Un equipo económico con la mira puesta en el desarrollo

Un equipo económico con la mira puesta en el desarrollo

El nuevo gobierno intentará encarar, al mismo tiempo, una política que resuelva los problemas urgentes y los estructurales, con el objetivo de impulsar lo productivo para favorecer el crecimiento de las exportaciones

El presidente electo por Frente de Todos, Alberto Fernández, confirmó su gabinete económico, con nombres cuyo sesgo apunta a una agenda que priorizará, dentro de los límites de la coyuntura, el crecimiento por sobre el ajuste y una agenda productiva. El ministro de Economía será Martín Guzmán, el de Desarrollo Productivo será Matías Kulfas. Ambos se conocen bien y tuvieron mucho diálogo en el ámbito académico. El presidente del BCRA será Miguel Pesce, un rostro más que conocido en Reconquista 266.

Completan el equipo, como directora ejecutiva de Afip, Mercedes Marcó del Pont; como vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; como presidente de YPF, Guillermo Nielsen; como ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; como ministro de Trabajo, Claudio Moroni; como ministro de Agricultura, Luis Basterra; como canciller, encargado del comercio exterior, Felipe Solá.

El equipo económico se enfrentará a desafíos fuertes en el corto plazo, con dos escenarios muy marcados. Por un lado una fuerte recesión, con caída del salario real del 20% según el Ripte, que sólo mide a los registrados privados. Por otro, una deuda en dólares que exige fuertes pagos y que complica a las balanzas externa y fiscal. En el primer semestre del 2020, los vencimientos en dólares totalizan US$15.470 millones. A eso se le suman los vencimientos en pesos, por el equivalente a US$14.500 millones. Las demandas de ajuste fiscal por parte de los acreedores complejizan la coordinación entre ambos desafíos de corto plazo.

Guzmán encarará la negociación con los acreedores externos y buscará patear hacia adelante los pagos de intereses y vencimientos de capital. De esa forma buscaría aliviar obligaciones por el lado financiero, lo que le dará recursos para inyectar dinero en los bolsillos por el lado del gasto primario. El presupuesto de Guzmán dependerá directamente de los logros en la negociación con los acreedores. Su plan es una discusión express, que se resuelva en tres meses. El anuncio de Fernández, respecto a no pedirle al Fondo que realice el resto de los desembolsos, busca desmarcarse de las exigencias en materia de ajuste fiscal.

El discurso de Fernández ya dejó entrever que la agenda del crecimiento se impondrá, dentro de lo posible, a la del ajuste. Y que el corto plazo deberá ir en paralelo con una mirada que incluya al largo. Una agenda de desarrollo: impulsar lo productivo para favorecer el crecimiento de las exportaciones.

A lo largo de la historia económica argentina, las recurrentes crisis fueron provocadas por la dificultad de las ventas de externas de superar a las importaciones en épocas de crecimiento. Es lo que se conoce como la restricción externa. Ahogados por las coyunturas críticas, desde el '75 hasta el presente, ningún Gobierno puso el eje en las necesidades de modificar la estructura productiva para modificar esa dinámica. El kirchnerismo comenzó a hacerlo cuando la restricción externa ya ahogaba a la economía y ya obligaba a imponer el cepo cambiario.

Hace dos meses, mientras participaba de un encuentro de la UIA, Kulfas planteó los ejes del próximo gobiern. Eran cinco. Entre ellos destacó la necesidad de dejar de lado la lógica de corto plazo del FMI, sanar las cuentas públicas mediante un crecimiento que haga crecer a la recaudación y desarrollar empleo y actividad industrial en torno a Vaca Muerta, para multiplicar las exportaciones y resolver la restricción externa. Un plan de desarrollo con base en las pymes y las economías regionales.

Este viernes Fernández resaltó que la agenda de desarrollo deberá imponerse a la financiera. Al hablar de Marcó del Pont y de Todesca, sostuvo que, al igual que Kulfas y Guzmán, “tienen un pensamiento que tiene más que ver con el desarrollo que con la especulación”. Puso el énfasis varias veces en ese concepto, buscando separarse con claridad de la gestión saliente. En esa idea sumó a Solá y a Basterra. Fernández destacó que el agro y la cancillería serán clave para generar dólares por la vía exportadora.

“Definitivamente no vamos a encontrar ese país que dijo el presidente en la cadena de ayer. El país es otro y vive lo que vive por las políticas que se desplegaron en cuatro años. Se trata de que inexplicablemente empezó a tomar deuda a corto plazo, que no iba a poder pagar. Y desató un proceso inflacionario como producto de la inoperancia a la hora de gestionar. Esta claro que vivimos en países distintos, Macri y yo”, dijo Fernández.

Y agregó: “En los primeros dias nos ocuparemos de anuncios económicos para jubilados, para los salarios más bajos y para empleados públicos también. Vamos a ver cómo hacemos, porque nos dejan una situación financiera penosa. Pero haremos el esfuerzo”.

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