• CON EL BONAERENSE BENDECIDO, SE PERFILA ROL DIFERENTE.
• SHOW CON ZANNINI.
Fue Néstor Kirchner, en un rapto de furia, el que le arrebató la potestad protocolar y tradicional de hablar en los actos. Cómoda con ese statu quo, Cristina de Kirchner estiró y mecanizó el hábito de que Daniel Scioli no toque el micrófono, ni para un saludo breve, en los actos oficiales de la Presidente en Buenos Aires.
El ritual, quizá sólo un detalle, se estiró los últimos años y plantea, en el diseño de la temporada electoral que viene, un inconveniente: cómo ordenar una campaña dual, con Cristina de Kirchner en el tope de la agenda, pero con Scioli como el heredero bendecido.
En Rosario, el sábado pasado empezaron los ensayos para cederle a Scioli un protagonismo mayor que el que tuvo en estos años. La instantánea que captura a Cristina de Kirchner junto al gobernador y a su vice, Carlos Zannini, a bordo del helicóptero presidencial en la previa del acto por el Día de la Bandera es el primer episodio de una serie que en Casa Rosada anticipan quirúrgica. Es decir: serán, en principio, unas pocas postales "de campaña".
El jueves Cristina de Kirchner y Scioli se mostrarán juntos en La Pampa. Es una zona hostil porque allí el sello PJ está en manos deCarlos Verna, que bracea para volver a la gobernación. Delante está Fabián Bruna, patrocinado por Oscar Jorge, mandatario que baja, como "Coqui" Capitanich en Chaco, a pelear la intendencia de la capital provincial, La Pampa.
En su juntada con los gobernadores el 4 de mayo en Casa Rosada Cristina de Kirchner elogió a Capitanich y aJorge por bajar de escalón y se ofreció para ayudar en las porfías de provincia. "Cuenten conmigo para ir a donde ustedes crean que sirve que vaya", les dijo.
Cumplió: fue a Chaco, Río Negro y Mendoza. Ese diario de viaje registra el triunfo chaqueño y dos derrapes, el deMiguel Ángel Pichetto en el sur, y el del último domingo de Adolfo Bermejo, en Mendoza. El entrevero pampeano está abierto y tiene su semifondo en las PASO del 5 de julio. El mismo día -general por la jefatura de Gobierno porteño- se vota en La Rioja donde el peronismo postura a Sergio Casas, actual vice de Luis Beder Herrera. El viernes, con ropaje de candidato, Scioli pisará la tierra de su mentor, Carlos Menem, y se mostrará con Casas y conHerrera que fue uno de los primeros gobernadores del PJ que, el año pasado, respaldó su candidatura presidencial.
Sistema
La foto de Cristina de Kirchner y Scioli en La Pampa aportará a una sincronización medida, ya que el gobernador, viajero frecuente, suele amontonar actos y rondas. Ayer estuvo en Entre Ríos, en un acto junto a Sergio Urribarri, el entrerriano que fue el primero en subirse a la grilla presidencial en febrero de 2014 y en convertirse en explícito rival deScioli.
En su coreografía de instalación, Urribarri cascoteó a Scioli y, con un argumento que luego usó Florencio Randazzo, lo acusó de ser "poco K". Vertical y refugiado en su pago chico, donde encabezará la boleta de diputados provinciales -práctica que copió de su anteceder, Jorge Busti- Urribarri respaldó a Scioli, que incluyó al entrerriano en una tira corta de posibles vices donde también figuró el salteño Juan Manuel Urtubey.
El acto en Entre Ríos forma parte de la agenda larga que se fijó Scioli para recorrer el país antes de que arranque la campaña publicitaria por radio y TV. En esta tanda, se pliega a la riña local como en La Pampa y en La Rioja, pero a la vez opera para consolidar su propia candidatura. Lo mismo hará Mauricio Macri, que el mismo día desplegará su agenda en territorio riojano.
En ese juego, sin Cristina de Kirchner, el miércoles estará en Córdoba junto a Eduardo Accastello, intendente de Villa María, que se convirtió en la oferta K en la disputa por la gobernación cordobesa, rally donde puntea Juan Carlos Schiaretti.
Córdoba, aunque no está confirmado y aparece supeditado a variables ajenas, puede convertirse en el primer acto de campaña compartido por la fórmula nacional que integran Scioli y Carlos Zannini. El "Chino" es mediterráneo y fue, en estos años, artífice de todas las rupturas -y de las modestas y breves treguas- con José Manuel de la Sota.
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