Efecto Berni: intendentes ya comienzan a alinearse tras cruce entre el ministro y la Casa Rosada

Efecto Berni: intendentes ya comienzan a alinearse tras cruce entre el ministro y la Casa Rosada

El funcionario provincial fue declarado Huésped de Honor en un distrito bonaerense. Fue horas después del choque que mantuvo con Aníbal Fernández.

Por Bruno Lazzaro

Sergio Berni tiene algo claro: son varios los intendentes del Frente de Todos que, por lo bajo, se muestran en desacuerdo con las decisiones políticas nacionales y también con aquellas que nacen del seno partidario provincial, donde Máximo Kirchner será ungido como presidente del PJ bonaerense en diciembre próximo.

Con este dato como anzuelo, el ministro de Seguridad del gobernador Axel Kicillof avanza por los distritos en su afán de sumar apoyos en favor de lo que más temprano que tarde se convertirá en una campaña política rumbo a la candidatura que él mismo decida comandar de cara al 2023.

En el medio, las diferencias con el presidente Alberto Fernández y con alguno de sus ministros, como ya sucedió en repetidas oportunidades con la saliente Sabina Frederic, y que ahora mantiene con su par en Seguridad nacional, Aníbal Fernández, crecen. Y se magnifican. No solo por el manto electoral que recubre cada paso sino también por el posicionamiento a futuro.

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Más allá de que la mirada está puesta en noviembre, algunos dirigentes se permiten comenzar a imaginar escenarios futuros. De ahí justamente se desprendió el rumor de que Berni podría dejar la Provincia tras las elecciones. Algo que desmintió a su manera. Apelando a la importancia del movimiento antes que las decisiones personales.

Sin embargo, la semana pasada también dejó en claro que “cualquiera de los que militamos lo hacemos con el fin último de transformar una realidad y el mayor lugar en el que uno puede hacerlo es siendo presidente, sería deshonesto e hipócrita contestar como contestan todos diciendo que falta mucho”.

Pero no es fácil. Uno de los escollos con los que cuenta hoy es el propio Máximo, con quien semanas atrás tuvo un fuerte enfrentamiento. Es por esto que Berni tomó la decisión de salir a buscar la foto de unidad con aquellos intendentes que quedaron, en cierta medida, a la vera del Frente de Todos.

Primero fue hasta Esteban Echeverría con la excusa perfecta: la presentación de 20 nuevos patrulleros para la Guardia urbana adquiridos “con fondos municipales”, como bien aclaró el intendente Fernando Gray. Ambos dirigentes mantienen “una excelente relación. Son peronistas, antes que nada. Tienen un mismo pensamiento político. Y es importante que se muestren juntos”, le dijeron días atrás a Ámbito desde el distrito.

Gray fue el único intendente que se opuso a viva voz a la llegada de Máximo a la presidencia del PJ. Y esa postura tuvo su costo político. Hoy el jefe comunal no participa de ninguna actividad nacional, ni provincial.

Pero no fue el único. Quien dio un claro mensaje de apoyo fue el intendente de Coronel Suárez, Ricardo Moccero, que en las últimas horas, y tras la visita del ministro de Seguridad, decidió nombrarlo Huésped de Honor. “Es un reconocimiento que me honra e impulsa a seguir avanzando en más y mejores condiciones para garantizar la seguridad de cada bonaerense”, agradeció Berni.

Moccero fue al único intendente bonaerense al que le abrieron una interna (más allá de la ocurrida en José C. Paz, que fue avalada por Mario Ishii). Y para colmo, la perdió a manos de Flavio Diez, un dirigente de La Cámpora. Es por esto que en la ciudad de la sexta no quedaron contentos con el accionar del futuro presidente del PJ bonaerense.

El hecho se dio horas después de que Berni mantuviera un fuerte cruce en redes sociales con Aníbal Fernández y le respondió: “Lamento informarle lo obvio, sería necesario contar con la aprobación y el consenso de la sociedad en su conjunto. Si mis matemáticas no me fallan el 12 de Septiembre hubo 16.323.291 argentinos que no aprobaron nuestra gestión. ¿Fui claro? ¿O le hago un dibujito?”, escribió.

La puja se dio en el marco de las diferentes opiniones que ambos tienen en relación al conflicto mapuche en el sur. Y la ironía apuntó al cruce que el ministro de Seguridad nacional tuvo con el caricaturista Nik. Demasiado ruido para un área sensibilizada por el irrefrenable avance de la inseguridad y cuyo impacto también tuvo su correlato en las urnas.

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