El entorno de Larreta sufre el embate de sus aliados tras la crisis política por la filtración ilegal de chats

El entorno de Larreta sufre el embate de sus aliados tras la crisis política por la filtración ilegal de chats

La pinchadura del teléfono de Marcelo D’Alessandro generó un tembladeral en el equipo del jefe porteño; la advertencia de Elisa Carrió al referente de Pro sobre su círculo de confianza

 

Matías Moreno

La crisis que atravesó el gobierno porteño por las filtraciones ilegales de los presuntos chats de Marcelo D’Alessandro, ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, volvió a poner en el punto de mira al entorno de Horacio Rodríguez Larreta. Esta vez fue Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica y una de las aliadas tácticas del alcalde en Juntos por el Cambio, quien salió a cuestionar en duros términos al círculo de confianza de Larreta.

Corría el martes pasado cuando, anoticiada de que D’Alessandro podría ser desplazado de su cargo por el escándalo que generó la pinchadura de su teléfono, Carrió llamó a Larreta para advertirle que estaba por cometer un error político: “Escúchame, Macri iba a lo de [Joe] Lewis y por eso no dejó de ser presidente. Así te van a voltear un gobierno. Ahora vienen por vos”, le espetó. Larreta le pidió tiempo y le prometió que volvería a comunicarse con ella. Inquieta con la demora, Carrió salió a marcarle la cancha a Larreta y apuntó contra su equipo, a quienes atribuía la presión para sacar a D’Alessandro: “Es un grupo de chicos incapaces e ineptos. No entienden nada de política”.

Con un estilo de conducción radial, Larreta se rodea de dirigentes que lo acompañan desde que sucedió a Mauricio Macri en la cima del poder de la Ciudad. La mesa chica del alcalde, uno de los presidenciables de Juntos por el Cambio, tiene unos cinco o seis integrantes. Son el diputado nacional Diego Santilli, su histórico armador y la gran apuesta bonaerense del larretismo para 2023; el secretario de Comunicación porteño, Federico Di Benedetto, su principal estratega; el secretario general y de relaciones internacionales, Fernando Straface, quien estuvo al frente de la campaña de María Eugenia Vidal en 2021 y se ocupa de posicionar en el exterior al alcalde; el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, en quien Larreta delega el manejo de la gestión -quedará a cargo de Seguridad tras la licencia de D’Alessandro-; y el secretario de Medios, Christian Coelho, a cargo del vínculo con la prensa.

Todos ellos participaron de la controvertida cumbre por Zoom -generó ruidos y pases de factura entre los asistentes- en la que Larreta analizó la situación de D’Alessandro tras la filtración ilegal de sus supuestas conversaciones con Silvio Robles, mano derecha del titular de la Corte, Horacio Rosatti, y el empresario Marcelo Violante. El episodio de D’Alessandro exhibió una división interna entre los leales a Larreta.

Aliados de Larreta en Pro, como Macri o Cristian Ritondo, o dirigentes cercanos en el ecosistema opositor, como Emilio Monzó, suelen sugerirle al alcalde que debe sumar volumen político a su tropa. Macri y otros jefes de Pro suelen comparar al gabinete de Larreta con el equipo de colaboradores que tenía el expresidente en 2015 en la Ciudad, cuando construía su plan nacional. Lo acompañaban desde Larreta, Marcos Peña y Monzó hasta Rogelio Frigerio, Guillermo Montenegro, Néstor Grindetti o Edgardo Cenzón.

“Horacio no cambió nada y Patricia mejoró”, evalúa uno de los escuderos de Macri. Hay dirigentes de Pro que observan un comportamiento errático en la estrategia discursiva de Larreta -pasó de mostrar carteles en contra de la grieta a sumar “halcones” o endurecer sus críticas al Gobierno- y le sugieren designar un jefe de campaña. Si bien a Larreta estos cuestionamientos parecen no importarle, uno de sus consejeros planea armar una jefatura de campaña “colegiada”, con tres integrantes. En Uspallata aventuran que ese lugar será de Di Benedetto.

El entorno de Larreta ya había sido objetado por Vidal y Carrió durante la campaña para las legislativas porteñas de 2021. Molesta porque Fernando Sánchez quedó afuera del Congreso por la performance de Vidal, la líder de la Coalición Cívica le había reprochado la estrategia electoral de Larreta. Dijo que Straface “hizo una campaña espantosa”.

