Un hombre de Macri al frente del PRO: la jugada de Patricia Bullrich detrás de su alejamiento de la jefatura partidaria

Un hombre de Macri al frente del PRO: la jugada de Patricia Bullrich detrás de su alejamiento de la jefatura partidaria

En el pedido de licencia por 90 días se mezclan razones prácticas con una decisión de diferenciarse cada vez más de Horacio Rodríguez Larreta. La estrategia de la candidata presidencial. Quién es su sucesor al frente del partido

Patricia Bullrich se alejó de la presidencia del PRO para dedicarse de lleno a la campaña, en una jugada a varias puntas. Con su pedido de licencia, quiere dar la imagen de que no duda en alejarse del aparato partidario para acercarse más a la gente y tener más libertad para opinar sobre sus rivales (o su gran rival) en la interna. Busca, además, incomodar a Horacio Rodríguez Larreta porque implícitamente le pide que dé un paso al costado en la Jefatura de Gobierno. Y algo que no es menor en medio de la fuerte pelea interna: ascenderá como jefe del PRO Federico Angelini, su actual vicepresidente, un hombre de Macri que se convirtió en una pieza clave de su armado político.

La decisión ya estaba tomada desde hace semanas, pero no parece casual que Bullrich la haya anunciado ahora, a poco de haber comenzado la batalla en el PRO por la decisión de Rodríguez Larreta de que en la ciudad de Buenos Aires se utilizará el sistema de elecciones concurrentes, con dos urnas, una alternativa que empareja las chances en las urnas de Jorge Macri, el candidato del ex presidente y de Bullrich, y del radical Martín Lousteau para disputar la Jefatura de Gobierno.

El pedido de licencia fue uno de los temas sobre los que conversaron Macri y Bullrich en el encuentro que mantuvieron el jueves pasado. La jefa del PRO preparó su anuncio en el mayor de los sigilos y la noticia se difundió esta mañana, cuando ella ya estaba en vuelo desde Tucumán hacia Buenos Aires. Aunque era esperada, la decisión implica otra apuesta de Bullrich con fuerte aroma proselitista.

Hay un aspecto práctico en su alejamiento del PRO. Es cierto que la actividad de campaña le insumía mucho tiempo y que ese ritmo se va a intensificar, pero Bullrich apunta a tener más libertad de hablar sin pensar en el equilibrio que demanda la presidencia del partido (aunque nunca pareció limitada a opinar e incluso a castigar a sus colegas/rivales con sus declaraciones). “Se torna imprescindible que mis actos sean claros y no se confunda la institucionalidad partidaria con mi precandidatura a Presidenta de la Nación”, dijo en la carta en la que fundamentó su pedido de licencia.

En el fondo, procura dar la imagen de una dirigente que elige a la gente antes que al aparato partidario, en un golpe de efecto dirigido, además, a ponerlo en foco a Rodríguez Larreta: ¿el jefe de Gobierno se verá obligado ahora a alejarse del cargo para no mezclar la campaña electoral con la función pública? La jefa del PRO lo explicitó en su mensaje de esta mañana: “Debemos hacer todos los esfuerzos para separar nítidamente cada institución -dijo-, dando pasos en un sentido correcto que afiance la República, sin aprovecharnos de los cargos públicos o partidarios, haciendo el esfuerzo de volver a dotar de prestigio a las herramientas de la institucionalidad”.

Bullrich decidió no hablar de la pelea feroz que mantiene con Rodríguez Larreta, aunque algunas de las señales que está dando están claramente dirigidas a diferenciarse de su adversario interno. Algunos creen que para darle a su decisión un valor más profundo, la titular del PRO debería haber renunciado directamente a la presidencia del partido y no limitarse a un pedido de licencia. Pero en una dirigencia política donde pocos dan señales de ceder espacios de poder, su decisión se convierte en una herramienta para consolidar la imagen de una figura poco convencional, disruptiva.

Aun así, Bullrich le dejará el lugar al vicepresidente del PRO, que no es un dirigente más: Angelini está alineado claramente con Macri y comenzó a trabajar al lado de la ex ministra de Seguridad hasta convertirse en uno de sus principales armadores políticos. Es diputado nacional del PRO por Santa Fe y se perfila como el candidato a vicepresidente de una fórmula encabezada por la radical Carolina Losada para la gobernación de esa provincia, en un frente que, según las encuestas, tiene muchas posibilidades de suceder al peronista Omar Perotti en un distrito dominado por la violencia narco.

¿Qué significa que la presidencia del PRO quede ahora en manos de un hombre de Macri? Parece un guiño muy sugestivo en medio de una disputa interna en la que ya no hay medias tintas: de un lado están los macristas-bullrichistas, aliados a los vidalistas, y del otro quedaron los larretistas, hoy con menos fuerza en el partido y más predicamento entre los socios de Juntos por el Cambio.

Cerca de Angelini descartan cualquier impronta radicalizada de su gestión al frente del PRO: prevé reunirse la semana próxima, por separado, con Bullrich, Larreta y María Eugenia Vidal para pedirles que bajen la espuma del conflicto y pueda acordarse una tregua para evitar los golpes bajos en la campaña. Con su antecesora en el cargo no podrá mostrar imparcialidad: el diputado santafesino acompañará a Bullrich al Foro Llao Llao, en San Carlos de Bariloche, donde la candidata presidencial hablará para empresarios del círculo rojo. Se sumará Damián Arabia, otro bullrichista de confianza.

Antes de anunciar su pedido de licencia, Bullrich viajó este jueves a Tucumán para una recorrida de campaña. La acompañaron Arabia y Hernán Lombardi, entre otros, y se mostró con la fórmula local para la gobernación de Juntos por el Cambio que integran Roberto Sánchez y Germán Alfaro, pero la novedad es que fue su primera actividad proselitista con Ricardo López Murphy, su aliado liberal. Allí no perdió la oportunidad de insistir en una propuesta para diferenciarse de Rodríguez Larreta: “Uno de los ejes importantes de nuestras políticas de seguridad será garantizar las actividades productivas, que sufren extorsiones y cohechos. Para ello vamos a aplicar tolerancia cero a bloqueos de calles y rutas. Se acabó el país de la extorsión”, dijo la flamante jefa del PRO en uso de licencia.

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