El equipo económico busca un atajo para refinanciar una carga de vencimientos que supera los USD 10.000 M en el primer semestre. En la City anticipan una salida internacional bajo ley Nueva York con un objetivo de tasa del 9%, mientras se negocian garantías para abaratar el crédito de corto plazo.
Eugenia Muzio
Mientras en el quinto piso del Palacio de Hacienda se termina de diseñar la hoja de ruta para construir un "puente financiero" que habilite el regreso definitivo a los mercados internacionales, en las mesas de dinero de la City porteña ya se anticipa la operativa: una dinámica de REPOs constantes. Los operadores financieros descuentan que el equipo económico apelará a este esquema de deuda garantizada para rollear los vencimientos de capital de corto plazo, utilizándolo como un atajo para forzar una baja de tasas hacia la zona de un dígito antes de convalidar cualquier emisión voluntaria bajo ley Nueva York.
La discusión en las mesas de dinero de la City porteña ya no es si el país logrará financiamiento, sino cómo, cuándo y a qué precio. Fuentes del mercado aseguran que la estrategia del Gobierno pasa por activar una lógica de REPOs constantes (préstamos garantizados con bonos) para refinanciar los vencimientos de capital a tasas decrecientes, mientras se prepara el terreno para una colocación bajo legislación extranjera que rompa el techo del riesgo país. El dato que circula entre las principales sociedades de Bolsa es que, con los números actuales y la compresión de spreads, el Ejecutivo podría testear el mercado internacional con una tasa del orden del 9%.
La ingeniería del retorno y el arbitraje de tasas
El reciente "test match" con la emisión del bono local por USD 1.000 millones —el primero bajo legislación argentina en ocho años— funcionó como un complemento en el blindaje financiero, pero dejó lecturas mixtas. En los despachos oficiales saben que la profundidad del mercado local es limitada y que la tasa obtenida requiere una lectura técnica fina.
La lectura en la City porteña es que la tasa del 9,26% a la que salió el Bonar 2029 fue “forzada”. Para Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero, el mercado internacional ofrece una liquidez muy superior. "En ley New York podés colocar bastante más", graficó el analista. La lectura del mercado es que, si se valida la curva actual, Argentina podría emitir un bono espejo al local, pero bajo jurisdicción externa, logrando una tasa genuina de un dígito.
Carne vacuna: a pesar de que el precio superó ampliamente a la inflación, aumentó el consumo
La consultora 1816 puso la lupa sobre el "escenario ideal" de los pagos de enero, o de máxima, que sería que el Gobierno logre comprar todavía más reservas en el Mercado Libre de Cambios (MLC) antes del vencimiento. Con esa caja reforzada, y quedando un monto residual por cubrir, la apuesta sería concretar una emisión no garantizada de Globales en el exterior a principios de año.
Esta jugada depende de una variable política clave: la aprobación del Presupuesto 2026, que habilita legalmente a emitir bajo ley extranjera sin pasar nuevamente por el Congreso hasta el 18% del endeudamiento total, con un monto máximo de USD 36.520 millones de capacidad de fuego para emitir deuda nueva o canjear la existente. La consultora de mercado advierte que la probabilidad de este escenario aumentó con el rally financiero de esta semana, aunque ponen un asterisco de cautela: los bonos largos todavía rinden en torno al 10%, un costo que Economía busca comprimir antes de convalidar una tasa fija a largo plazo.
Si no se alinean los planetas para esa colocación voluntaria, se activaría el "plan B": cerrar un REPO con bancos internacionales. Es la opción que el propio ministro Luis Caputo reconoció tener sobre la mesa, con ofertas concretas ya presentadas por entidades de Wall Street que buscan aprovechar el colateral argentino.
Presupuesto 2026: Bullrich corre contrarreloj para contener el enojo del PRO y asegurar la sesión del viernes
La mecánica fina de los REPOs y el "riesgo mandato"
La herramienta táctica para cruzar el verano financiero son estos préstamos garantizados. Sebastián Menescaldi, director de la consultora Eco Go, detalló la naturaleza de esta operación: "Se quiere conseguir un REPO de puente de corto plazo, de tres a seis meses, hasta que se consiga acceder al mercado".
