Esta mañana comenzó la 18ª Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina, pero su contenido ya viene siendo debatido por sus autoridades desde hace algunos días. Es que para esta ocasión, las autoridades de la central fabril decidieron realizar una celebración binacional, de la que también participarán empresarios y funcionarios de Brasil. Allí enviarán un mensaje muy duro hacia los fondos buitres.

El encuentro se llevará a cabo en la localidad bonaerense de Los Cardales, y culminará mañana con un encuentro de las presidentas Dilma Rousseff y Cristina Kirchner. "Argentina y Brasil: integración y desarrollo o el riesgo de la primarización", es el lema del festejo.

El titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, junto a su par brasileño de la Confederación Industrial, Robson Braga de Andrade, estuvieron al frente de la apertura. Los acompañaron los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli, y de Salta, José Urtubey.

También participarán del evento los ministros de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman; de Industria, Débora Giorgi; de Infraestructura, Julio de Vido; y sus pares de Brasil, el canciller Antonio de Aguiar Patriota; y de Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel.

Pero acaso el dato más contudente de la reunión será el pronunciamiento que hará la central fabril al fallo del juez Griesa, que obliga a la Argentina a pagarle 1450 millones de dólares el próximo 15 de diciembre, fecha en la que también se abonará los bonos PBI.

La iniciativa fue encabezada hace algunos días por el propio De Mendiguren y se terminó de decidir ayer por la noche. Los industriales quieren darle un corte definitivo al tema, mostrando que todos los sectores nacionales están alineados en este conflicto.

Desde la UIA se explicará que si Griesa no dar marcha atrá y empuja a la Argentina a un default técnico, se perjudicarán todas las empresas nacionales, sobre todo en su capacidad de financiarse en el exterior. También las Provincias sufrirán este mismo problema, y no son pocas las compañías que trabajan con las gestiones provinciales.

También reinaron las críticas para el canciller argentino Héctor Timerman. Entre los empresarios -de ambos países- y funcionarios de Brasil se quejaban de la poca actividad que tiene el ministerio de Relaciones Exteriores: lo acusan de no fomentar acuerdos, de no intervenir en conflictos. De hecho, explicaban que esta celebración binacional fue ideada y ejecutada por la propia UIA.