Con la llegada de Massa, el oficialismo se reorganiza para 2023: cómo queda el nuevo mapa del peronismo

Con la llegada de Massa, el oficialismo se reorganiza para 2023: cómo queda el nuevo mapa del peronismo

La asunción del nuevo ministro de Economía generó realineamientos, aunque la interna y las posibles tensiones con el kirchnerismo siguen en el horizonte

 

El ingreso de Sergio Massa al Ministerio de Economía para apuntalar al Gobierno marcó el inicio de una reorganización en el Frente de Todos y un nuevo "mapa de poder" en el peronismo, que quiere volver a ordenarse para evitar una derrota catastrófica en las elecciones de 2023 que arrastre a gobernadores e intendentes, aunque se mantenga latente una nueva interna con el kirchnerismo.

La vicepresidenta Cristina Kirchner y Massa hicieron una alianza estratégica para tratar de sacar al Gobierno del naufragio político y económico. El presidente Alberto Fernández la aceptó bajó la presión sostenida del kirchnerismo, los pedidos de Massa y el empujón final que le dieron los gobernadores peronistas, hoy convertidos en la cuarta cabeza del Frente de Todos.

En se marco, Massa reunió el respaldo del PJ nacional y del PJ bonaerense, encabezados respectivamente por Fernández y por el hijo de la vicepresidenta y diputado nacional, Máximo Kirchner. Esto, más el acompañamiento de los gobernadores, le aseguran al nuevo ministro el apoyo de todo el "aparato" peronista.

Se observa así una reorganización del Frente de Todos alrededor de Massa y ya no de Fernández, pese a ser presidente del PJ y de la Nación, ni de Cristina Kirchner, pese a que mantiene una cuota de poder observable en el organigrama tanto del Gobierno y como del peronismo. Sin embargo, ese apoyo tiene límites.

"Primero hay que domar al potro, después se verá", señaló una fuente del oficialismo a iProfesional al ser consultada sobre el liderazgo del Frente de Todos, al tiempo que señaló que aún si Massa pudiera mostrar buenos resultados en el frente económico nadie descarta una pulseada con el kirchnerismo cuando se acerquen las definiciones electorales. "Hasta sería más probable si le va bien que si le va mal", agregó con ironía un operador parlamentario del oficialismo.

Massa y la reorganización: ¿cómo se para Cristina Kirchner en el nuevo esquema? 

 

El tironeo por la Secretaría de Energía es una prueba de que las tensiones en la alianza continuarán. Lo que intentan cambiar es la forma de canalizarlas. Massa y Cristina Kirchner abrieron una negociación para reemplazar a Darío Martínez, según supo este medio. Intentan evitar las estridencias que los trajeron hasta acá.

Con una foto Cristina Kirchner le dio a Massa un apoyo que no le otorgó a Alberto Fernández

 

La idea es ordenar las discusiones y postergar las disputas a la espera de lo que Massa pueda lograr. Por esa razón el kirchnerismo no se resistió al realineamiento detrás de su figura, sino que hasta dio demostraciones claras. La primera fue la foto de Cristina Kirchner con el tigrense. En su espacio destacan que eso no se dio -a pesar de varios pedidos- con Fernández, ni para reforzar la idea de una "tregua".

La otra se dio en la Cámara de Diputados, después de que Massa renunciara a su banca presidencial. A la vista de todo el recinto, el designado ministro se fundió en un abrazo con Máximo Kirchner, para los aplausos de toda la bancada oficialista. Misma postal con el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, el alfil de la vicepresidenta en el Poder Ejecutivo.

En tanto, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien sigue siendo uno de los principales economistas de consulta de Cristina Kirchner, envió a casi todo su Gabinete a Diputados: la vicegobernadora Verónica Magario, la ministra de Gobierno Cristina Álvarez Rodríguez y el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, fueron a apoyar a Massa.

