Cristina: "No voy a tener una sola actitud que obstaculice la construcción de una mayoría"

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En el acto organizado por el "radicalismo popular" en Atlanta, la ex presidenta se comprometió a armar "un frente" amplio para ganar las elecciones. "Tuve todos los honores de la vida política", dijo.

Desde un acto organizado por el "radicalismo popular", rodeada de dirigentes del alfonsinismo, La Cámpora y parte del peronismo, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner envió señales para las elecciones 2017 y se comprometió a abocarse a construir "una nueva mayoría". "No voy a tener una sola actitud ni una sola decisión que obstaculice la construcción de un frente", dijo en el homenaje por los 100 años del gobierno de Hipólito Yrigoyen, que se realizó en el microestadio de Atlanta, en el barrio de Villa Crespo.

"He tenido todos los honores que puede tener quien ha dedicado su vida a la política y a la militancia desde muy joven. El compromiso esencial es el de contribuir con el mayor grado de amplitud, porque hoy la Argentina no necesita candidatos, necesita dirigentes que se pongan al frente en cada unos de los espacios sociales", dijo Cristina, sobre el cierre del acto, que compartió con Leopoldo Moreau, que encabeza el Movimiento Nacional Alfonsinista, Leandro Santoro, de Los Irrompibles; el líder de los bancarios, Sergio Palazzo; el ex subsecretario de la Presidencia y dirigente de Forja Gustavo López y el escritor Mempo Giardinelli.

El discurso de Cristina duró alrededor de 45 minutos y estuve precedido por un video sobre el triunfo y el derrocamiento de Yrigoyen, en 1930, que incluyó un capítulo sobre la influencia que tuvieron en ese entonces los medios de comunicación en su caída. "Vimos como atacaron a Yrigoyen, lo estigmatizaron, lo trataron de corrupto. Lograron convencer a la ciudadanía que estaba bien que fuera derrocado", señaló Cristina, y agregó que el discurso de los medios "se ha evolucionado en la tecnología y en lo discursivo pero siempre es la misma historia, el ataque a los movimientos nacionales y populares", trazando un paralelismo con lo ocurrido con su Gobierno y otros de la región, como el de Dilma Rousseff en Brasil.  

"Si la herencia es tan pesada que la devuelvan", disparó la ex presidenta antes de enumerar los logros de su Gobierno en materia social, como la repatriación de 1100 científicos, las entregas de netbooks, la incorporación de 3 millones de jubilados y la creación de 19 universidades nacionales, entre otras cosas.

La ex presidenta remarcó, además, que el gobierno de Mauricio Macri trabaja "con un gran blindaje mediático" y que consagra "el individualismo". Luego recordó que el 15 de noviembre se cumple un año del debate presidencial que enfrentó a Macri con Daniel Scioli y pidió que la ciudadanía "exija" a los medios de comunicación que vuelvan a transmitirlo para ver "cómo mintió", el Presidente.

Rodeada de banderas de las agrupaciones de Los Irrompibles, Movimiento Nacional Alfonsinista y Forja, con las caras de Yrigoyen, Raúl Alfonsín, Néstor Kirchner y la suya, ante unas 5 mil personas volvió a insistir con que la disputa electoral, "no se trata de una sola persona" sino que "la sociedad está un paso adelante de los dirigentes institucionales de la política".  Desde las primera filas, abajo del escenario, la aplaudieron el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández; el presidente del PJ porteño, Víctor Santa María; los intendentes Jorge Ferraresi y Mario SeccoTeresa Parodi, Dady Brieva, Arturo Bonín; los diputados nacionales Héctor RecaldeAndrés Larroque Juan Manuel Huss; la senadora Anabel Fernández Sagasti; el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada; el ex secretario de Relaciones Parlamentarios Oscar González; Martín Sabbatella; y las Madres de Plaza de Mayo, encabezadas por Hebe de Bonafini, entre otros.

Pese a que el acto fue organizado por un sector proveniente del radicalismo, los militantes no entonaron la marcha del partido. Por el contrario, en la previa del evento, parte de los dirigentes kirchneristas presentes con ADN peronista se lanzaron a cantar la marcha peronista, que fue acompañada por parte de la concurrencia. Sobre el final, Moreau le obsequió a la ex presidenta una boina blanca, que identifica al radicalismo. 

El encuentro tuvo como excusa la celebración por los cien años de la presidencia de Hipólito Yrigoyen, el primer mandatario en ser electo por el voto popular, secreto y obligatorio.

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