De Ciccone a Hotesur, escándalos que ponen a la familia en la mira

Los parientes integran el círculo de confianza del poder, pero a veces son alcanzados por la Justicia

Pueden ser peligrosos porque conocen todos los secretos, pero también porque muchas veces desconocen los riesgos que trae la portación de apellido. Sin la declaración de Laura Muñoz, la ex esposa de Alejandro Vandenbroele, presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou, quizás el caso de la imprenta Ciccone Calcográfica nunca hubiese explotado. Son muchos los familiares que complican a funcionarios del Gobierno hasta llevarlos a la Justicia por distintos motivos. Una venganza personal o un descuido pueden terminar en Tribunales.

El caso Ciccone expone otro ejemplo. Agustina Kampfer, ex pareja de Boudou, forma parte de la causa por enriquecimiento ilícito que enfrenta el vicepresidente y titular del Senado. La Justicia analiza su patrimonio junto al del hermano del vice y el de sus padres para determinar si creció de manera injustificada en los últimos años.

Los negocios de su familia con el empresario de la obra pública Lázaro Báez también le causan dolores de cabeza a la Presidenta en la causa Hotesur. La sociedad fue adquirida por su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, en 2008. El directorio estuvo compuesto por más parientes, todos de extrema confianza: sus hijos, Máximo y Florencia; su nuera, Rocío García, y su sobrina, Romina Mercado. Fue justamente ella, la hija de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, quien como presidenta del directorio de la empresa hotelera de los Kirchner pidió el desplazamiento del juez Claudio Bonadio.

Otros parientes de altos funcionarios quedaron más comprometidos con la Justicia. Silvia Reyss, ex mujer de Ricardo Jaime, está procesada como presunta testaferro del ex secretario de Transporte del kirchnerismo. Maestra, jubilada, Reyss compró una casa en Córdoba, un departamento en Río Gallegos, otro en Florianópolis, en Brasil, un yate y varios autos. También las hijas de Reyss fueron procesadas. Y Daniel Jaime, el hermano del funcionario, que vivía una vida austera en Brasil hasta que creó una sociedad fantasma que ganó obras públicas ferroviarias.

Para la Justicia, Alessandra Minnicelli, la mujer de Julio De Vido, es una pieza clave para entender el crecimiento patrimonial del ministro en la causa por enriquecimiento ilícito. Se sospecha que buena parte de los activos del titular de Planificación Federal fueron puestos a nombre de su esposa, ya que a partir de la nueva reglamentación de declaraciones juradas que se implementa desde 2013 los bienes de los cónyuges se informan en un anexo secreto. Minnicelli fue vicejefa de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) hasta 2007, uno de los organismos de control del Poder Ejecutivo, donde se desempeña su esposo.

El departamento de la pareja en la calle Paraguay al 3300, a nombre de Silvia Oviedo, puso en aprietos a Ricardo Echegaray. El entonces titular de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) y hoy titular de la AFIP, la agencia recaudadora, tuvo que dar explicaciones ante la Justicia sobre por qué una firma que había sido beneficiada con millonarias obras públicas tenía registrada la misma dirección que el inmueble de su mujer. Finalmente, el matrimonio fue sobreseído..

Comentá la nota