25M: Llaryora se prepara para la dinámica de lo impensado

25M: Llaryora se prepara para la dinámica de lo impensado

A tientas, el cordobesismo intenta adivinar qué hará Milei en su visita a la provincia. Versiones sobran; ese es el problema. La única certeza es que el presidente viene a avivar el fuego en un distrito que juzga clave en la carrera hacia el 2025 con un objetivo claro: “depurar” el Congreso.

Javier Milei llega mañana a Córdoba con (casi) todo su gabinete para presidir el acto (sin “p”) en conmemoración del 25 de mayo. Hasta ahí las precisiones. El resto son conjeturas.

La comitiva presidencia ni siquiera ha informado el itinerario del presidente. En la tarde de ayer se discutía si Milei saldría del aeropuerto por tierra o si, en cambio, abordaría un helicóptero para eludir la protesta de ATE, que prometió “dale la bienvenida” apenas aterrice. En cualquier caso, el libertario sería recibido por Martín Llaryora en el Ambrosio Taravella.

Patricia Bullrich adelantó ayer que el de Milei no será un acto político, sino una conmemoración de corte institucional. Aunque más allá de las declaraciones de la ministra, saber a ciencia cierta cuál será el tono del discurso que Milei ofrecerá mañana es imposible, siendo que el presidente ni siquiera suele apegarse a los guiones que el mismo escribe.

Tras la reciente disputa que abrió con el presidente del Gobierno Español, los propios descuentan que Milei aprovechará la ocasión para cargar en contra de Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Pero al entrar al apartado de la política nacional, las conjeturas se hacen cada vez más laxas.

Presumen que el presidente no abandonará sus habituales diatribas en contra de “la casta”, aunque no se animan a adelantar la profundidad y virulencia de sus palabras, o si estarán dirigidas contra el Senado o los gobernadores, en vísperas de que la Cámara Alta vote la Ley Bases, un escollo que su Gobierno aún no ha conseguido trasponer. A más de cinco meses de ejercicio, la iniciativa fundacional de los libertarios todavía no ha podido vencer la resistencia de la oposición en el Congreso, mientras el FMI y el mercado espera una primera señal de solvencia en el plano político.

Si descuentan, en cambio, una arenga plena al pueblo cordobés, que lo apoyó masivamente en el balotaje (74 por ciento de los votos), y que aparece como un objetivo primordial del armado libertario de cara a las elecciones de medio término, cuando Milei busque perfeccionar la “depuración” de las cámaras legislativas.

En el plano de lo gestual, la incertidumbre se potencia.

Milei puede sacudir los cimientos del escenario político de Córdoba con apenas una foto, un saludo o un desaire, o eso es lo que temen, por igual, en el Centro Cívico y la Casa Radical, aunque no lo confiesen.

La buena sintonía que Luis Juez, principal challenger de Llaryora en la política local, ha construido con el presidente, preocupa al gobernador. Aunque no es la única foto que genera resquemor.

¿Qué pasaría, por caso, si el presidente ofreciera un cálido saludo a Juan Schiaretti y apenas un apretón de manos al actual gobernador? El mensaje a extraer de esa secuencia podría tener graves efectos no sólo hacia adentro del PJ, sino hacia el Partido Cordobés en su conjunto. Y tal vez sea eso lo que justifique la ausencia del ex gobernador en el Cabildo.

Para la UCR la visita de Milei tampoco es cómoda. Si ya bastante sufrió el deloredismo en su infructuoso intento por evadir la agenda nacional durante el mitin anual de Giardino, tanto más lo hará ahora que el presidente viene al encuentro de su capital electoral.

Las tensiones internas del radicalismo no han llevado aún al partido a un punto de quiebre, pero esa instancia no está lejos de llegar, y el duro posicionamiento del La Libertad Avanza junto al apoyo cerrado del PRO a su Gobierno agregan cada día más puntos de fricción en la interna.

Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, sponsors políticos de Rodrigo de Loredo en las últimas elecciones, son percibidos lisa y llanamente como enemigos por el espectro libertario, y el presidente de la bancada radical en Diputados no puede permitirse nuevos cimbronazos en el complejo entramado boina blanca, con gobernadores con compromisos de gestión y legisladores atentos a su posicionamiento pre electoral.

El último episodio de tensiones con la UCR está más que fresco en la memoria de Milei, y es conflicto por las universidades, con un De Loredo marchando contra el Gobierno primero, dejando sin quórum la sesión especial del kirchnerismo para condicionar al presidente en el reparto del Presupuesto Universitario después, y formando parte de un nuevo “levantamiento” cuando la UBA recibió un reajuste de partidas que le fue momentáneamente negado al resto de las universidades luego.

Pero De Loredo no es el único que acaba de protagonizar serias tensiones con la Casa Rosada. Desde Buenos Aires, juran que el renovado reclamo de los intendentes del interior por subsidios al transporte cayó muy mal en la tropa libertaria, y el intendente de Córdoba, Daniel Passerini, sería uno de los aludidos en el disgusto del presidente. Otro condimento para el impacto de su visita en el universo cordobesista.

Hacia adentro del espectro libertario, la visita también traerá mensajes.

Desde Buenos Aires corrió la orden de garantizar que las primeras filas de la multitud estén ocupadas por militantes de las organizaciones libertarias cordobesas; una manera de contribuir a la seguridad del presidente, para que la guardia presidencial tenga más tiempo para actuar ante cualquier incidencia, y también para evitar cualquier posible escrache. 

La convocatoria que cada quien consiga será, seguramente, evaluada. Y, más interesante aún, habrá oportunidad de ver cuáles de los propios se van con una foto junto al presidente.

Debe recordarse que la interna libertaria no ha sido ajena a todo el repertorio de empujones y zancadillas de la política “clásica”. Entre partidarios y aliados, varios fueron excomulgados por no seguir a rajatabla las instrucciones del “jefe”, Karina Milei. Y la visita de su hermano dejará en claro si sus preferencias coinciden o no con las del presidente, o si hay chances de que alguna de las ovejas apartadas del rebaño vuelva a la senda de las “fuerza del cielo” de la mano del “león”. 

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