En el PRO, un grupo de 30 dirigentes del interior se rebela contra el liderazgo porteño y arma un polo de poder

En el PRO, un grupo de 30 dirigentes del interior se rebela contra el liderazgo porteño y arma un polo de poder

Son diputados, senadores, intendentes y autoridades partidarias provinciales que buscan mayor participación en las decisiones y elaborar un plan de gobierno “con mirada federal”. Por qué se agruparon tras la pelea entre Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Sus planes

Lenta y silenciosamente, un grupo de 30 dirigentes del PRO del interior, entre quienes hay legisladores, intendentes y autoridades partidarias provinciales, está gestando un polo de poder propio para hacerle frente al “porteñismo” de la agrupación fundada por Mauricio Macri, lograr mayor participación en las decisiones y elaborar “un plan de gobierno con mirada federal”.

Las conversaciones reservadas comenzaron hace poco más de dos meses, luego de las elecciones legislativas en las que Juntos por el Cambio obtuvo un resonante triunfo en 13 de las 24 provincias, aunque los representantes del PRO de las provincias sintieron antes un cimbronazo cuando se definieron las candidaturas: “Veíamos que muchas decisiones que se tomaban en Buenos Aires terminaban afectando a todo el país. El caso más emblemático se dio con el cierre de las listas porque hasta que no se solucionó el conflicto entre Horacio (Rodríguez Larreta) y Patricia (Bullrich) los distritos estuvimos a la deriva. Ahí muchos sentimos que en el partido tenía que haber una mirada federal”, afirmó a Infobae uno de los integrantes de este flamante sector político.

Con el paso de los días, además, esos mismos dirigentes del PRO del interior comprobaron que quedaban relegados no sólo de las grandes definiciones políticas del partido sino también de más lugares en la nueva Mesa Nacional de JxC. En estos últimos días, incluso, el malestar se acrecentó por los indicios de que tanto Rodríguez Larreta como Bullrich arrancaron informalmente sus campañas para disputar la candidatura presidencial de 2023 y esa incipiente pelea empezó a condicionar al PRO de todo el país.

“Entendemos que es un error anticipar un año y medio las candidaturas presidenciales porque es estar a contramano de las urgencias de la sociedad. Hace que todos entremos en modo electoral y que nos divorciemos de la gente. Si hay algo que siempre caracterizó al PRO y lo fortaleció es estar cerca de lo que la sociedad espera de la dirigencia política”, dijo a Infobae un referente del interior.

Este grupo no tiene todavía un nombre, aunque algunos quieren llamarse “PRO Federal”. Tampoco existe un liderazgo claro, aclaran sus miembros, porque se trata de una estructura que nació en forma horizontal y buscará mantenerse de esta forma.

Entre sus integrantes figuran, entre otros, el jefe del bloque de senadores del PRO, Humberto Schiavoni, de Misiones; el diputado nacional y vicepresidente del PRO nacional Federico Angelini, de Santa Fe; el diputado nacional Omar De Marchi, de Mendoza; el titular del PRO de Santa Fe, Cristian Cunha; el presidente del PRO de La Rioja, Julio Sahad; el ex ministro de Turismo de Cambiemos Gustavo Santos, de Córdoba; el diputado nacional y titular del PRO de Río Negro, Aníbal Tortoriello; el diputado nacional y presidente del PRO de Mendoza, Alvaro Martínez; el presidente del PRO en Formosa y diputado provincial Enrique Ramírez; el presidente del PRO de Tierra del Fuego y diputado nacional, Héctor Stefani; el diputado nacional José Núñez, de Santa Fe, y el ex diputado nacional Osmar Monaldi, de Jujuy.

Curiosamente (o no tanto), ni Bullrich, la presidenta del partido, ni Rodríguez Larreta, el líder en el distrito emblemático del PRO, están enterados de este germen de rebeldía provincial que está tomando cuerpo en sus propias filas, aunque sus miembros tienen previsto mantener reuniones con ambos cuando estén mejor organizados.

