Al convite, citado para pasado mañana a las 16.30, fueron invitados los 75 congresales del movimiento, entre los que se incluyen la plana mayor del gabinete, gobernadores, legisladores y los principales referentes del justicialismo. “Va a ser una proclamación simbólica”, dijo a PERFIL un funcionario K. En los papeles, el PJ quedará al mando del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que oficiaba de vice hasta la muerte del patagónico.

Ante la platea peronista, se prevé un discurso de Cristina que, a las 19, tiene agendado otro acto en la ciudad cordobesa de Leones. Será para inaugurar el último tramo de la autopista Rosario-Córdoba, en un festival que contará con las actuaciones de Fito Páez y de Carlos “La Mona” Jiménez.

Ajetreada con la ola expansiva de la toma de tierras y el nuevo esquema de seguridad, la Presidenta se hizo un espacio durante la semana para llevar personalmente el diseño del armado electoral en las provincias. El miércoles pasado recibió en su despacho a la senadora Lucía Corpacci y al diputado Dalmacio Mera, potenciales candidatos en Catamarca para los comicios que se realizarían en marzo. CFK bendijo a ambos y les pidió que “difundan los logros del proyecto”, según confió una fuente oficial al tanto de la reunión.

En otro reciente encuentro en su despacho, Cristina ungió como candidato a gobernador por Río Negro a Carlos Soria, intendente de General Roca y ex jefe de la SIDE duhaldista. Estuvo también presente el jefe del bloque K en el Senado, Miguel Angel Pichetto, quien renunció a competir por ese mismo puesto. “Había un compromiso previo con Néstor de no presentarse otra vez él”, confió a este diario una alta fuente del Gobierno. Así, el PJ rionegrino irá unido a la elección y está casi descartada una alianza con el radicalismo K, con pocas chances de sobrevivir una vez que termine su mandato Miguel Sáiz, un aliado de la Casa Rosada.

Cristina también sigue de cerca el complejo entramado en Santa Fe. La semana pasada, Carlos Reutemann envió un mensaje tranquilizador a Balcarce 50: no tendrá un candidato propio y apoyará al peronista que gane la interna. La Presidenta auspicia las candidaturas del diputado Agustín Rossi y de Rafael Bielsa, pero su plan A es que haya un aspirante por consenso, avalado por el peronismo disidente. Queda poco tiempo para definiciones: el cierre de listas es el 21 de febrero.