente, arribaron a Mar del Plata 1.382.672 turistas. Sin embargo febrero, que acaba de terminar y es siempre considerado un mes “más flojo” en relación a enero, cerró con un récord histórico y una cantidad de arribos -para sorpresa de muchos- similar a la de enero: 1.272.018 personas llegaron a la ciudad en el segundo mes del año. La cifra, en gran parte obedeció al éxito rotundo del fin de semana largo de Carnaval.

Solo en Carnaval, este año hubo alrededor de 290.000 personas (un 13,4% más que el año pasado) que eligieron La Feliz y la transformaron por segundo año consecutivo en el destino más reservado de la Argentina para esta fecha. Entre los arribos de diciembre, enero y febrero, la ciudad contabiliza 3.484.057 turistas en la temporada 2020, un movimiento que al menos desde el verano 2015-2016 no se sentía en la ciudad y que generó satisfacción entre los operadores turísticos locales. “Son cifras alentadoras que nos alientan para seguir trabajando y aprovechando cada fin de semana largo que tendremos en el año, generando atractivas propuestas para que la ciudad siga recibiendo a miles de visitantes más”, señalaba el funcionario en comunicación con una radio capitalina.

 

En ese mismo café, a pocas mesas, se encontraba la más grande jugadora de tenis de la historia argentina, la sensacional Gabriela Sabatini, quien año tras año disfruta algunos días en la ciudad, donde tiene vivienda, junto a familiares y amigos. “Amo Mar del Plata y vengo cada vez que puedo. Incluso en mi carrera deportiva muchas veces hice los trabajos de pretemporada y entrenamientos más fuertes acá”, reconoció Gaby ante colega marplatense que intentó sin suerte la entrevista aunque logró mantener un breve y amistoso diálogo mientras algunos turistas y marplatenses se sacaban el gusto de tomarse una selfie con quien fue embajadora de lujo del deporte argentino.

En la tarde- noche del sábado, en el histórico bar La Biela, de Rivadavia casi San Luis, mientras prácticamente todos los allí presentes clavaban la vista en el televisor (jugaban River y Defensa y Justicia), acodado en la punta de la barra, el reconocido comerciante le confiaba al periodista que había sido un buen verano, que la gente “cuidó” el mango y que según le había comentado un rato antes un alto directivo de la Ucip, en febrero las ventas subieron un 8,6% en febrero pero los consumos fueron de menor valor. Con su plato de daditos de queso y un Fernet con Cinzano, sólo un tsunami lo hubiese hecho mover de esa barra…

 

También rescataba que al menos había cambiado el clima de “mala onda” que se vivía en la ciudad aunque aclaró que el invierno “será duro”, una frase ya histórica. No obstante, y siguiendo con el informe de la Ucip, dijo que en relación a las expectativas de ventas para los próximos tres meses el 37% de los comerciantes se mantiene optimista y cree aumentarán; el 33,3% respondió que bajarán puesto que finaliza la temporada alta; y el 29,7% restante supone que permanecerán igual. “Lo que nos mata es la inflación. Ese es el cáncer que hay que extirpar”, acotó otro de los “parroquianos” que, desinteresado del partido, se enganchó en la charla. “En la encuesta el 60% de los comerciantes marplatenses estimó que la inflación este año será del 40% o mayor”, indicó. El grito desaforado de los “millonarios” por el penal convertido por Quintero -voló incluso un vaso de whisky a medio terminar- le puso punto final a la charla. El comerciante divisó a Pablo Silva, -el inventor del spray que usan hoy los árbitros en todos los partidos de fútbol del planeta- caminando por la Peatonal Rivadavia y con él siguió viaje, escapando del bar donde se alentaba más a los de Gallardo que en el Monumental y disfrutando el variopinto espectáculo que ofrece esa calle con sus artistas callejeros.

