Quiénes escriben las reformas de Javier Milei

Quiénes escriben las reformas de Javier Milei

El estudio Funes de Rioja vuelve a mencionarse en las conversaciones. Federico Sturzenegger se apoya en la Universidad de San Andrés. La UIA banca.

 

Por Esteban Rafele

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Los ejércitos de abogados y contadores de los grandes estudios de la Ciudad de Buenos Aires buscan por estas horas la letra chica de las reformas laboral y tributaria que impulsa Javier Milei. En medio del hermetismo que se impone el Gobierno, el nombre de un bufete rebota, otra vez, entre distintas fuentes: Bruchou & Funes de Rioja.

Fuentes oficiales le dijeron a Los perfiles del poder, el newsletter semanal de Economía de Letra P (la suscripción es gratis acá), que hay un borrador bastante acabado de la reforma laboral que se les presentará a quienes integran el Consejo de Mayo. Lo coordinaron el ministro desregulador, Federico Sturzenegger, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y también le metió mano Toto Caputo.

En lo impositivo, trascendieron lineamientos mínimos de lo que el Presidente buscará aprobar en el Congreso: una eliminación de muchos impuestos que recaudan poco (veremos la pericia de la motosierra) y cambios en el impuesto a las Ganancias.

El Gobierno se preocupó por desmentir la eliminación del monotributo, pero se descuenta que habrá modificaciones en el régimen simplificado para armonizarlo con el de autónomos y tender, también, hacia el blanqueo de relaciones de dependencia (hasta ahí, sin rayarles el auto ni la moto a las plataformas, que tienen entre sus abogados a los autores intelectuales de la "modernización").

Pero, ¿quiénes están detrás de las reformas?

La sombra de Bruchou Funes de Rioja tras las reformas de Javier Milei

Brouchou & Funes de Rioja es uno de los bufetes que asesoran a las grandes empresas. En los noventa, dio un salto con la entrada de multinacionales al país y nunca paró. En las últimas semanas, estuvo involucrado en la emisión de obligaciones negociables (ON) de Acindar para financiar el parque eólico de Olavarría, que ingresó al RIGI, en un préstamo de YPF con bancos por u$s 700 millones (es el estudio que asesora a la petrolera) y en una emisión de deuda de Tecpetrol. Un gigante al servicio de gigantes.

El estudio que tiene como socio fundador al expresidente de la UIA Daniel Funes de Rioja fue parte de los grandes cambios normativos del inicio del gobierno de Milei: el mega DNU 70 y la versión inicial de la ley Bases. Distintos abogados y contadores consultados por este medio dijeron que el estudio vuelve a participar en la redacción de los textos que deberá debatir el Congreso, aunque el Gobierno no lo confirma.

El conflicto de intereses sería manifiesto: especialistas estarían escribiendo la letra chica (con sus lineamientos, sus baches, sus zonas grises) de los textos que luego deberán aplicar para defender a las empresas más importantes del país, a las que patrocinan.

Dos nombres repiten en off los especialistas que ven que todo se cocina en otro lado: Ignacio Funes de Rioja para los temas laborales y Liban Kusa para los tributarios.

El hijo de Sir Daniel Funes de Rioja

Ignacio Funes de Rioja, uno de los hijos de Daniel, que aparece como socio en el estudio que fundó su padre, asumió la voz de la firma en la representación patronal y en las intervenciones en distintos ámbitos, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Meses atrás, Funes de Rioja (h) admitió haber participado en las discusiones sobre los textos que iniciaron la reforma laboral, aunque dijo haberlo hecho en representación de la UIA, que presidía su padre.

Ignacio Funes de Rioja (arriba, a la derecha) y parte del equipo del estudio Bruchou Funes de Rioja, figurita repetida detrás de los proyectos medulares del gobierno de Javier Milei.

Daniel dejó la presidencia de la UIA desgastado, en parte por la traumática relación que mantuvo con Sergio Massa en el tramo final del gobierno de Alberto Fernández y, también, porque las pymes le pasaban factura sobre su doble rol, aunque siempre dijo haber estado alejado del management del estudio que lleva su apellido y cuyo consejo directivo integra.

La UIA y el derecho a huelga

Su sucesor, Martín Rappallini, integra el Consejo de Mayo y dice mantener la confidencialidad de lo que se discute puertas adentro sobre la reforma laboral. Me adelantó, sí, que buscarán limitar el derecho a huelga para “tener la gobernabilidad de las empresas y aumentar la productividad”.

La UIA quiere retomar el texto del DNU 70, que declaró esenciales a varias actividades y obligó a mantener hasta 75% de prestación de servicio, además de limitar la realización de asambleas que obstaculicen el ámbito de trabajo.

El texto, trabado en la Justicia por la CGT, es discutible incluso para letrados que representan a empresas. José Zabala, abogado del estudio AZDR, lo admitió ante este medio. “El convenio 87 de la OIT es una normativa internacional que establece reglas sobre el derecho a huelga y está incorporado a nuestra legislación con rango constitucional; habrá que ver si esas guardas mínimas pasan el filtro”, advirtió. Es uno de los argumentos que usaron los gremios para obtener el amparo.

