Con los primos Macri peleados, Larreta gana terreno en la Legislatura porteña y comienza a calentar para 2027

Con los primos Macri peleados, Larreta gana terreno en la Legislatura porteña y comienza a calentar para 2027

El larretismo contará con un bloque de 7 legisladores y pretende convertirse en el fiel de la balanza de la gobernabilidad de Jorge Macri. La debilidad política del jefe de Gobierno porteño y su pelea con el primo Mauricio. El plan de Horacio Rodríguez Larreta para volver a gobernar la Ciudad en dos años.

María Cafferata

“Che no hay sesión”, desliza un asesor mientras ingresa al despacho de Emanuel Ferrario en la Legislatura porteña. Están reunidos Horacio Rodríguez Larreta y Guadalupe Tagliaferri, legisladores electos, junto a Álvaro González, Graciela Ocaña y Jorge Telerman, preparando el desembarco del nuevo bloque larretista, “Volvamos Buenos Aires”. Las novedades sobre la sesión para aprobar el Presupuesto de Jorge Macri van cambiando cada media hora. El jefe de Gobierno porteño está complicado para conseguir los votos: tiene internas con La Libertad Avanza, tiene internas con los propios PRO. Y allí donde Macri está débil, Larreta florece. 

En la banda larretista se sienten fuertes. Tras las elecciones porteñas, en las que Larreta sacó el 8% de los votos, el exjefe de Gobierno cerró un acuerdo con Oscar Zago, del MID, y la “Hormiguita” Ocaña, de Confianza Pública, y se anotó, así, una bancada de 7 legisladores propios. Es decir: solo 4 legisladores menos que los 11 que tendrá Jorge Macri. Junto a Ferrario, Tagliaferri, Edgardo Alifraco, Sandra Rey, Sebastián Nagata y Ocaña, Larreta buscará comenzar a construir su revancha. El primer paso para recuperar la Ciudad de Buenos Aires tras el fracaso del proyecto presidencial de 2023. 

El larretista Emmanuel Ferrario celebra haber sumado a los legisladores del MID y de Confianza Pública TW Emmanuel Ferrario

Cuenta con varios puntos a su favor. Por un lado, el larretismo será la cuarta fuerza en una Legislatura atomizada y hostil para el oficialismo amarillo, que no podrá habilitar ni un solo emprendimiento inmobiliario sin el apoyo de LLA y el resto de las fuerzas opositoras no peronistas. Por el otro, la propia debilidad de Jorge Macri, que estará en minoría, desgastado políticamente y, para colmo, dependerá de la karinista Pilar Ramírez, con quien está enfrentado hace dos años. Frente a este escenario, el larretismo apuesta a convertirse en un actor fundamental de la Legislatura. 

De un lado, el kirchnerismo comandado por Leandro Santoro y Juan Manuel Olmos, que gozarán de 20 bancas y una cómoda primera minoría. Del otro, un PRO diezmado y unos aliados conflictivos, que todavía sueñan con hacerse del control de la Ciudad en 2027. Y, en el medio, el larretismo. 

Ironías del destino, Larreta podrá convertirse en el fiel de la balanza de la gobernabilidad macrista. 

La debilidad de Macri

La dificultad para aprobar el Presupuesto 2026 es solo un anticipo del dolor de cabeza que será la Legislatura porteña para Macri a partir de diciembre. Los problemas no paran de acumularse en Uspallata desde la aciaga noche de la elección porteña, cuando la lista encabezada por Silvia Lospennato salió tercera con el 15,9% de los votos. 

La relación con LLA, pese al implícito pacto de gobernabilidad que se selló luego de acordar la lista de unidad en CABA para las elecciones nacionales, no ha mejorado. Pilar Ramírez está negociando la letra chica del Presupuesto y de las leyes impositivas como si fuera oposición: la karinista exige bajar más los impuestos y se niega a conceder sus votos hasta llegar a un acuerdo. “Lo están exprimiendo para desfinanciar la Ciudad con la excusa de bajar impuestos”, desliza un armador porteño al tanto de las negociaciones. 

Mauricio Macri junto a Soledad Martínez y Jorge Macri Prensa PRO

El problema del jefe de Gobierno porteño, sin embargo, es también interno. Quienes lo rodean advierten que ya no puede charlar con su propio representante en la Legislatura, que es Darío Nieto, el jefe de bloque oficialista. ¿El motivo? La pelea con su primo Mauricio.

Las discusiones entre los primos Macri comenzaron hace unos meses, cuando Jorge se opuso a la dinámica del acuerdo con LLA que había impulsado Mauricio, pero se intensificó en las últimas semanas. Y es que si bien fue Mauricio el que decidió traer a Jorge de Vicente López para designarlo como su sucesor en el cuidado de las joyas de la abuela –la Ciudad de Buenos Aires–, las prioridades de los Macri fueron cambiando. 

El caso de Silvia Lospennato es un ejemplo. Lospennato no decidió, aún, si asumirá como legisladora porteña a partir de diciembre o si, en cambio, continuará como diputada nacional dos años más. El objetivo original era ir a la Legislatura, pero Mauricio Macri no quiere perder una banca en el Congreso de la Nación –ya que si renuncia asumirá la bullrichista Lorena Petrovich, que muy probablemente abandonaría el bloque PRO para sumarse al resto de los bullrichistas en LLA– y el expresidente le está pidiendo que se quede.

Silvia Lospennato y Jorge Macri la noche de la derrota electoral NA

Jorge Macri, en cambio, quiere convencerla de que se sume a la Legislatura. Le ofrece ser la jefa de bloque oficialista, lo que permitiría reemplazar a Nieto –que es el ex secretario de Mauricio y responde a él directamente– sin generar ningún escándalo. Esta tensión entre los Macri está imposibilitando, incluso, convocar a la sesión preparatoria para que juren los nuevos legisladores.

Larreta 2027

“Cuando la gente te pica el boleto fuiste. Y a Jorge le picaron el boleto”, señala uno de los dirigentes que encabeza el armado de Larreta para 2027. Los ex PRO que decidieron quedarse con Larreta tras la pelea con Macri se muestran entusiasmados con la posibilidad de volver a ser Gobierno en un par de años: perciben que la imagen de Javier Milei irá cayendo en los próximos años y que Jorge Macri la tendrá muy difícil para renovar.

El primer paso para el plan Larreta 2027 fue competir, por separado, en las elecciones legislativas de CABA. Se muestran orgullosos del 8% –que sostienen que es el piso mínimo de votos que el exjefe de Gobierno puede tener en la Ciudad– y advierten que, a partir de ahora, el objetivo será convertirse en un polo gravitacional para todos los huérfanos de Juntos por el Cambio. Aunque señalan: nada de acumulación de dirigentes como en 2023.

La celebración de Larreta en el búnker la noche de la elección porteña

“La foto de políticos amontonados no va más. En 2023 me dediqué a juntar aliados en todas las provincias y quedamos afuera de las PASO. Ahora la conversación tiene que ser con la gente”, señala una dirigenta larretista. La línea será similar a la de la elección porteña: señalar los problemas de la gestión actual –el “Hay olor a pis” reloaded– y prometer una postal de futuro mejor basada en los ocho años de gestión de Larreta. “Futuro con la certeza de que ya lo pudimos hacer. Déficit cero y educación pública: eso es lo que somos”, grafican.

El desafío será sortear la polarización entre el kirchnerismo y LLA/PRO. Es cuestión, insisten, de llegar al ballotage. “Entre Patricia y Santoro, ¿quién tiene chances de ganar?”, deslizan. El operativo por el voto útil ya comenzó.

 

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