Todos contra todos: las internas del empresariado y en economía

Todos contra todos: las internas del empresariado y en economía
Tensión en la UIA por la asistencia a reunión de la aea ampliada
Héctor Méndez debió contenerse para no probar la contundencia de su bastón de acrílico en la cabeza de alguno de sus colegas de la UIA. Fue en la reunión de Junta Directiva de la central fabril, el martes, cuando industriales de distintos rubros hicieron fila para cuestionarlo por haber asistido el mediodía anterior a una cita con la nueva Asociación Empresaria Argentina (AEA) “ampliada”. La misma tensión –aunque más solapada– flotará en el aire en las Jornadas Monetarias del Banco Central, donde no se le verá el pelo a ninguno de los viejos amigos heterodoxos de Mercedes Marcó del Pont, que hoy la enfrentan en el equipo económico. Aunque asoman algunos brotes verdes en la economía real, como la producción industrial de septiembre, los cortocircuitos políticos y la incertidumbre sobre las medidas que tomará Cristina Fernández al regresar volvieron a marcar esta semana la agenda de los negocios.

La pregunta en el mundo económico es una sola. ¿Aguantarán las menguadas reservas del Central un verano entero con el aeropuerto de Ezeiza repleto de turistas con destino de all inclusive en 12 cuotas y varias tarjetas de crédito en el bolsillo, listas para retirar dólares y euros baratos de cajeros exóticos para traerlos de vuelta a casa? Aunque en la AFIP aseguran que el límite de extracción vía “adelantos con tarjeta” es de u$s 800 por mes por persona, tres viajeros contaron esta semana a BAE Negocios que consiguieron montos superiores de España y Estados Unidos utilizando más de un plástico. Y no es la única grieta de un control de cambios con pocas normas escritas. Los innovadores de la fuga hormiga ya montaron en Miami un puñado de empresas que facturan en dólares y con tarjeta los más variados servicios –intangibles y de difícil verificación– a ahorristas criollos que pagan felices una comisión a cambio de hacerse de los billetes en un futuro viaje o en una cuenta bancaria allá. No por nada Ricardo Echegaray destinó un centenar de inspectores a monitorear esas compras.

Punzante, el radical Roberto Frenkel trazó días atrás un paralelismo doloroso para los economistas K que supieron compartir sus dardos contra el malhadado uno a uno a fines de los ’90. Comparó al actual control de cambios no sólo con el corralito sino con la mismísima convertibilidad. Menos dramático pero igual de tajante es José de Mendiguren, quien enseña a sus colegas a medir el atraso cambiario sin sacar una sola cuenta: “Cuando Ezeiza está más lleno que la terminal de Retiro y cualquier rockero viejo o estrellita pop pedorra viene a Buenos Aires y toca en River, estamos en problemas”, dice. El furor por Justin Bieber pareció darle la razón.

En el Gobierno los acusan de “devaluadores” pero igual apuraron la devaluación oficial a un ritmo del 40% anual para cerrar la brecha con la cotización paralela y ganarle a la inflación real. En Economía resuenan las quejas de sectores como el textil y de indumentaria, que el martes planteó su disconformidad en la convención ProTextil, donde no fue invitado un solo funcionario. En ediciones anteriores, el evento había contado con Echegaray, Débora Giorgi, Carlos Tomada y Juan Abal Medina. El año pasado hasta habían contratado al animador televisivo ultrakirchnerista Javier “el profe” Romero

El mismo martes estalló la crisis en la UIA por el almuerzo del lunes al que convocó AEA. El G7 de las cámaras patronales tradicionales siente como un cuerpo extraño a ese ecléctico club de millonarios que integran entre otros Gustavo Grobocopatel, Héctor Magnetto y Paolo Rocca. El más molesto fue Carlos de la Vega, de la Cámara de Comercio, que decidió pegar el faltazo. Como se reveló dos semanas atrás en esta columna, el artífice de la “nueva AEA” o “AEA ampliada” fue Luis Betnaza, operador político de Techint. Buscado o no, el resultado fue haber incorporado al número uno del grupo Clarín a las más selectas deliberaciones del establishment. Y no todos están de acuerdo en eso.

El Papa peronista

El planeta petrolero, en tanto, se atragantó con la foto que ilustra esta nota, del Papa Francisco sonriente junto a Pino Solanas y sosteniendo una remera con consignas contra el fracking que le obsequió el senador electo. “El Papa es un tipo amplio. Recibe a todos”, minimizó ante este diario De la Vega, diplomático. “Es el Papa peronista. Hace gestos para todos. ¿Qué te extraña?”, acotó off the record el presidente de otra cámara. Pero con la importancia que asigna el Gobierno a la explotación de Vaca Muerta, la posibilidad de una campaña adversa desde el Vaticano encendió más de una alarma en el edificio de YPF en Puerto Madero. Justo cuando el descubrimiento de un nuevo yacimiento en Mendoza llevó a su acción a otro récord post–expropiación de Repsol.

El que sí se toma en serio la amenaza de Solanas y la movilización de sectores sociales patagónicos contra los proyectos hidrocarburíferos en Neuquén es el gobernador Jorge Sapag, aliado del kirchnerismo. En un almuerzo reservado en el Club del Petróleo –también el martes y en Buenos Aires– cargó con dureza contra el cineasta, aunque sin nombrarlo. “Hay algunos dirigentes políticos de Capital Federal o de provincia de Buenos Aires que van a Neuquén a mirar lo que sucede con las tecnologías no convencionales y no están mirando lo que sucede en el Riachuelo, declarado número 10 entre los sitios más contaminados del mundo”, dijo. Lo escuchaba atento el anfitrión Oscar Vicente, ex petrolero en jefe de Perez Companc.

Hoy el dólar seguirá al tope de la agenda, por el inminente regreso de Cristina y por las Jornadas Monetarias y Bancarias del Central. Pero esta vez las Jornadas sólo tendrán como oradores a Marcó del Pont, su vice Miguel Pesce y una larga lista de economistas extranjeros heterodoxos. Parece que fuera una eternidad pero pasaron sólo dos años y cuatro meses desde que el mismo foro sirvió como presentación en sociedad del entonces ignoto joven académico que los diarios presentaban como el potencial sucesor de Amado Boudou en el Ministerio de Economía y que en privado hoy fustiga sin piedad la política monetaria de “Mecha”: Axel Kicillof.

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