Según el economista, al tratarse de deuda con colateral (garantía de bonos o activos), el costo es sustancialmente menor al de un bono tradicional unsecured. "La tasa no es la del bono, es más baja porque tiene muchas más garantías. Supongo que están entre 6% y 7%, depende de la extensión del plazo", sentenció Menescaldi.
Desde Adcap, Casabal coincide en la métrica del diferencial de tasas (spread) respecto a la curva soberana. Recordó que en enero pasado el Gobierno cerró un REPO 100 puntos básicos (bps) por debajo de la curva de bonos, y en junio otro a 200 bps abajo. "Mi referencia sería 200 bps abajo de la yield (rendimiento) actual de los bonos. Cuanto más bajo sea ese número, mejor lo va a tomar el mercado", analizó.
La privatización de las hidroeléctricas entra en su tramo final: el Gobierno firmó los contratos con las empresas adjudicatarias
Sin embargo, hay una "letra chica" política en estos contratos que el mercado mira con lupa: la duración. "Yo asumiría que te prestan dentro del mandato de Milei, y se devuelve dentro del mandato de Milei", advirtió Casabal. Esto implica que los bancos internacionales estructuran el riesgo de repago calzándolo con el ciclo político actual. "Si Milei reelige, se puede extender", agregó, señalando que la confianza financiera aún está atada a la continuidad de la administración libertaria.
La montaña de vencimientos: enero y mayo en la mira
La urgencia por aceitar este mecanismo responde a un calendario de pagos exigente. Según el último informe de Eco Go, al que accedió PERFIL, el Tesoro y el Banco Central enfrentan vencimientos totales en moneda extranjera por USD 10.029 millones solo durante el primer semestre de 2026. El desglose mensual muestra la magnitud del desafío de caja:
-Enero: es el mes más crítico, con una salida de caja de USD 4.054 millones. De ese total, USD 3.597 millones corresponden a pagos de capital e intereses de bonos con el mercado (Globales y Bonares), mientras que el resto se reparte en organismos internacionales.
-Febrero: la carga baja a USD 2.027 millones, pero con un fuerte componente de pagos al FMI por USD 840 millones en intereses y USD 1.000 millones de capital del BOPREAL (Serie 2)
Martín Menem se ilusiona con Javier Milei 2027: "Ya estamos trabajando en la reelección"
-Marzo y abril: son meses de "respiro relativo", con vencimientos de USD 851 millones y USD 514 millones respectivamente, mayormente con organismos internacionales
-Mayo: vuelve la tensión con vencimientos por USD 2.303 millones. Pesan nuevamente el BOPREAL (USD 1.000 millones de capital) y los intereses al FMI (USD 812 millones).
El Gobierno busca evitar a toda costa el uso de reservas netas para estos pagos, utilizando en su lugar los fondos del blanqueo, el superávit comercial y, crucialmente, el roll over de deuda vía REPOs o emisión de Globales.
El "upgrade" de las calificadoras
El viento de cola también llega desde el exterior. El Gobierno recibió con beneplácito la decisión de S&P Global Ratings, que el pasado 17 de diciembre elevó la nota soberana de largo plazo de CCC a CCC+ con perspectiva estable y la de moneda local de default selectivo a CCC+/C.
La calificadora fundamentó el upgrade en la "mayor liquidez, la reducción de vulnerabilidades económicas, una inflación más baja y el respaldo político tras la victoria legislativa". Este sello de aprobación es vital para comprimir el riesgo país y acercar la tasa de salida al dígito deseado.
A la liquidez proveniente de la deuda se suman otros flujos de caja proyectados que actúan como reaseguro: los ingresos por las concesiones de las represas hidroeléctricas del Comahue (con ofertas que superaron los USD 700 millones) y las compras directas de divisas que el Tesoro ya ejecutó, estimadas en torno a USD 1.000 millones. La mesa está servida, ahora falta que el mercado ponga el precio final.



Comentá la nota