Para la magistrada no hubo delito en las presiones contra Alejandra Gils Carbó para que renunciara o contra Alejo Ramos Padilla después de que destapó el escándalo del espionaje durante el macrismo. El fiscal Franco Picardi apeló, pero el tema será revisado por la Cámara Federal porteña, donde Macri y compañía juegan de local.