Reelecciones en 2023: el triunfo de la corporación política bonaerense

Reelecciones en 2023: el triunfo de la corporación política bonaerense

Por Carlos Barolo

Un acuerdo amplio del PJ, la UCR y la mayoría del PRO liderado por los jefes comunales, se impuso en la Legislatura

La aprobación de la ley que autoriza a los intendentes a ir por un nuevo mandato en 2023, supone una furibunda vuelta a escena del histórico poder de la política bonaerense. El peronismo territorial representado por los históricos intendentes del Conurbano concretaron la jugada maestra que vinieron amasando con dedicación y paciencia para abrirse las puertas rumbo a una nueva reelección en 2023.

Pero esa embestida no se concretó en soledad. El radicalismo también se sumó para recrear viejos acuerdos que hicieron rememorar épocas pasadas. Y el PRO aportó su condición de nuevo dueño de influencias en varios distritos populosos en los que justamente reemplazó a viejos barones del peronismo.

Ese trípode fue el sostén central de la nueva epopeya reeleccionista que alumbró en la noche del martes en la Legislatura. Y para no pocos analistas, significó un paso atrás en la declamada renovación y transparencia institucional que había dado algunos pasos tenues en los últimos años.

La poderosa corporación política bonaerense volvió a funcionar a pleno en defensa de sus propios intereses, con el agravante de que esa maquinaria puede que le estén aguardando nuevas batallas: la ley sancionada en un trámite exprés quizás esté condenada a nuevas reformas en no tanto tiempo.

Ese es el otro costado del debate. La ley sancionada durante la gestión de María Eugenia Vidal fue atacada porque legisló en forma “retroactiva”. Fue sancionada en 2016 y tomó como primer mandato el que los intendentes habían arrancado en 2015. Siguiendo esa línea de razonamiento crítico, ¿no se terminó haciendo lo mismo con esta reforma?

El nuevo texto establece que ahora se toma como primer período de gobierno el que los alcaldes arrancaron en 2019 y se les permite ir por una nueva reelección en 2023. Pero se aprobó en diciembre de 2021. ¿No volverá a caer bajo la lupa de aquellos que digan en el futuro que se volvió a legislar para atrás? ¿Esa circunstancia no terminará siendo la excusa para que la ley Vidal con esta nueva enmienda a cuestas termine por ser derogada y con ella el límite a las reelecciones a dos períodos consecutivos que ahora se le corrió el arco?

No sería una circunstancia que sorprenda: en la sesión de ambas cámaras del martes, varios legisladores, tanto del oficialismo como de la oposición, se expresaron en contra de limitar los mandatos.

El impacto político de esta movida es amplio y excede la suerte de los propios intendentes. En primera instancia, habría que analizar la situación en que quedó María Eugenia Vidal, la promotora de aquella ley de 2016 que buscó defender ahora a capa y espada y terminó sufriendo una derrota sonora. La mayoría del PRO pareció pasarle la factura por haber dejado la Provincia rumbo a su nuevo destino político porteño.

Incluso, diputados que decían responderle terminaron votando en contra de sus deseos. Esa migración de distrito terminó por dinamitar la influencia bonaerense de la ex gobernadora, que había comenzado a insinuarse en el cierre de listas para las elecciones pasadas donde apenas pudo colar algún que otro legislador.

Habrá que ver ahora cómo se reconfiguran los bloques parlamentarios de Juntos luego de una votación que dejó secuelas. “Se perdió la confianza”, blanqueaba ayer un diputado del PRO al referirse a la actitud del vidalismo de desafiar a la mayoría de la bancada.

Con menos ruido, el radicalismo vivió lo suyo: un diputado que responde a Martín Lousteau desafió la opinión mayoritaria de modificar la ley Vidal.

Por el lado del peronismo, se terminó acrecentando el poder territorial del peronismo bonaerense que había dado un paso decisivo con la llegada de Martín Insaurralde a la Jefatura de Gabinete provincial tras la derrota electoral del oficialismo en la PASO. El lomense fue pieza central del andamiaje que se puso en marcha para habilitar a los intendentes para ir por un nuevo mandato.

Todos estos movimientos de la política bonaerense hacen frotar las manos a quienes vienen machacando contra la “casta política”. Suponen un insumo básico para quienes como los diputados nacionales Javier Milei y José Luis Espert ensayan la teoría de que el Frente de Todos y Juntos forman parte de un mismo sistema que ellos dicen combatir. Y aporta, además, un elemento básico para alimentar un discurso que se asoma sin pudores a la antipolítica.

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