De la acción social a dirigir AySA, una de las principales empresas del Estado: un nuevo desafío para Malena Galmarini

De la acción social a dirigir AySA, una de las principales empresas del Estado: un nuevo desafío para Malena Galmarini

La esposa de Sergio Massa -presidente de la Cámara de Diputados- e hija de dos importantes ex funcionarios peronistas, se convirtió en uno de los cuadros políticos fuertes del gobierno de Alberto Fernández. A los 44 años y graduada en Ciencias Políticas, asumirá por primera vez un cargo nacional

Aunque Malena Galmarini fue electa diputada por la Provincia de Buenos Aires en las últimas elecciones, se especulaba desde hacía tiempo con que no iba a asumir su cargo en la Legislatura.

Su nombre había sonado fuerte para ocupar el puesto del nuevo Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad junto a los de la diputada Victoria Donda y la socióloga Dora Barrancos. Incluso había sido tentada para formar parte del equipo del gobernador bonaerense electo, Axel Kicillof. La veían como posible Ministra de Desarrollo Social o de Salud. Pero ninguna de estas iniciativas prosperó porque Alberto Fernández tenía otros planes para ella.

La incógnita se reveló este viernes, cuando fue presentada como la flamante directora de AYSA y posó en la primera fila de la foto oficial junto al resto de los integrantes del Gabinete. El lugar designado fue la punta izquierda, al lado del Canciller Felipé Solá.

“Hemos sumado para una empresa estratégica para el desarrollo de Buenos Aires, que es Aysa, a Malena Galmarini. No hace falta que la presente. Malena tiene muchos lauros. Es una dirigente excepcional que siempre ha luchado por los derechos de las mujeres. Estoy contento de que estés con nosotros”, dijo Alberto Fernández.

Su agradecimiento no tardó en llegar y Malena utilizó su cuenta de Twitter para mostrar su conformidad respecto a la nueva responsabilidad que tendrá por delante: “Feliz y orgullosa de ser parte del Gabinete de quien será un gran Presidente, @alferdez. Gracias por la confianza”.

En un intento de equilibrar el reparto de puestos para el massismo en el Gabinete nacional, Malena Galmarini tendrá un cargo relevante, si se tiene en cuenta los servicios esenciales que brinda y la cantidad de obras que AYSA realiza en todo el país, principalmente en el Conurbano bonaerense.

Su designación fue consensuada con su marido, Sergio Massa, actual Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y un actor importante de la unidad del peronismo que le permitió a Alberto Fernández vencer a Mauricio Macri el 27 de octubre. Massa, además, logró que se incorporara al Gabinete nacional a Mario Meoni, cofundador del Frente Renovador, al frente del Ministerio de Transporte.

Malena Galmarini tiene 44 años, conoció a Sergio Massa cuando tenía 21, en abril de 1996, y se volvieron inseparables. Tienen dos hijos y arrancó con su carrera política apadrinada por sus padres: Fernando Galmarini , que fue secretario de Deportes del Gobierno de Carlos Menem; su madre, la médica Marcela Durrieu, también cuenta con una destacada trayectoria como diputada nacional, Secretaria de la Comisión de Salud y Acción Social e integrante del Gabinete femenino de la Presidencia menemista. Toda esta militancia familiar hizo que Malena viviera la política desde muy chica y se despertara muy temprano en ella la vocación por el servicio social.

Malena Galmarini junto a su marido, Sergio Massa, y su hija

Galmarini fue concejal y secretaria de Política Sanitaria del municipio de Tigre, entre 2008 y 2019. Supo acompañar a su marido en la campaña presidencial de 2015, y luego hizo lo suyo para asegurarse un escaño en la Legislatura provincial en la última votación nacional.

Si bien se recibió de Licenciada en Ciencias Políticas, tuvo también un paso breve por la carrera de medicina, donde llegó a hacer los dos primeros años. De muy joven, cuando apenas tenía 18 años, se afilió al Partido Justicialista y a principios de 1998 fue designada subdirectora de la Juventud dentro del Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación. Tres años después, conoció a Sergio Massa.

A pesar de las fuertes críticas que le hizo a Cristina Kirchner, Galmarini fue una de las primeras en promover que Sergio Massa volviera a formar parte del entorno de la expresidente. En una recordada entrevista que concedió en la TV, a fines de agosto de este año, con lágrimas en los ojos por la dura realidad social que vive el país, admitió que que empezó a sentirse egoísta por pensar en sus aspiraciones personales y no en la gente. “Empecé a sentir que era egoísta, que me estaba mirando mi ombligo y que había que empezar a ver cómo sacar a nuestros compatriotas de la situación en la que estaban viviendo”, dijo.

Malena Galmarini está junto a Sergio Massa desde que tenía 21 años

Y relató que, en ese contexto de crisis, su marido había empezado a frecuentar a Alberto Fernández, quien lo había asesorado en sus candidaturas a diputado y presidente en años anteriores y a quien consideraba un gran político. "Sergio me contó que estaba charlando con Alberto y le dije (se vuelve a quebrar) ‘no necesito que me cuentes, no quiero que me cuentes porque no te quiero trasladar mis resistencias. Hacé como ya algunas vez lo hicimos…hacé lo creas que tenés que hacer por el país’”, contó. Y después de su aprobación, su marido dio el gran salto y se unió al equipo del Frente de Todos.

Al mando de AySA, Malena Galmarini tiene por delante un gran desafío. Una de las metas de la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica del Ministerio del Interior es alcanzar la provisión de agua potable al 100% de la población y el 75% en cloacas y desagües.

Durante el gobierno Macri, la mejora fue del 1,6% en el caso de la provisión de agua y del 4,5% en el de las cloacas, cifras muy por debajo de los pronósticos. Sin embargo, el caballo de batalla del macrismo fue la puesta en marcha, en octubre de 2018, del “Sistema Riachuelo”, la megaobra de infraestructura que le escapó al ajuste del FMI. Se trata de una red de túneles cloacales que se extenderá por más de 40 kilómetros a unos 30 metros de profundidad. Representa una inversión de USD 1.200 millones y estará terminada a fines de 2021, durante la gestión de Galmarini.

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