Las peleas del PJ resurgieron en los homenajes a Eva Perón

La Presidenta y Moyano intercambiaron duras acusaciones desde actos enfrentados

Por Marcelo Veneranda |

Ni el recuerdo de Evita pudo escapar a las disputas del presente. En múltiples actos a lo largo y ancho del país, la dirigencia peronista homenajeó ayer a Eva Perón, a 60 años de su muerte. Los eventos centrales, sin embargo, estuvieron atravesados por las críticas que se dedicaron mutuamente la Presidenta y el líder de la CGT, Hugo Moyano . Sin nombrarse, se trataron de "saboteadores" y "soberbios", respectivamente.

Cristina Kirchner eligió encabezar su homenaje desde el mercado concentrador de José C. Paz, en el conurbano bonaerense, con un discurso en el que postuló que su gestión y la de su marido, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner, concretaron las consignas planteadas por la esposa de Juan Perón.

"Volvimos para que Eva cumpla su propia profecía de volver a una Argentina diferente", sostuvo la Presidenta, para plantear que su gobierno cumple hoy el "legado histórico" de Eva Perón en las "miles de viviendas construidas", las "dos millones de netbooks" entregadas, las "10 universidades inauguradas", el matrimonio igualitario y los "cientos de miles de jóvenes incorporados a la política", entre otros.

El discurso de Cristina Kirchner estuvo atravesado por las emociones. Antes de empezar a hablar, la Presidenta se animó a corear una canción dedicada a su marido. Casi como un reflejo, quienes la acompañaban en el escenario se pusieron de pie para seguirla, con palmas: en la primera fila estaban el vicepresidente, Amado Boudou; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el intendente de José C. Paz, Carlos Urquiaga, y su antecesor, Mario Ishii. Detrás, ministros y legisladores, que también aplaudieron.

La Presidenta se interrumpió de inmediato: "No me hagan llorar", les pidió a los militantes. Pero retomó ella misma el recuerdo de Néstor Kirchner, al evocar el día de su muerte: "Trato de hacer honor a lo que le prometí en Calafate, muy despacito: «No te voy a hacer quedar mal, no te voy a hacer pasar vergüenza»".

Su tono volvió a endurecerse al aludir a Moyano, tras una pausa que utilizó para darse la vuelta y mirar a Ishii. "Mario querido: no te preocupes por los saboteadores. Siempre va a haber saboteadores de los procesos democráticos", afirmó, para apuntar a las conversaciones que Moyano mantuvo en los últimos días con dirigentes rurales. "Entiendo que la oligarquía nos desprecie, pero lo que más me cuesta entender es cuando uno de nosotros, venido de abajo, se junte con los que siempre nos atacaron", disparó.

Sus palabras retomaron las duras críticas lanzadas minutos antes por Ishii, quien acusó al camionero y sus aliados de traicionar al kirchnerismo después de beneficiarse de él durante años. "Nos han pagado algunos con una traición, una puñalada trapera", lanzó el ex intendente, a tono con el poncho rojo y negro que lo acompaña en cada acto público. El mismo que usó en las elecciones internas de 2011, cuando enfrentó a Scioli, quien ayer se quedó fuera de la lista de oradores.

"Estos cuatro atorrantes entregaron las armas, la moral y la dignidad", continuó, para referirse al camionero y sus hombres de confianza: Julio Piumato (judiciales), Omar Plaini (canillitas) y Juan Carlos Schmid (dragado y balizamiento). "Si Evita viviera les diría a los que conducen hoy la CGT que se vayan, que son una vergüenza", arriesgó.

Moyano no esquivó el embate desde el acto que encabezó, minutos después, en el edificio de la CGT de la calle Azopardo, donde se mostró junto a los gremios que lo acompañan tras la fractura de la central obrera.

"Soberbia que desborda"

Desde allí postuló que los atributos esenciales de Evita fueron su "firmeza y humildad". Fue el prólogo elegido para pedirles a quienes "se creen" como Eva Perón que "imiten algo de su humildad". La alusión a la Presidenta se completó en la durísima frase siguiente: "Cuando alguien tiene esa soberbia que se desborda, es difícil imitar (a Evita)".

El contrapunto continuó cuando Moyano se refirió a sus "limitaciones", término empleado antes por la Presidenta. Dijo que sus limitaciones le impedían entender la "sintonía fina" que propone el Gobierno. "A lo mejor, la sintonía fina es limitar el reclamo legítimo de los trabajadores", ironizó.

Sus dardos también apuntaron al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, a quien caracterizó como un "tonto" y un "pantriste". Randazzo lo había definido como un "dirigente opositor", a lo que el camionero respondió: "Si defender los derechos de los trabajadores es ser opositor, soy opositor".

EN VOZ ALTA

"Siempre va a haber saboteadores de los procesos democráticos "

Cristina Kirchner

"Es difícil imitar a Eva cuando alguien tiene esa soberbia que se desborda"

Hugo Moyano .

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