Nuevo mapa del peronismo: Alberto Fernández y los gobernadores "agro"   

 

El último viernes Fernández compartió su primer acto público junto a Massa como ministro de Economía. Inauguraron una obra ferroviaria en Cañada de Gómez con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, que en las últimas semanas había tomado distancia del Gobierno por las fuertes críticas del Presidente al campo, motor económico de esa provincia.

Hubo dos datos políticos en ese acto. El primero fue que Fernández se puso a la par de Massa. "Sergio sabe como yo la obligación que tenemos con cada uno, con cada una de ustedes y esa obligación no va a parar", expresó el Presidente sobre su nuevo ministro de Economía, que no habló durante el acto. Una forma de cuidar la figura presidencial.

Así, las dos partes del oficialismo que detonaron la crisis política y agravaron con esa pelea la económica, el "albertismo" y el "cristinismo" quedaron alineadas con Massa.

Alberto Fernández se aferra a su socio político para equilibrar la interna con el kirchnerismo

 

El segundo dato político fue que el escenario elegido para esa aparición conjunta fue una provincia fuertemente ligada a la actividad agropecuaria a la que Fernández hasta ahora había criticado a la par del kirchnerismo -esta vez no habló de "especuladores"- y con la que ahora Massa se sienta a negociar condiciones para que exporten y aceleren la entrada de dólares a las reservas.

Fuentes del peronismo santafesino señalaron a iProfesional que el apoyo de Perotti a la llegada de Massa al Gobierno tiene mucho que ver con la esperanza de que se "siente a dialogar y pueda arreglar algo" con el sector agropecuario y que ese deseo es compartido por sus pares de otras provincias donde el campo también es central.

Los gobernadores e intendentes de zonas agropecuarias respaldan la estrategia "acuerdista" del flamante ministro de Economía, que ya dio los primeros pasos en ese sentido. Además, designó como secretario de Agricultura a Juan José Bahillo, ex funcionario y hombre de confianza del gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, como señal para ese sector del peronismo.

Limites al apoyo: el liderazgo para 2023 sigue vacante

 

Los intendentes del conurbano bonaerense, otro factor de poder central del peronismo, tampoco tardaron en alinearse detrás de Massa. Y eso a pesar de que el plan del nuevo ministro implica un aumento de tarifas que se sentirá fuerte en el área metropolitana de la provincia de Buenos Aires, que resulta ser también un bastión electoral central para Cristina Kirchner.

Por eso la reorganización del oficialismo alrededor del tigrense tiene como límite los resultados y la aplicación de sus medidas económicas. Las distintas tribus del peronismo le proporcionan a Massa cierta espalda política para aguantar políticamente la parte más dura del plan con el que intenta acomodar las cosas, mientras se vuelven a acomodar cada uno en su lugar después del caos de los últimos meses.

No le entregan, sin embargo, el liderazgo con vistas a 2023. Massa, por ahora, tampoco lo reclama. "Nadie está pensando en las elecciones, hay que gestionar", lanzó ante iProfesional un diputado oficialista de los que se paseó exultante por los pasillos del Congreso el día de la despedida del tigrense.

La reorganización posterga las disputas por el liderazgo para encarrilar la gestión de cara a 2023 pero no la resuelve 

 

Lo repiten también como un mantra en el massismo, donde se esquiva toda referencia a las ya conocidas aspiraciones presidenciales del nuevo ministro. Él mismo marcó esa línea cuando calló a la "hinchada" de su Frente Renovador en el acto de asunción.

El reordenamiento del peronismo la da a Massa un punto de partida para empezar a construir una base política para 2023, pero no le allana el camino ni le asegura que no tendrá rivales. Mucho dependerá de lo que logre frente a una crisis económica y financiera muy complicada y el resto de lo que aspire a hacer el kirchnerismo.

Por el momento, lo que todo el espacio oficialista ve es que Cristina Kirchner y su tropa, por un lado, y Alberto Fernández, por el otro, se entienden mejor con Massa por separado que entre ellos. Eso permite patear para adelante la disputa, no evitarla.

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