Con la tormenta política que generó el caso D’Alessandro, Carrió volvió a la carga contra los asesores del jefe porteño. “No sé ni quiénes son, me los confundo. Pero yo le dije a Horacio: con la ineptitud no juego”, bramó el martes desde Exaltación de la Cruz cuando la pusieron al tanto de las negociaciones para correr al ministro de Justicia y Seguridad. Minutos después, Larreta la llamó y le reprochó los dardos públicos a su equipo: “Mis funcionarios no son ineptos”, le dijo.

Lilita también mastica bronca por la incorporación de Martín Redrado, exsocio de Sergio Massa, al gabinete porteño. “A mí no me consultaron. Eso es obra de su mesa chica”, apuntó Carrió, cuyos alfiles, Fernando Sánchez y Maximiliano Ferraro, rechazaron sondeos para sumarse a la Ciudad.

En la última ola de contrataciones, Larreta no solo cerró el pase de Redrado, sino que también presentó a Waldo Wolff y Silvia Lospennato. “Necesitamos rodearlo a Horacio y darle volumen a un gabinete de poca monta”, confesó uno de los socios de extrema confianza del jefe porteño. Pretenden reforzar “la imagen y la sensación de equipo”. Y tener dirigentes que “pongan el cuerpo” ante la opinión pública. De hecho, Wolff se estrenó como espada mediática con una curiosa defensa de D’Alessandro: mostró en televisión un “tutorial” sobre cómo adulterar el contenido de chats.

Jorge Macri, que se incorporó en diciembre de 2021, había ganado terreno como vocero político de la Ciudad hasta la pelea que se generó tras recibir el aval de Patricia Bullrich a su ambición de suceder a Larreta. En plena era del deshielo, no se expresó públicamente sobre la salida de D’Alessandro. Por ahora, descansa en Punta del Este.

Quien regresó de sus vacaciones en Brasil es Santilli. Como D’Alessandro, el exvice de Larreta sufrió el hackeo del celular, pero en la intimidad dice que está tranquilo. En charlas cerradas contó que había roto el aparato al sentarse en un escalón durante una recorrida en Luján y no le hizo un respaldo al nuevo teléfono. Por eso, no teme correr la misma suerte que D’Alessandro. “Me salvó la virgen”, bromeó ante los suyos. Internamente había pedido sostener al ministro.

La mayoría de los colaboradores más estrechos de Larreta integran la “mesa estratégica” que diseña su proyecto presidencial. Suelen reunirse los lunes en el búnker de Belgrano o en otras locaciones rotatorias, no solo para analizar el armado territorial y repasar la agenda de gestión y parlamentaria, sino, sobre todo, para definir la hoja de ruta del plan para posicionar a Larreta con miras a las próximas elecciones. Entre los dirigentes que transitarán la campaña presidencial con el alcalde están Omar de Marchi, al frente de la construcción territorial de Larreta en el interior del país -podría tomar distancia de ese lugar en los próximos días para abocarse al armado en Mendoza, donde apunta a competir con Alfredo Cornejo por la gobernación- y Lospennato, alfil del larretismo en el Congreso. Entre los funcionarios que ganaran ascendencia en los últimos meses está la jefa de asesores de la Ciudad, Julia Pomares, quien trabaja en el diseño de una “narrativa” para la campaña presidencial del referente de Pro. Como Straface, Pomares proviene de la cantera de Cippec, a la que suele recurrir el alcalde para nutrir a sus equipos.

Otros integrantes del círculo de confianza de Larreta tienen menor visibilidad, pero son escuchados por el alcalde en los momentos de mayor tensión. Son consejeros en las sombras. Se trata de Augusto Rodríguez Larreta, el hermano “lobista” del alcalde, que se dedica a tender puentes entre el mundo empresario y la política, y Edgardo Cenzón, exfuncionario de Macri y Vidal, quien tiene un vínculo estrecho con Larreta y conserva lazos con el círculo rojo. De hecho, es un hombre del riñón de Nicolás “Nicky” Caputo, íntimo amigo de Macri. Cenzón fue uno de los que buscaron acercar posiciones entre Larreta y el fundador de Pro para explorar una tregua. “No hay chance de que Mauricio cierre un acuerdo solo con él. Lo único que pide es que compitan con altura con Patricia”, sugiere un allegado a Macri. ¿El “hermano de la vida” del expresidente le hizo llegar el mismo mensaje a Bullrich?

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