La gestión de María Eugenia Vidal se reforzará hoy con la llegada del peronista Joaquín de la Torre al gabinete bonaerense. El pase, dilatado, complicó la relación de la UCR con la gobernadora ya que el intendente de San Miguel iba a desembarcar en el Ministerio de la Producción que ocupa Jorge Elustondo. La solución, al menos hasta anoche, era salomónica: el Ejecutivo provincial desdoblará la cartera en dos, con el peronista De la Torre como ministro de Producción y Elustondo al frente de Ciencia y Tecnología.

Ayer, en la Municipalidad de San Miguel masticaban con cierta preocupación el formato final del acuerdo. Veían inconveniente dividir un ministerio que, de acuerdo con sus estimaciones, ya es chico de por sí. En el medio, detonó la furia de la UCR, principal socio de Cambiemos a nivel nacional y provincial. Elustondo es hombre de Daniel Salvador, vicegobernador bonaerense, y cuenta también con el aval de Ernesto Sanz, mánager del radicalismo en el Gobierno de Mauricio Macri.

La "peronización" de la gestión de Vidal recién empieza. La gobernadora necesita a los caciques peronistas del conurbano y del interior bonaerense para garantizar la gobernabilidad, al menos hasta las legislativas de 2017. De la Torre, a su vez, despega del patronato de Sergio Massa y no descarta encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales, principal trampolín para aspirar a la sucesión de Vidal.

En la primera sección electoral, donde existen 4.124.182 personas habilitadas para votar, Cambiemos busca mayor control del conurbano y apuesta a De la Torre como imán de otros caciques PJ. El intendente de San Miguel estuvo el martes pasado reunido con Gabriel Katopodis, jefe comunal de San Martín. Katopodis se alejó del Frente Renovador de Massa para apoyar a Daniel Scioli en las elecciones presidenciales como barrera para evitar el triunfo de Macri. Difícilmente se sume a una coalición peronista que juegue para Vidal. Pero existen otros intendentes del peronismo desencantado.

Esta semana, la gobernadora de Buenos Aires encabezó un auténtico rally de pases. El lunes recibió en La Plata al intendente del partido de San Nicolás, Ismael Passaglia, uno de los jefes comunales que jugó para el Frente para la Victoria en las últimas elecciones. Para sumar intendentes de todas las banderas, Vidal apela también al reclamo de fondos coparticipables para la provincia. "Fuimos discriminados, como provincia, muchos años, y no se alzaron las voces. Estamos pidiendo ante la Justicia lo que nos corresponde. La plata no es de Mauricio Macri, ni de la gobernadora Vidal: es de los vecinos de la provincia, y nuestra obligación es reclamarla para hacer más obras", lanzó Vidal en San Nicolás. Passaglia, exministro de Salud de la provincia y presidente de la Cámara de Diputados en tiempos del gobernador Felipe Solá, adhirió al reclamo.

El martes confirmó el primer pase de la semana en la localidad de Azul, donde festejó la adhesión del intendente Hernán Bertellys a Cambiemos. "El equipo de Cambiemos se agranda. Lejos de achicarse, vamos sumando nuevos integrantes. En ese agrandarse, también se suma el intendente Bertellys, a quien quiero agradecer este voto de confianza para que Cambiemos en Azul sea un poco más grande. No va a ser el primer peronista que se sume a Cambiemos, lo recibimos con los brazos abiertos", celebró la gobernadora.

Ayer Vidal también reforzó el músculo político y oficializó la incorporación a Cambiemos del intendente de Coronel Pringles, el vecinalista Carlos Berterret. "Nos hemos sumado a un trabajo conjunto, para potenciarnos mutuamente y sacar a Pringles adelante", señaló Berterret.

La aspiración de Cambiemos apunta ahora a que De la Torre pueda armar una mesa de intendentes peronistas que reporten a Vidal, una tarea similar a la que realizó cuando comandaba el denominado G-8 de jefes comunales alineados con Massa.