Las tres razones por las que Massa piensa que la economía libertaria de Milei no va a funcionar

Las tres razones por las que Massa piensa que la economía libertaria de Milei no va a funcionar

Se las dio a su tropa en un encuentro reservado en un quincho de la costa; habló de la caída de los ingresos, del declive del poder adquisitivo de la clase media y de las pérdidas del campo

 

Mariano Spezzapria

Después de varias semanas en las que solo habían tenido contacto a través de chats, una veintena de intendentes del Frente Renovador escuchó de boca de su líder político, el excandidato presidencial Sergio Massa, un duro diagnóstico sobre el rumbo de la economía al mando del gobierno de Javier Milei. El encuentro, de carácter reservado, tuvo lugar este fin de semana en un quincho de la costa atlántica bonaerense, donde el exministro de Economía suele pasar sus vacaciones. Allí, el massismo ratificó que apoyará el paro nacional decretado por la CGT para el próximo miércoles.

Según pudo saber LA NACION, el estado de situación que planteó Massa a pedido de los jefes comunales incluyó proyecciones económicas y posibles consecuencias políticas. Entre las primeras, sostuvo que “los precios de consumo van a seguir subiendo”, lo que provocará una nueva “caída en los ingresos” por el retraso de los salarios. En ese paquete ligado a la espiral inflacionaria, Massa fijó la primera de las razones por las cuales, a su criterio, el camino que empezó a recorrer la administración de La Libertad Avanza tendrá un “impacto negativo” sobre los argentinos.

Sin hacer autocrítica Massa esbozó un segundo motivo, al que identificó como “la pérdida del poder adquisitivo de la clase media”, para darles a entender a sus interlocutores que ese sector de la sociedad -una porción relevante del cual votó a Milei en el balotaje- va a “sufrir” la política económica de la gestión libertaria. En tercer lugar, el excandidato presidencial sostuvo que otro efecto no deseado será la “caída de la rentabilidad del campo”, por una mala combinación entre “el aumento del Impuesto País y la baja del precio internacional”.

Sobre ese punto, el massismo montó este domingo una campaña en redes sociales para advertir que la imposición de retenciones a las economías regionales -pese a que el gobierno accedió a quitar 35 productos de la lista original como señal para negociar con los bloques dialoguistas de Diputados- y el aumento de los derechos de exportación más relevantes -sola, trigo, maíz y carnes- deben ser rechazados por Unión por la Patria en el Congreso. Lo hizo pese a que el kirchnerismo siempre reivindicó las retenciones como una herramienta de distribución de la renta.

Gesto al campo

Ese giro político se debe a que Massa considera, de acuerdo a las fuentes consultadas, que se abre ahora una etapa favorable para que el peronismo “se reconcilie con el campo”, dado que Milei optó por una senda recaudatoria para fortalecer al Tesoro, que perjudicará al sector agropecuario. “Les pidió a los intendentes que se junten con los productores de sus distritos para pedir que no suban las retenciones”, remarcaron los voceros y agregaron: “El aumento al maíz, el trigo, la soja, la cebada y cebada industrial ya que le hacen mucho daño a zonas como Tres Arroyos”.

En la reunión con los intendentes, Massa marcó algo que ayer también resaltaron -con malestar político- los gobernadores de lo que fue Juntos por el Cambio: que el aumento de las retenciones multiplicará por tres la recaudación nacional, pero que no se repartirá vía coparticipación. “Se van a llevar para el Tesoro dos puntos del PIB (Producto Interno Bruto) sin dejar nada en las provincias y los municipios. Es una brutalidad”, advirtió el exministro de Economía. Habrá que ver ahora si el resto del peronismo tiene su misma opinión, dados los antecedentes de confrontación con el campo.

De acuerdo a los números que Massa les dio a los intendentes del Frente Renovador, en un encuentro del que también participó su mujer Malena Galmarini -próxima a desembarcar en el Grupo Bapro tras haber encabezado Aysa desde 2019-, solo en el primer cuatrimestre de 2024 los asalariados perderán un 23% de sus ingresos a manos de la inflación, mientras que los autónomos e informales llegarán a caer un 27%. La paradoja es que el peronismo piensa que uno de los factores por los que perdió la elección fue por la marcada ascendencia de Milei entre los cuentapropistas.

“Esta caída en solo cuatro meses será superior a la suma de lo que se perdió durante todo el período que va desde (Mauricio) Macri a (Martín) Guzmán”, sostuvo Massa para graficar el brusco descenso de ingresos que se verificará, a su criterio, entre enero y abril de este año, entre otras cosas por los aumentos proyectados en los servicios y las tarifas. “Estamos preocupados por el tremendo impacto que tarifas, combustible, prepagas y educación tendrán sobre la clase media”, sostuvieron las fuentes a modo de síntesis del encuentro.

Otra novedad política en el encuentro de Massa con los intendentes del FR -entre quienes se vio a Francisco Echarren (Castelli), Juan Andreotti (San Fernando), Javier Osuna (Las Heras), Carlos Bevilacqua (Villarino) y Pablo Garate (Tres Arroyos), entre otros- fue el pedido del jefe partidario para que “suspendan todo lo que sea festivales, obras y servicios no esenciales” y pongan el foco presupuestario “en la ayuda social”, pero “no solo a los sectores vulnerables sino a la clase media que se cae”. De hecho, ya se suspendieron la Fiesta de ajo y la cebolla en Villarino, la Noche las pulperías en Roque Pérez y los carnavales de General Las Heras, todos eventos con aportes municipales.

Tras el discurso de Massa, varios intendentes lo exhortaron a participar de la marcha de la CGT el miércoles en la plaza frente al Congreso. Echarren y Blanca Cantero (Presidente Perón), que estaba junto a su marido Carlos Acuña -uno de los triunviros de la central obrera- sentado a su lado, se lo reclamaron expresamente. Para incomodidad de Massa, también lo hizo la propia Malena Galmarini. Los jefes comunales acordaron no descontar el día a los trabajadores municipales que se adhieran al paro. El exministro los escuchó, pero dio por terminada la reunión sin comprometer una respuesta.

Comentá la nota