Massa arranca la semana con el foco en el FMI para llegar a fin de año sin devaluar

Massa arranca la semana con el foco en el FMI para llegar a fin de año sin devaluar

El dólar agro generó divisas para unas pocas semanas de importaciones. El balance cambiario de este año exige entre 8.000 y 10.000 millones de otras fuentes

 

 

El ministro Sergio Massa y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, regresan de China con USD5.000 millones adicionales de poder de fuego de libre disponibilidad para las reservas internacionales. Esto es, dólares que pueden aplicarse a contener la brecha cambiaria o a alimentar el mercado único libre de cambios (Mulc) para satisfacer la demanda de importadores para poder seguir sosteniendo el  nivel de actividad económica como en el primer cuatrimestre. El balance cambiario de este año requiere de entre USD8.000 y USD10.000 millones por el lado de la cuenta financiera con los que cubrir el bache que dejo la sequía, además de los USD10.000 millones de deuda comercial acumulados en 2022. Con la primera etapa del dólar agro que cerró la semana pasada consiguió comprar USD1.480 millones, la cuarta parte de las importaciones mensuales. Por eso, ahora los cañones de Economía apuntan a renegociar los términos del acuerdo con el FMI y conseguir desembolsos por USD10.800 millones con los que llegar a fin de año sin devaluar y sin sacrificar más crecimiento del PBI. Las estimaciones privadas van del 2% al 3,8% de caída del PBI para este año.

En efecto, dentro de dos semanas la agenda de Massa va a estar absorbida por las negociaciones con el Fondo Monetario ante incumplimiento de la meta de acumulación de reservas del primer trimestre y también la fiscal y la de emisión monetarias que se estiman para el segundo trimestre. La intención del Gobierno es conseguir que el Fondo incorpore en sus cálculos el impacto pleno de la sequía que, conforme a las estimaciones de la consultora PxQ, incluye 0,8 puntos del PBI menos por retenciones a las exportaciones perdidas, y otro 0,2 puntos por impuestos a las importaciones también perdido a falta de divisas para sostener el nivel demandado de compras al extranjero, además de la reducción de impuestos internos por la merma en la actividad agropecuaria. Dicho en otras palabras, de no ser por la sequía, el Gobierno habría cumplido el ajuste fiscal con el que se comprometió.

Por lo pronto, está confirmada la presencia de Lisandro Cleri, Gabriel Rubinstein y Marco Lavagna en Washington entre el 12 y el 14 de junio, aseguraron los funcionarios a la agencia Télam desde Beijing, pero no la de Massa, aunque tampoco se descarta que se sume a la comitiva para destrabar el adelanto de 10.800 millones.  

La consultora Invecq remarcó que por el momento no hay certezas de que el gobierno pueda conseguir más dólares para lo que resta del año del Fondo Monetario y que, por eso, la última semana repitió la receta de recrudecer el cepo, esta vez con las provincias y las automotrices. En tanto, desde ACM aclararon a BAE Negocios que, en todo caso, esos dólares en todo caso serían para cubrir los vencimientos de la misma deuda con el FMI.

"Quedan ver los detalles de lo que se consiguió en China respecto de si serán USD5.000 millones de libre disponibilidad o solo para el intercambio comercial. Nosotros calculamos que van a estar faltando este año USD8.000 millones para cubrir el balance comercial de bienes y de servicios, los flujos de fondos con organismos internacionales -que este año con el FMI son negativos-, los fletes por comercio exterior, todo lo que impacta en las reservas por las transacciones y que lleva al incumplimiento de la meta de acumulación de reservas del FMI. Sin acceso al financiamiento, el Gobierno ha intentado pisar un poco las importaciones y la actividad viene respondiendo bastante bien hasta ahora. Hay que ver hasta dónde están dispuestos a resentir más la actividad por el cepo. La tercera forma de resolver esto es por el lado de los flujos financieros que es precisamente lo que está intentando hascer Massa al ir a China a ampliar el swap, buscar fondeo de los Brics -que no les presta a países que no son miembro- y el adelanto de fondos del FMI. A estos USD 8.000 millones hay que sumarle la deuda comercial de 2022 y la de este año que ya se viene acumulando", detalló el economista Francisco Ritorto de ACM Consultores.

Además del FMI, el impacto de Brasil

A priori, los USD5.000 millones del swap con China (que en realidad son 35.000 millones de yuanes) solo entrarán en vigencia  una vez agotado el actual tramo en uso de USD5.000 millones de financiamiento para el comercio exterior. Se trata de una cifra muy similar a los USD9.502 millones de déficit comercial bilateral acumulado en 2022. En otras palabras, más que un préstamo de poder de fuego de libre disponibilidad al Banco Central, parece una prefinanciación de exportaciones del Banco de la República Popular de China para que Argentina no deje de comprarle bienes al gigante asiático este año. Un mecanismo similar es el que el Banco Central está intentando implementar con el Banco Central de Brasil.

 “Un desembolso del FMI no vendrá sin condicionamientos adicionales como dejar correr más rápido el crawling peg y será para cubrir los cuatro pagos de capital e intereses con el Fondo con el que este año tenemos saldo negativo por USD4.500 millones, por lo que la medida en sí no termina siendo suficiente para cubrir el bache del balance cambiario. Lo que sí puede ayudar es que se consigan nuevas fuentes de financiamiento, por ejemplo con el apadrinamiento de Brasil ante los Brics porque es nuestro principal socio comercial y debe servirle también para que el bache argentino no le afecte a su crecimiento. Dicho esto, cabe aclarar que el grueso de la caída de la actividad la vemos para este segundo trimestre por el impacto de la sequía porque son USD20.000 millones que no se pudieron producir y mucha incertidumbre por la sostenibilidad cambiaria para el resto del año, por lo que estamos proyectando una caída del 2% del PBI en 2023”, concluyó Ritorto.

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