Alberto 2023: entre las pintadas de la militancia y la necesidad de no dar por perdida la elección

Alberto 2023: entre las pintadas de la militancia y la necesidad de no dar por perdida la elección

Desde el círculo del mandatario desmienten que haya equipos trabajando en el tema; miras en la gestión y la variable “oxígeno” de cara a lo que resta de gestión

“El que quiera hacerles creer que en 2023 estamos perdidos, ¡un carajo estamos perdidos!”. Las palabras del presidente Alberto Fernández en un plenario del partido Justicialista, en José C. Paz, le siguieron pintadas con la leyenda “Alberto Cumple”, firmadas por el espacio A23, entre otros, en la zona de Núñez. Todo llegó en una semana marcada por el escándalo alrededor del Consejo de la Magistratura. Un nuevo tembladeral que se sumó a la feroz interna que atraviesa la coalición de Gobierno.

Justo ocurre cuando desde el kirchnerismo empezaron a mencionar la hipótesis de Cristina candidata presidencial. Ayer fue el jefe de asesores de Axel Kicillof, Carlos Bianco, quien dijo que la vicepresidenta es su favorita para el año próximo.

“Cada uno sabe lo que tiene que hacer y sabe qué intereses tiene que defender, por lo tanto necesito de todos y cada uno de ustedes que estén convencidos. Porque el que quiera hacerles creer que en el 2023 estamos perdidos, ¡un carajo estamos perdidos”, fue parte de la exposición de Fernández en el conurbano bonaerense previo a su viaje de ayer a Neuquén, con parte de los “duros” de Energía, para la inauguración de la obra del gasoducto “Néstor Kirchner”.

“Otra posibilidad más que proponerse no tiene. Es una estrategia de supervivencia frente al año y medio de gobierno que le queda”, evaluó un hombre del oficialismo. Otros interpretan ese convencimiento como “oxígeno” para el mandatario, para encarar el resto de la gestión y poder volverse competitivo de cara a las próximas presidenciales, en especial tras la erosión de parte del kirchnerismo y La Cámpora. “Es un deseo de muchos, pero primero tiene que haber 2022″, dicen desde su entorno. “Buscan instalar que se puede, pero ya no”, insisten del otro lado.

“Lo que Alberto quiso expresar es que claramente puede haber un 2023, no caer en el desánimo de los que piensan que eso ya está perdido y que hay que apuntar directo a 2027″, dijo a LA NACION una persona cercana al mandatario. Aludió al libreto que repite el kirchnerismo. “Ese es el objetivo, transmitir la idea de que se puede seguir, más que una cuestión electoral. Lo que hay es un equipo de gestión para mejorarle la vida a la gente, no uno de campaña”, completó la misma fuente. Fue un punto en el que coincidieron otras dos fuentes.

Mientras desde el propio Gobierno dan cuenta de que ya hay un equipo que está funcionando con vistas a las próximas presidenciales, cerca de Fernández lo desmienten de forma categórica. “Lo primero, equipo de campaña no existe”, coincidió un alto funcionario a LA NACION. “Para que haya 2023 tiene que haber 2022. Por eso el presidente se ocupa de que la gestión funcione”, agregó y repitió los dichos del jefe de Gabinete, Juan Manzur, en la mañana de este jueves: “La instrucción del Presidente es no hablar de política”.

Desde el círculo más cercano del mandatario coinciden en insistir en que “las posibilidades de la reelección del presidente están atadas a dos factores principalmente, gestión económica, sostener el crecimiento para completar dos años consecutivos luego de los tres de recesión, y mejorar la distribución”. Y, por otro lado, como segundo factor, “la unidad del frente”. Esto último, consideran, se logra a partir del éxito en lo primero. “Mejorar la calidad de vida de los argentinos, cada día un poco más. Y no engancharse en la interna que saca la energía y solo destruye. Hiperpolitiza al Gobierno y lo aleja de los problemas cotidianos de la gente”, insisten.

Tras los embates del ala dura de la coalición de Gobierno, el entorno de Fernández endureció su discurso. Esa contundencia se da también a la hora de defender al mandatario y explicar que en José C. Paz, Fernández no habló de 2023 “pensando en una cuestión de nombres” aunque admiten que, obviamente, “la consecuencia natural de una buena gestión es que vuelva ser candidato”.

“Es parte de la política”, dicen respecto de las pintadas y el grupo A23, que viene funcionando desde el año pasado. “Se mueve la militancia, pero sobre todo cuando hacemos alguna acción, como lo de los bonos o en Neuquén”, explican desde Casa Rosada.

Desde Balcarce 50 insisten en que la mira está puesta en “resaltar la gestión” y que, más allá del “problema de la inflación” hay indicadores que “hablan de la buena gestión de Gobierno, en la que sube el empleo, la exportación, es un balance positivo y hay que trabajar en los problemas que faltan”, detallan. “Recibimos del macrismo un país destruido, hubo una pandemia y ahora hay una guerra, tenemos mucha gestión, pero está invisibilizada”, evalúa una de las voces consultadas. “Claro que hay para mejorar, pero también hay mucho para comunicar”, agregan.

Tras los embates del ala dura de la coalición de Gobierno, el entorno de Fernández endureció su discurso. Esa contundencia se da también a la hora de defender al mandatario y explicar que en José C. Paz, Fernández no habló de 2023 “pensando en una cuestión de nombres” aunque admiten que, obviamente, “la consecuencia natural de una buena gestión es que vuelva ser candidato”.

“Es parte de la política”, dicen respecto de las pintadas y el grupo A23, que viene funcionando desde el año pasado. “Se mueve la militancia, pero sobre todo cuando hacemos alguna acción, como lo de los bonos o en Neuquén”, explican desde Casa Rosada.

Desde Balcarce 50 insisten en que la mira está puesta en “resaltar la gestión” y que, más allá del “problema de la inflación” hay indicadores que “hablan de la buena gestión de Gobierno, en la que sube el empleo, la exportación, es un balance positivo y hay que trabajar en los problemas que faltan”, detallan. “Recibimos del macrismo un país destruido, hubo una pandemia y ahora hay una guerra, tenemos mucha gestión, pero está invisibilizada”, evalúa una de las voces consultadas. “Claro que hay para mejorar, pero también hay mucho para comunicar”, agregan.

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