“Esperemos llegar juntos, todas las facciones, para que en 2015 la Presidenta pueda entregar la banda presidencial a otro peronista”, fue la frase que selló el brindis peronista convocado nuevamente en el complejo Costa Salguero para despedir el año, con un mensaje electoral claro.
En la mesa principal, los precandidatos presidenciales del kirchnerismo: Daniel Scioli, Agustín Rossi y Juan Manuel Urtubey compartieron un asado organizado por el histórico armador político Juan Carlos Mazzón, el encargado de dar el mensaje de “unidad” ante unos 400 dirigentes llegados de todo el país.
Al ágape se sumaron los gobernadores Francisco Pérez (Mendoza) y Maurice Closs (Misiones) y el senador nacional Miguel Ángel Pichetto, que trabajan por Scioli 2015.
Pérez fue la cabeza de una numerosa delegación peronista mendocina que incluyó, entre otros, a todos los que están anotados por ahora en la pelea por la candidatura a la gobernación: Jorge Tanús, Adolfo Bermejo, Rubén Miranda, Diego Martínez Palau, Matías Roby y Marcelo Costa.
También hubo sillas para los ultrakirchneristas como Ricardo Echegaray (titular de la AFIP) y Diego Bossio (Anses), así como los diputados Jorge Landau, José María Díaz Bancalari y Juan Carlos Dante Gullo (legislador porteño).
Todavía estaban frescas las heridas provocadas en el simbólico Día de la Militancia, que mostró el pasado 24 de noviembre a un peronismo dividido, con Scioli en un acto en Mendoza junto a la mayoría de gobernadores del PJ y al ultrakirchnerismo organizando mitines a último momento con otros presidenciables, en otros puntos del país.
Al encuentro de Costa Salguero organizado por el asesor presidencial, tampoco asistió el ala más dura del kirchnerismo representada por otros tres precandidatos del FpV: el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.
Otras ausencias notables fueron las de los diputados Andrés Larroque y Eduardo “Wado” De Pedro (La Cámpora) y del secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini (apoderado del PJ).
Con un discurso muy cuidado para que no se interpretara como un pedido de encolumnamiento detrás de la candidatura de Scioli, Mazzón convocó a más de 400 dirigentes de las distintas vertientes del peronismo de todo el país.
Con empanadas, asado y vino mendocino, gobernadores, intendentes y legisladores del PJ se mezclaron en cinco largas mesas con capacidad para un centenar de dirigentes cada una.
Comentá la nota