Zabala compartió, en agosto, una capacitación con Ignacio Funes de Rioja sobre la reforma.

El jefe de la AFIP de Javier Milei que no fue

Kusa fue aquel especialista tributario que quedó marcado porque, en el trackeo digital de los borradores que circulaban a comienzos de 2024, aparecía la manipulación en los capítulos fiscales desde un Word de su propiedad.

Integrante del Consejo de Administración de Brouchou Funes de Rioja, lidera el Departamento de Impuestos de ese estudio. El Gobierno quiso blanquearlo de entrada y le ofreció conducir la AFIP, pero el experto se negó. En su lugar asumió Florencia Misrahi, hasta que fue despedida por no haberse querido bajar el sueldo, según los propios libertarios. Ocupó su lugar Juan Pazo, el amigo y socio de Toto Caputo y financista de La Libertad Avanza, como contó Sebastián Iñurrieta en Letra P.

Dato de color: Misrahi y Kusa compartieron un posgrado con Guillermo Michel, el extitular de la Aduana y cerebro impositivo de Massa y, ahora, diputado electo por Entre Ríos.

Toto blanqueó a Kusa meses después, justo para hablar del blanqueo de capitales. Caputo daba su primer paso como streamer, antes del furor de Las tres anclas, y convocó a Kusa, un abogado del sector privado, para que explicara la ley.

Toto Caputo, dos de sus Picantes y Liban Kusa, experto en blanqueos de estudio de Daniel Funes de Rioja.

Los Picantes de Caputo, Felipe Núñez y Federico Furiase, lo presentaron como “el que más sabe sobre el blanqueo” y lo apabullaron con preguntas sobre cómo y por qué convenía blanquear.

Toto Caputo y la conexión FDR

Un nombre que une a Kusa y al estudio Funes de Rioja con Toto Caputo es el de Franco Germán Simón, un joven que asumió, en septiembre, como subsecretario Legal del Ministerio de Economía, bajo las órdenes de José García Hamilton. Simón fue abogado de Impuestos en Brouchou Funes de Rioja entre agosto de 2023 y abril de 2024, luego saltó a la Dirección Nacional de la Secretaría de Legal y Técnica de la Nación y ahora llegó al Palacio de Hacienda.

Kusa transmitió a quienes le consultaron que no sabe qué dicen los borradores. Una fuente de Economía indicó que el proyecto tributario se trabaja internamente y mencionan a Carlos Guberman, el secretario de Hacienda, como hombre a cargo. Abogados y tributaristas no les creen. “Bruchou está”, aseguró a este medio uno de los expertos más escuchados por los empresarios, que se muere de ganas por conocer cómo será la reforma impositiva.

Federico Sturzenegger y la San Andrés

La reforma laboral tiene un borrador terminado. Lo trabajaron Sturzenegger y Cordero y este último lo llevó al Consejo de Mayo para intentar conciliarlo con gobernadores, empresarios y sindicatos. La CGT ya anticipó su rechazo.

Cerca del ministro desregulador cuentan que Funes de Rioja fue muy activo para redactar el DNU 70, pero que, en esta oportunidad, no participó del texto, que recupera varios de los preceptos del decreto. El estudio de abogados tiene más llegada a Cordero, ex director legal laboral de Techint y representante de esa firma en la UIA.

Sturzenegger trabajó la reforma con especialistas de la Universidad de San Andrés (UdeSA). El ministro es docente de esa casa de altos estudios privada, tanto en la carrera de grado de Economía como en la maestría.

En el posgrado tiene como número dos a Maximiliano Fariña, que también lo secunda en Desregulación como secretario de Transformación de la Función Pública. En UdeSa también da clases Martín Rossi, que hasta hace poco era secretario de Desregulación.

Federico Sturzenegger, parte del cuerpo docente de la UdeSA.

El ministro se llevó a la función pública a alumnos y ayudantes de la UdeSA y pelotea la reforma con esa casa de estudios. Él y Cordero dejaron trascender algunas cosas: irán por la prelación (que un convenio por empresa pueda primar sobre el convenio colectivo) y la ultraactividad (hacer caer los convenios que venzan para obligar a las partes a negociar y modernizar los marcos normativos).

El borrador de la reforma laboral de Javier Milei

La ultraactividad, piensa Sturzenegger, es clave para la caja de los gremios. Caerían las cláusulas que sirven para recaudar y, en su visión, aumentan el costo laboral.

Sturzenegger quiere, también, incluir la democratización sindical en la reforma, pero el Gobierno iría a la guerra total con los sindicatos.

En el festival de versiones, a Sturzenegger le cayó particularmente mal una serie de intervenciones mediáticas del abogado Julián De Diego, histórico representante empresario en la puja laboral. De Diego dijo haber aportado su conocimiento al borrador. El ministro tiene ganas de salir a cruzarlo.

A Sturzenegger todavía le irrita que trabajó el detalle fino de la reglamentación del Fondo de Cese con la intención explícita de que ese sistema reemplazara al régimen de indemnizaciones, pero que ninguna empresa lo quiso implementar.

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