Presupuesto 2017: La batalla política

Presupuesto 2017: La batalla política

De cara a la la ‘Ley madre’, el oficialismo intenta quebrar la dependencia con el massismo, con quien no atraviesa un buen momento. En paralelo, abundaron las reuniones con el PJ en los últimos días. Sin embargo, la impactante juntada de los 50 intendentes en Lobos, podría complicar al Gobierno, quien necesitará del acompañamiento de otras bancadas a la hora de la votación.

El oficialismo tiene listo el proyecto de ley de Presupuesto 2017. En paralelo, impacta la cuestión política: será clave la postura de los mayores bloques y sus decisiones de acompañar, o no. En sentido, resaltan el massismo -con quienes atravesaron el primer semestre como aliados- y el PJ/FPV con un vínculo más dialoguista en esta última etapa. Las rispideces con el Frente Renovador en la Legislatura bonaerense obligó a Cambiemos a quebrar la dependencia con ellos y usufructuar con la división del peronismo.

Dos de los datos más relevantes del proyecto presupuestario para el próximo año son la proyección de gastos (contemplando a los organismos descentralizados como IOMA; Banco Provincia y Caja de Jubilaciones del BP) por 521.411 millones de pesos y un endeudamiento por $59.950 millones.

El Gobierno sabe que necesitará del acompañamiento de otras bancadas a la hora de la votación. En la actualidad el vínculo con el massismo legislativo bonaerense está tirante. Los acuerdos para que unos y otros saquen las leyes de blanqueo y la paridad de género como la demora del oficialismo en propulsar la ley que puso fin a las reelecciones y el veto de la Gobernadora a la ley votada por unanimidad por la postergación del pago de una millonaria deuda del municipio de Chascomús (gobernado por el massismo), agrietaron el buen vínculo inicial.

En este marco, el ministro de Economía, Hernán Lacunza, fue el enviado por el oficialismo para reunirse con intendentes de todos los colores partidarios. Pero con el objetivo de atraer al peronismo tradicional u vinculado en el pasado al kirchniersmo. De este modo, Lacunza inició un raíd que incluyó: reunión con legisladores del PJ y FPV en el recinto; hace pocos días con representantes de los 135 municipios de la provincia; y previamente con los intendentes de la primera y tercer sección. Incluso a principios de octubre, Marcos Peña junto al ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai, el secretario de Asuntos Municipales de la Provincia, Alex Campbell, y el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis habían hecho lo mismo con el Grupo Fénix.

Entre medio, el oficialismo bonaerense también se contactó con los hombres de Florencio Randazzo en el recinto. La Vicepresidencia en Diputados es otra batalla que ya se está jugando. Sarghini, actual presidente en Diputados que debía cambiar el puesto con Manuel Mosca, actual número dos de la cámara, dejará el cargo a fin de año a pesar del acuerdo inicial. El randazzista Marcelo Feliú habría sido tentado para que lo ocupe. Sería una suerte de pacto también con ese sector y el del dialoguista Grupo Esmeralda y el Movimiento Evita que lidera el “Chino” Navarro, unidos actualmente por una posible candidatura del ex Ministro de Transporte de la Nación.

A pesar de semejante táctica política, incomodó al Gobierno la juntada de 50 intendentes peronistas de la Provincia en Lobos y lo que podría derivar en una posición común y contraria a los deseos del Ejecutivo. Gabriel Katopodis (San Martín), dijo a La Noticia Web: “vamos a discutir que ese presupuesto exprese las necedades de la provincia. Las prioridades tienen que estar definidas”. Destacó que seguridad y obras públicas son la prioridad, aunque agregó que “reconstruir el sistema de salud es algo que en este primer año no se ha visto”.

En paralelo, Massa, jefes comunales y miembros del FR mantuvieron varias reuniones. Sebastián Galmarini, una de las principales espadas renovadoras en la Legislatura se mostró componedor y con ganas de “continuar apoyando al gobierno”, pero también mostró el costado criticó del bloque. Principalmente con lo estipulado para seguridad y educación ante lo cual agregó que “vamos a pedir la ampliación”.

A eso, se le sumó un inconveniente de último momento: el Impuesto al Juego. Por presión de los bingueros, la idea de elevar el porcentual del monto de Ingresos Brutos de 12 a 19%, lo que implicaba $1.200 millones extra, quedaron en la nada. No son pocos los que ven la mano del presidente de Boca Juniors y amigo de Mauricio MacriDaniel Angelici, en las negociaciones. Será otro punto de choque con el Frente Renovador, quienes plantearán la suba. El GEN de Margarita Stolbizer, virtual aliada del tigrense, iría en la misma dirección.

Esto impulsó a Lacunza, quién no ve con malos ojos que sean otros quienes presionan el "juego" a abonar una suma mayor de impuestos, a advertir al mismo tiempo al Gobierno Nacional y al resto de las provincias que de no rediseñarse la coparticipación federal de impuestos, Buenos Aires pasará de gestionar escases a “miseria”.

Cabe agregar que se modificarían los otros impuestos como el Inmobiliario Rural y el Urbano alrededor de un 35% aunque sin revalúo y las Patentes se incrementarían en un 40%.

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