Por: Natalia Vaccarezza.

La provincia de Buenos Aires es el bastión más importante para el Frente de Todos porque se peleará por mantener las 70 intendencias en su poder además de la reelección del gobernador Axel Kicillof. La disputa de fondos distribuidos a los municipios será la clave del apoyo mutuo que tendrán en las elecciones de este año.

Los mandatarios locales -muchos de ellos no pueden ser reelegidos por ley- se pegarán a la campaña de la administración actual.

No figura en los planes del gobernador ni de los intendentes salir de la pelea bonaerense para jugar en una instancia a nivel nacional si lo pidiera la jefa política, Cristina Kirchner. Todos confían en que ganarán los deseos de Kicillof de tener un segundo mandato. 

Desde hace varios meses, el kirchnerismo bonaerense, encabezado por Máximo Kirchner, diseñó una mesa electoral enfocada en evitar internas y que haya consenso en la elección de un candidato.

Los miembros más representativos de La Cámpora mantienen aún un diálogo fluído y reuniones periódicas en La Plata, pese a que no se impulsan a nivel nacional. 

Sigue el reclamo de una mesa electoral y evitar PASO

La semana pasada el consejo provincial del PJ bonaerense volvió a reclamar una mesa de discusión al Presidente y que se defina la fecha del próximo congreso. Otro de los puntos fue convocar a una movilización hacia la Corte Suprema de Justicia el próximo 13 de abril en repudio al fallo contra Cristina Fernández de Kirchner para ejercer cargos públicos. 

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, buscaría su reelección

Lo que se ve de estos encuentros es que parte de la organización partidaria de la provincia mantiene un nivel de mayor cohesión y actividad política que no se replica en todo el Frente de Todos.

Hasta ahora no hubo definiciones de candidaturas ni de internas de ningún distrito en particular, pero sí un consenso en apoyo a la vicepresidenta, incluso con el clamor de que sea candidata a Presidenta.

Mientras tanto los intendentes se mueven detrás del kirchnerismo, que hoy tiene el poder del PJ local. Desde la gobernación defienden la estrategia de que haya la menor cantidad de internas posibles en los distritos, pese a que La Cámpora buscará imponer sus listas.

"No hay nada definido", aseguraron en el kirchnerismo bonaerense sobre la posibilidad de que haya PASO en varios municipios. En cuanto a las listas, el sector que impulsa la reelección de Kicillof afirma que "se armarán con todos los que integran el frente".

Los distritos con peleas internas

Algunos sectores de la coalición presionan por ir a internas si o si. El Movimiento Evita que conduce Emilio Pérsico amenazó con ir por afuera del Frente de Todos en La Matanza si no le habilitan una primaria a su esposa Patricia Cubría con el intendente Fernando Espinoza.

El peronismo local podría ceder a las exigencias del dirigente social y funcionario de la cartera de Desarrollo, ya que está más alejado del albertismo.

Es probable que el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, tenga un rival del oficialismo en las PASO 

Una situación similar se vive en Hurlingham con el regreso de Juan Zabaleta luego de ser ministro de Desarrollo Social de la Nación. Su lugar había sido ocupado por el camporista Damián Selci, que tiene aspiraciones de competir por la intendencia.

En San Martín, el intendente Fernando Moreira, que tomó el lugar de Gabriel Katopodis al asumir en el ministerio de Obras Públicas, anticipó que será el candidato del Frente de Todos, pero el referente del Movimiento Evita y diputado, Leonardo Grosso, advirtió que quiere jugar.

La oposición también está enfocada en el armado local donde viven 17 millones de bonaerenses y votan 12,7 millones. Juntos por el Cambio logró 60 intendencias en las elecciones de 2019, y quiere mantenerlas y reconquistar los distritos perdidos hace cuatro años, como Morón, Quilmes y Pilar.

El llamado del voto a voto

Kicillof bajó el llamado a los intendentes para que "caminen por el voto" para retener la provincia y que salgan a bancar al candidato del Frente de Todos, o sea a él. El kirchnerismo cree que "no todo está perdido" en el territorio bonaerense.

El gobernador sabe que necesita de la ayuda de los municipios para motorizar la candidatura a la reelección. También los distritos exigen ayuda económica y más obras en el año electoral. Los problemas de inseguridad, con la reciente muerte del colectivero Pedro Daniel Barrientos, genera preocupación en la administración de Kicillof y en los gobiernos municipales por el efecto social que pueda generar al momento de votar.

El gobernador necesita a los jefes comunales de su espacio político para lograr un apoyo y nadie se corte solo.  Desde La Plata afirman que el trato del jefe provincial y los intendentes "es bueno" y que "no hay ningún reclamo puntual" salvo la antigua demanda de la presencia de las fuerzas de la Gendarmería.

Las elecciones provinciales coincidirán con la fecha de las nacionales por lo que los comicios traccionarían a favor de las presidenciales. La diferencia es que los comicios en la provincia de Buenos Aires se definen por un voto y no hay posibilidad de segunda vuelta. Por eso el kirchnerismo pondrá toda la carne al asador en busca de sacar una ventaja a su favor.