Por Horacio Aranda Gamboa

Con la convocatoria a conformar “una gran mesa política horizontal” y el pedido de otorgar una “amnistía” a los dirigentes partidarios que en su momento emigraron hacia otros espacios, el Gobernador Ricardo Quintela (La Rioja), dio el último martes el puntapié inicial para avanzar con el operativo de renovación del Partido Justicialista nacional, de cara a redefinir la estrategia con la que deberán enfrentar las políticas de ajuste que plantea el gobierno del presidente Javier Milei.

“Hay un gran espíritu de unidad en el Justicialismo, entendiendo que somos la columna vertebral de lo nacional y popular en Argentina y que unidad no es uniformidad”, refiere el ex gobernador José Luis Gioja (San Juan)” ante la consulta de BAE Negocios respecto a la renovación partidaria.

El además ex diputado nacional y expresidente del PJ nacional, refiere que para encarar esa misión “no tenemos que ser sectarios”, ya que hoy “lo central es sostener la democracia que está en peligro y defender los derechos, porque este Gobierno viene por todo”.

En la difícil tarea de reconstruir un nuevo relato partidario -el que deberá incluir una necesaria autocritica-, un peronismo sin muchos nombres rutilantes en la palestra, deberá buscar a los dirigentes más aptos para que comanden la nueva etapa y para lo cual, ya comienzan a pensar en la figura de un gobernador, cuyo nombre saldría de la terna integrada por “Axel Kicillof, Ricardo Quintela y Gildo  Insfran, al que no hay que descuidar”, señala una fuente partidaria consultada por BAE Negocios.

El mandatario provincial que eventualmente resulte nominado, deberá asumir la presidencia del Consejo Nacional del PJ, para lo cual, previamente se deberá convocar a la Mesa de Acción Política, la que deberá definir los pasos a seguir en virtud de que el expresidente Alberto Fernández aún ostenta ese cargo hasta abril de este año.

“Alberto debería renunciar para que sea menos traumática la decisión que asumamos”, señala el vocero, quien asegura que ya hay “varios compañeros abocados a la tarea de pedir que Fernández renuncie o pida licencia”, lo que obligaría a ir a elecciones en marzo.

En la carrera por alcanzar la titularidad del peronismo, Kicillof es quien más pergaminos concita, entre otras razones, por haberse alzado con la victoria por un amplio margen de votos en un territorio estratégico para el peronismo como lo es la provincia de Buenos Aires y porque además, se erigió en una de las primeras voces dentro de ese espacio en salir a confrontar el ajuste planteado por Milei.

Pese a ello, el bonaerense viene dando pocas señales direccionadas a asumir la difícil tarea que le encomendarán a quien conduzca los destinos del peronismo, por un lado porque a lo largo de los próximo cuatro años deberá gobernar una de las provincias más complejas a sabiendas que el Ejecutivo nacional no dudará en ponerle escollos en el camino y por el otro, porque su mirada está puesta en las presidenciales de 2027.

“El que sea titular del PJ deberá ser alguien que decida no competir para cargos electivos”, refiere un dirigente de peso de la provincia de Buenos Aires, quien tiene experiencia en la estructura partidaria.

En el caso del riojano Quintela, este en los últimos días tomó la posta al considerar que el Justicialismo tiene la "obligación de organizarse" y promover una "suerte de amnistía" para reunir a los representantes de distintos espacios en una "gran mesa horizontal" de la que participen gobernadores, legisladores, la CGT y los movimientos sociales.

Con miras a ampliar la discusión hacia los dirigentes que en las últimas elecciones han venido compitiendo ya sea por fuera del Frente de Todos y luego al margen de Unión por la Patria, y con la intención de ser una alternativa opositora a La Libertad avanza, el riojano plantea que esos cuadros políticos "tienen que volver, hacer su aporte y, entre todos juntos, volver a construir un peronismo victorioso".

Sin embargo, no son pocos los que miran con desconfianza esa posibilidad, y en el caso particular de los diputados nacionales Miguel Ángel Pichetto y Florencio Randazzo, porque entienden que si bien “nosotros tenemos las puertas abiertas, ellos dos han descubierto que tienen otras ideas, sobre todo Pichetto que dice que hay cosas positivas en el DNU y la Ley Ómnibus de Milei”, advierte otra fuente consultada.

Por su parte, el Gobernador Infrán (Formosa) en la actualidad ostenta el cargo de presidente del Congreso partidario y es una de las figuras más reconocidas hacía el interior del espacio.

También comienza a ganar relevancia el ex candidato presidencial por UxP, Sergio Massa, quien la semana pasada se reunió de manera privada con la cúpula de la CGT, ocasión en la que cuestionó el paro programado por la central sindical para el próximo 24 de enero.

El exministro de Economía y líder del Frente Renovador, por el momento no tendría pretensiones de asumir un liderazgo político dentro de la oposición, pero sí estaría dispuesto a armar mesas de debate como forma de mostrar que hay un "camino distinto" al ajuste y a la devaluación.

"Estoy para ayudar y aportar ideas y toda la información de trabajo que haga falta", habría asegurado Massa en dicho encuentro, aunque distintos referentes del PJ lo quieren incorporar a la discusión partidaria.  

Desde el PJ nacional, advierten que este no podría ser candidato a la titularidad partidaria “porque él se fue del Justicialismo y regresó en el marco de un frente político”, pero además, señaló “que tampoco hay ánimo para que ello suceda”.

Otros nombre que también resuena pero con menos chances, es el de Guillermo Moreno, ex Secretario de Comercio Interior durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, al que le reconocen “un discurso atractivo”, pero asimismo, el poseer un comportamiento “muy jodido y anarquista”, lo que le granjeó “muchos enemigos internos lamentablemente”.

Al de Moreno, se suma el nombre de Juan Grabois (MTE), al que consideran “un emergente que nunca reconoció que era peronista”, sino más bien es un hombre “que viene de los movimientos sociales”.