Por ahora, entre ellos hubo charlas informales en los pasillos o algunas oficinas del Congreso, dos Zoom, muchos WhatsApp y un objetivo: concretar el primer encuentro de la treinta de dirigentes del PRO Federal en febrero, quizá en la ciudad de Córdoba, como una forma de presentarse de manera oficial.

La semana próxima, unos 20 miembros de este grupo tendrán una reunión premilinar en la Ciudad de Buenos Aires para avanzar en la organización interna, pero saben que cuando se publique esta nota quedarán expuestos como rebeldes que quieren desafiar a los líderes porteños.

“No estamos a favor de Horacio o de Patricia ni tampoco en contra de ninguno de ellos -aclaró uno de sus dirigentes-. Queremos sumar. Apuntamos al fortalecimiento del PRO, a que el interior tenga más injerencia en las decisiones a nivel nacional, a recuperar protagonismo en las candidaturas para que no se elijan a dedo, a cumplir un rol más importante en JxC y a que el PRO gane la interna de la coalición y luego las elecciones presidenciales, y a que tengamos más participación en un futuro gobierno”.

Sin embargo, el que conoce esta movida provincial del PRO es Mauricio Macri: algunos de los referentes del interior le contaron acerca de sus objetivos y aseguran que el ex presidente “lo ve con muy buenos ojos”. En las charlas que tuvieron con él, dicen que se mostró entusiasmado porque este grupo “implica un crecimiento de los dirigentes del interior sin depender de nadie en Buenos Aires”.

Pese al acercamiento al ex mandatario, el PRO Federal hace una fuerte autocrítica de su administración: “Es necesario construir un plan de gobierno federal. Uno de los problemas de la gestión de Cambiemos fue la gran cantidad de funcionarios porteños que había -opinó un exponente del grupo-. Hasta el director de Parques Nacionales era de la Ciudad de Buenos Aires. No perdimos las elecciones de 2019 por eso, pero nos terminó afectando no tener una mayor idea de federalismo en los planes de gobierno”.

Algunos de los referentes del interior, en la intimidad, cargan las tintas contra el jefe de Gobierno de la Ciudad: “El larretismo no tiene una visión federal y Patricia (Bullrich) tampoco -consideró uno de ellos-, pero Horacio (Rodríguez Larreta) es el que está más lanzado a la organización de la campaña. Ya armó dos mesas, una operativa y otra estratégica, donde sólo tiene una colección de porteños”.

En el PRO Federal sostienen que ciertas incursiones de los líderes porteños en el interior son contraproducentes. Rodríguez Larreta, por ejemplo, estará este fin de semana en Córdoba, donde, casi en campaña, asistirá al Festival de Cosquín, se mostrará con La Mona Jiménez, compartirá un asado con dirigentes de su partido y luego se reunirá con el radical Mario Negri y con Luis Juez. Hay quienes aseguran que esos últimos contactos agitarán las internas en el PRO provincial y en un sector de la UCR que se oponen a ambos dirigentes. Lo mismo sucedería con la comida que esta semana tuvieron Diego Santilli, el armador político larretista, y Juez.

Esta iniciativa que surge del interior tiene puntos de contacto con el encuentro de noviembre pasado entre Rogelio Frigerio (PRO), de Entre Ríos; Luis Juez (Frente Cívico), de Córdoba, y Carolina Losada (UCR), de Santa Fe: tras sus rotundos triunfos en las últimas elecciones, buscarán ganar espacio en las decisiones de Juntos por el Cambio y trabajar en una agenda de la Región Centro para que prevalezca una “mirada federal” frente al “centralismo porteño” que, según se quejan, predomina en la coalición opositora.

En el PRO, ¿el nuevo bloque de poder provincial es enemigo de la Ciudad de Buenos Aires? Desde el interior, un organizador del grupo advirtió: “No somos enemigos de nadie, pero no queremos que toda la dinámica del partido pase por la porteñización”.

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