Post vidalismo: los abanderados del Conurbano

Cinco intendentes del cordón urbano resistieron a la ola azul y renovaron sus mandatos. Cómo ser oposición en una absoluta minoría y con un Gobierno provincial de otro signo político.

El Frente de Todos arrasó en la provincia de Buenos Aires y más allá del resultado contundente a nivel provincial, son varios los distritos que el peronismo recuperó en su terreno predilecto: el Conurbano.

No obstante, cinco intendentes resistieron la fuerza de la ola azul y lograron renovar sus mandatos por cuatro años más. Se trata de Néstor Grindetti, de Lanús; Jorge Macri, de Vicente López, Gustavo Posse, de San Isidro; Diego Valenzuela, de Tres de Febrero; y Jaime Méndez, de San Miguel.

Los jefes comunales se preparan a lo que ahora será remar con la corriente en contra, en términos políticos. No sólo por el hecho de que los municipios vecinos son conducidos por peronistas, sino porque ahora deberán levantar la bandera de Juntos por el Cambio frente a una mayoría peronista.

El debate sobre el nuevo (o la nueva) líder de la oposición es el debate por estos días. La “derrota digna” de Mauricio Macri lo dejó con una vida más, aunque muchos se preguntan si estaría dispuesto a asumir ese rol.

En tanto, las palabras de la Gobernadora el día de la derrota dejaron un mensaje contundente. "Las urnas no matan los sueños. En todo caso, nos dicen que éste no es nuestro momento, que tenemos que mejorar. Voy a seguir comprometida con ustedes. Mi compromiso lo decidí hace muchísimos años", apuntó Vidal.

Es que luego de las PASO, en la provincia ya habían empezado a trabajar en lo que sería el post macrismo. Nueva marca, nuevo estilo y una estrategia distinta. Es más, durante el cierre de la campaña en el Club Platense de Vicente López, el propio Federico Salvai, jefe de Gabinete bonaerense, vistió una gorra roja y blanca, con la famosa V de la victoria. Aunque en este caso era la V de Vidal.

Tal como adelantó LaTecla.Info, Salvai y el actual vicegobernador llevan adelante la estrategia que busca conservar el mayor número de legisladores unidos, tras conocerse una fuerte movida interna en el radicalismo para divorciarse definitivamente del Pro y desconocer a Vidal como futura jefa de la oposición provincial.

Quienes quieren separarse y pretenden sostener Juntos por el Cambio, buscan lo mismo; es decir, ser la referencia opositora con la cual el futuro gobierno debe sentarse a negociar para avanzar en las leyes que necesite. 

En este contexto, los cinco intendentes resultan claves. En realidad, sólo tres, ya que tanto Valenzuela como Méndez no tienen representación propia en la Legislatura, a diferencia de Grindetti, Macri y Posse. 

El lanusense tiene en la Legislatura al diputado Adrián Urreli y a la senadora Lorena Petrovich; mientras que el sanisidrense apenas tiene a Walter Carusso. Quien corre con ventaja es el primo del presidente, quien en la nueva composición del parlamento mantiene a Verónica Barbieri, Laura Ricchini, Mauricio Vivani, Juan Fiorini, en la Cámara de Diputados, y a Gabino Tapia en el Senado. 

Más allá del Conurbano, otro grupo de intendentes del interior también buscará levantar la cabeza, mientras Juntos por el Cambio se reconfigura. Julio Garro, de La Plata; Héctor Gay de Bahía Blanca; y Guillermo Montenegro, de Mar del Plata, son algunos nombres.

Los tres jefes comunales también resistieron la avanzada peronista en sus distritos y lograron salir mejor posicionados que en las PASO. Sin embargo, ellos tampoco tienen representación en la Legislatura que se viene, donde primó la lapicera del jefe de Gabinete. 

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