A propósito de fútbol, también estuvo el fin de semana en Mar del Plata el relator deportivo, periodista y concejal de San Martín, Daniel Mollo, quien en restaurante de la zona de Mogotes comentaba ante amigos que hacía muchos años que un torneo de fútbol argentino no vivía una definición tan apasionante. “El sábado todo puede pasar pero está más que claro que el protagonismo excluyente en el fútbol, argentino hoy lo tienen Boca y los primos”, le decía a colaborador del intendente Guillermo Montenegro que había estado horas antes con el “lord mayor” ultimando los detalles del discurso que pronunciaría el lunes ante el Concejo Deliberante local en el inicio de un nuevo período de sesiones.

 

En la antesala del arranque de una semana con altas temperaturas en Mar del Plata, el concejal de Acción Marplatense, Horacio Taccone, escuchó atentamente el mensaje del presidente ante la Asamblea Legislativa, y un rato más tarde, en un domingo de playa apuntaba que hay que aprovechar, apoyar y trabajar sobre algunos de los anuncios formulados. Alberto Fernández, dijo, se refirió la inplementación del plan de ciudades sustentables, el desarrollo de planes estratégicos en ramas específicas de la industria y parques industriales, el impulso de la ley de apoyo a la economía del conocimiento y la fabricación de software, a la Ley consagrando los 24 distritos como capitales alternativa y la iniciativa relacionada con la defensa de la soberanía nacional en la plataforma continental que contempla nuestros intereses pesqueros. “Los cinco temas serán motivo de una presentación en el Concejo Deliberante”, adelantó entusiasmado. Luego con un par de amigos dejó la playa para irse hasta el Mundialista a ver Aldosivi- San Lorenzo.

Allí, en la confitería del Estadio, un dirigente de la Liga Marplatense de Fútbol reconocía que en el Ente Municipal de Deportes hay mucha preocupación por el estado en que se encuentra el Mundialista, especialmente el techo y las torres de iluminación, “Nadie quiere sorpresas desagradables y están quienes son partidarios de no habilitarlo en el futuro hasta tanto se puedan concretar las obras que se necesitan imperiosamente. Hace años que acá no se pone un mango y las consecuencias están a la vista” dijo en el entretiempo. Cerca, el “casi marplatense” Juan José Moro -¿cuantos argentinos siguieron a través de él las carreras y epopeyas de Guillermo Vilas, José Luis Clerc y Gabriela Sabatini?- también vivía las últimas jornadas de su descanso marplatense. Aunque pronto deberá volver. Es que el Concejo Deliberante tributará un reconocimiento al reconocido periodista, a partir de un proyecto presentado por Ariel Martínez Bordaisco (presidente del Concejo) y apoyado y alentado por el presidente del bloque de diputados de Juntos por el Cambio de la provincia, Maxi Abad, a quien el lunes le tocó ser “la voz cantante” de la oposición al analizar el mensaje del gobernador Axel Kicillof ante la Legislatura bonaerense.

 

“La próxima llevame” le pidió el humorista rosarino Omar Capacci (otro casi marplatense, con más de 30 temporadas en la ciudad, en la mayoría de los casos con Kiene Soneto, y ese año en un unipersonal) a Pablo Funes, quien agotado, en la noche del domingo reponía energías con un especial de jamón, queso, tomate y huevo en bar céntrico, tras haber gastado su dron en Villa Gesell, en la última jornada de la 27ma. edición Monster Energy Enduro del Verano, que convocó a una multitud. “Metieron más de 160 mil personas, algo increíble”, dijo Funes, quien prometió estar el viernes en el Colón para la última función de Capacci. El humorista aprovechó y dejó volantes de su espectáculo en el bar. “No sé como no me dieron el Estrella de Mar a mejor actor de reparto… Yo reparto, reparto y reparto todo el día”, sostuvo histriónico en el medio del abarrotado local, generando las sonrisas de todos los que lo rodeaban.

 

La página web del diario LA CAPITAL no para de batir sus propios récords. Esta vez el mes histórico fue febrero: hubo un promedio diario de sesiones de 174.877, un registro que superó las 169.664 de enero. Pero no sólo eso: también creció la cantidad de usuario únicos, es decir las conexiones de computadoras, tables y teléfonos celulares que acceden al sitio. En febrero hubo 2.378.748, 62.000 más que en el mes anterior.

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